La herida de la madre
On enero 28, 2022 by adminLa «herida de la madre» no es un término típico que pueda escuchar en una sesión de asesoramiento o terapia, pero puede ser un factor que esté influyendo en su relación de pareja. Aunque la herida de la madre se asocia más a menudo con las hijas, es posible que los hijos también tengan factores de la herida de la madre que influyan en sus relaciones.
Entender la herida de la madre
La mejor manera de pensar en la herida de la madre es una pérdida o una falta de maternidad. Normalmente se trata de un déficit en las relaciones madre-hija o madre-hijo que se transmite de generación en generación, y es un reflejo de cómo hemos vivido la crianza y de cómo criamos. Aunque no es un diagnóstico específico, es una forma de ver cómo los comportamientos de codependencia actuales pueden estar vinculados a elementos ausentes en el pasado.
Los niños criados por madres alcohólicas, drogadictas o con problemas de salud mental, no diagnosticados o no tratados, pueden tener dificultades en su propia edad adulta.
Sin embargo, también hay niños que son criados por madres que no tienen estos problemas. Se trata de madres que pueden cubrir las necesidades físicas de los niños, e incluso interactuar con ellos de forma positiva, pero que simplemente no les proporcionan el amor y la atención profundos que todos los niños necesitan. Puede que no hayan sido abusivas o negligentes, y puede que nunca se hayan involucrado en la negatividad en sus relaciones con los niños, pero también fueron siempre distantes y menos sintonizadas con las necesidades emocionales de sus hijos.
Signos de la herida materna
Los adultos que se enfrentan a una herida materna suelen mirar hacia atrás en su infancia y pueden identificar cuestiones como:
- Nunca sintieron que tenían la aprobación o la aceptación de su madre
- Preocupaciones por no ser queridos por su madre o por no serlo tanto como otros hermanos o miembros de la familia
- Dificultades en relacionarse con la madre a nivel emocional
- Incertidumbre sobre la relación con la madre y si se puede perder con un error o un accidente
- Siempre intentar hacerlo mejor o ser perfecto, para intentar ganar la atención y aceptación de su madre
- Sentimientos de tener que proteger, cuidar o cobijar a su madre en lugar de que ella le proteja, cuide y cobije a usted
Este tipo de sentimientos a lo largo de la infancia reducen la autoestima, los sentimientos de autovaloración y los sentimientos de valía para tener una relación positiva. Los individuos con una herida materna siempre se sienten incompletos y faltos de capacidad para conectar con los demás, a la vez que tienen sentimientos muy arraigados sobre la necesidad de perfección y control.
Como se trata de factores infantiles similares a los relacionados con la codependencia, la presencia de la herida materna, si no se cura, puede contribuir a los patrones codependientes de las relaciones.
Cómo curar la herida materna
Aunque la herida materna no es un diagnóstico clínico o médico, es un factor que las personas luchan por abordar y curar. La terapia puede ser decisiva para curar la herida de la madre:
- Explorando los sentimientos del niño interior y permitiendo que esos sentimientos de ser ignorado, no amado, no querido o no valorado se expresen en un entorno seguro y terapéutico.
- Aprender a validarnos y amarnos a nosotros mismos crea una imagen emocional y mental positiva de nuestras vidas tal y como son en el tiempo presente, dejando ir el concepto pasado de nosotros mismos desarrollado por nuestras interacciones con nuestra madre.
- Establecer límites-crear una relación con la madre que se base en tus necesidades y en la capacidad de la madre para cambiar y contribuir a tus necesidades emocionales de forma sana, positiva y satisfactoria.
Trabajar a través del perdón y ser capaz de dejar ir la negatividad del pasado tanto en la codependencia como en la curación de la herida de la madre es esencial para desarrollar la autoestima y la autonomía personal en el futuro.
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