Una perspectiva musulmana sobre la circuncisión femenina

Los observadores occidentales son incapaces de entender por qué las mujeres querrían practicar la clitoridectomía, del mismo modo que están perplejos ante el rechazo vocal, aunque mayoritariamente inarticulado, de muchos musulmanes a la conferencia de El Cairo. Las líneas de batalla que se trazan tienen, por un lado, a los profesionales de la salud pública, las organizaciones de desarrollo y las feministas y, por otro, a los musulmanes conservadores y «fundamentalistas» que, si se les escucha, suenan imposiblemente antediluvianos. Muchos musulmanes, entre los que me incluyo, se sienten incómodos con ambos bandos. Lo que se necesita es una alternativa a esta polarización. La alternativa que propongo es el discurso jurídico islámico, que podría describirse mejor como el ámbito discursivo en el que se resuelven las cuestiones de importancia social. Que el cambio positivo pueda producirse desde dentro -utilizando el discurso islámico- es posible porque los sistemas discursivos islámicos son lo suficientemente amplios y matizados como para dar cabida a una gran variedad de iniciativas médicas y de salud pública. El cambio social significativo y la mejora de la salud pública podrían producirse estimulando y recuperando las numerosas prácticas islámicas de la sunnah (ejemplares) que tanto favorecen el bienestar físico y material. Al abordar el cambio a través de los formatos tradicionales existentes y probados, los musulmanes podrían efectuar un cambio valioso y significativo en sus comunidades. Las comunidades musulmanas no deberían depender de las agencias occidentales ni de sus propios Estados-nación para resolver los problemas a los que se enfrentan, incluidas las trágicas consecuencias de la infibulación y la clitoridectomía, ampliamente practicadas; en su lugar, debemos aplicar nuestras propias prácticas tradicionales y apoyar un discurso jurídico islámico autóctono.