Un hombre estadounidense es condenado a 17 años de prisión por viajar a la República Dominicana para aprovecharse de las niñas

La proximidad del país a Estados Unidos y sus idílicas playas lo convierten en un destino vacacional fácil para muchos, pero la pobreza del país hace que los niños que buscan una forma de mantener a sus familias puedan ser objetivo de los abusadores.

«No hay inmunidad para estos crímenes atroces, ya sean cometidos en el país o en el extranjero», dijo en un comunicado Benjamin G. Greenberg, el fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida.

Según los registros judiciales, el Sr. Symonds envió mensajes a las niñas en Facebook, preguntándoles repetidamente si eran de su propiedad y pidiéndoles que le enviaran fotos de ellas desnudas. Cuando las chicas le enviaron fotos parcialmente desnudas, él respondió: «Sin ropa, Dios mío», instándolas a desnudarse más. El Sr. Symonds también envió a las chicas fotos suyas semidesnudas de visitas anteriores, incluida una en la que aparecían él y una de las chicas tumbados juntos, ambos parcialmente vestidos, según los documentos judiciales.

Algunos de los mensajes más reveladores no se enviaron a las chicas, sino a una persona que parecía ser un amigo suyo preocupado en la República Dominicana, cuyas iniciales son A.R. Los mensajes de Facebook entre los hombres fueron confiscados por las autoridades. A continuación se muestra un texto parcial de los mismos, traducido del español:

A.R.: oh my, be careful

A.R.: with your underage women

Symonds: lol

A.R.: Be careful

Symonds: a lot of minors, my god

A.R.: ok bro, whats going on?

Symonds: Pensé que tenía 20 años

A.R.: tiene 13 años hermano, ¿qué pasa?

El Sr. Symonds continuó diciendo a A.R. que estaba bien que la chica tuviera 13 años porque era amigo de los oficiales de policía y de su familia. Su amigo le informó que todos decían que el Sr. Symonds era el primer encuentro sexual de la niña de 13 años. El Sr. Symonds respondió que la madre de ella sabía de su relación y que todo estaba bien. Su amigo siguió advirtiéndole que tuviera cuidado.