Secretos de la fortaleza de los Asesinos' desenterrados en Siria

MASYAF, Siria (Reuters) – Enclavada al pie de las montañas costeras de Siria, una antigua ciudadela ha sido puesta en el mapa turístico gracias a la restauración y excavación que ha revelado los misterios de la secta medieval de los Asesinos, que una vez tuvo su sede aquí.

Saladino, el gran líder musulmán, sitió el castillo de Masyaf en el siglo XII. Pero se lo pensó dos veces antes de lanzarse al asalto de los Asesinos, que tenían fama de montar audaces operaciones para dar muerte a sus enemigos.

«Cualquiera que intentara tomar el castillo de los Asesinos estaría muerto al día siguiente», dijo Haytham Ali Hasan, un arqueólogo que participa en el proyecto de restauración.

Aunque Saladino había conquistado castillos de los cruzados con defensas mucho más fuertes, los historiadores creen que las amenazas de muerte de los Asesinos obligaron al guerrero kurdo a levantar el asedio de Masyaf.

Encaramado en una roca y con vistas a una llanura sembrada de rocas, el castillo ha sido restaurado por la Fundación Aga Khan para la Cultura.

Desde el año 2000 se han retirado toneladas de escombros del lugar, lo que ha permitido a los investigadores saber más sobre los ocupantes secretos de la ciudadela.

Una de las principales conclusiones, según Hasan, es que los Asesinos no eran muy buenos construyendo castillos, aunque el lugar ha perdurado bien y hoy tiene un aspecto impresionante para los visitantes.

«El sistema de defensa es muy pobre», dijo, repasando los conocimientos recién adquiridos sobre la construcción de Masyaf.

Los Asesinos habían intentado copiar los castillos de los Cruzados y de Saladino, «pero no muy bien», dijo, sugiriendo que las debilidades del fuerte podrían ser una prueba de la relativa pobreza del grupo.

Pero lo que a los Asesinos les faltaba en poderío, lo compensaban en sigilo. El propio Saladino escapó por poco de un intento de asesinato por parte de sus agentes armados con cuchillos.

Los Asesinos estaban dirigidos por Rashid Al-Din Sinan, también conocido como «El Viejo de la Montaña». Utilizó Masyaf como base para difundir las creencias de la secta ismaelita nizari a la que él y sus seguidores pertenecían.

Los ismaelitas nizari, seguidores de una rama del Islam chiíta, toman hoy al Aga Khan como su guía espiritual.

CISTERNOS, PASAJE SECRETO

El proyecto de restauración, completado durante el último año, ha revelado mucho sobre la historia de los ismaelitas en Siria, al tiempo que ha salvado partes del castillo del derrumbe.

Se han desenterrado cámaras, pozos, pasadizos, monedas y cerámicas de la época. «Ahora sabemos más sobre la vida de Sinan. Esto es muy importante para escribir la historia de la comunidad ismaelita en Siria», dijo Hasan.

Los ismaelitas vivían en el castillo desde el siglo pasado y la fortaleza sigue formando parte del tejido de la ciudad de Masyaf.

Los lugareños habían construido casas hasta la puerta principal del castillo y 12 fueron compradas y demolidas como parte del proyecto, facilitando la visita de los turistas.

«Entrar en el castillo solía ser una operación complicada», dijo Ali Esmaiel, director de la Red de Desarrollo del Aga Khan en Siria.

Se suponía que debía completarse en tres años, pero el proyecto tardó el doble debido a la riqueza de los descubrimientos, dijo Baidaa Husseino, ingeniera de arquitectura y coordinadora del sitio.

«Encontrabas el borde de algo y querías saber qué era», dijo. «Trabajábamos muchas horas más».

Los descubrimientos incluían un túnel que se creía que era un pasadizo de escape secreto, una casa de baños tradicional y un sistema de canales diseñados para llevar el agua de lluvia a las cisternas bajo el castillo.

Técnicas y materiales tradicionales

Muchos de los trabajos de restauración se hicieron a mano utilizando técnicas tradicionales. Los materiales se reprodujeron para que coincidieran con los utilizados por los constructores originales. El hormigón utilizado en los esfuerzos de preservación en la década de 1980 se sustituyó por materiales auténticos.

Siria ya cuenta con una lista de castillos bien conservados que datan de la época, incluyendo el imponente Krak des Chevaliers – una fortaleza de los cruzados a sólo una hora en coche de Masyaf.

Al igual que la Ciudadela de Saladino cerca de la actual ciudad costera de Latakia y la fortaleza en la ciudad de Alepo, Krak des Chevaliers tiene el estatus de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

El Fideicomiso Aga Khan para la Cultura también ha realizado trabajos de restauración en las ciudadelas de Saladino y Alepo.

Husseino, ella misma ismaelita, espera que los turistas añadan la fortaleza más pequeña de Masyaf a su lista de sitios para ver.

«Merece ser visitada», dijo.