Secreción y olor vaginal

La secreción maloliente o con olor a pescado no es normal

Como mujeres, crecemos para aprender lo que es normal y saludable para nuestros cuerpos. Lo mismo ocurre cuando se trata de nuestro olor femenino natural. Nuestras narices pueden ser los mejores detectives para identificar si todo está bien, o si puede haber un problema. Una vagina sana puede tener un olor sutil pero no desagradable, pero cuando las bacterias están desequilibradas debido a una infección, es probable que nuestra nariz lo detecte enseguida. De hecho, cualquier olor a pescado o maloliente no es normal, y es un buen indicador de que puede necesitar hablar con su profesional sanitario. Veamos los dos tipos de olores femeninos, las posibles causas, los síntomas relacionados y lo que puede hacer si experimenta un flujo maloliente.

Reconociendo el flujo normal y anormal

El flujo vaginal normal suele ser claro o lechoso y puede tener un sutil aroma que no es desagradable ni maloliente. Los cambios que pueden indicar un problema incluyen un aumento en la cantidad de flujo, un cambio en el color, el olor o la textura del flujo. También puede experimentar otros síntomas con un cambio en el flujo, como irritación, picor o ardor en la vagina o a su alrededor. La combinación de estos factores puede ayudar a revelar lo que puede estar ocurriendo en tu cuerpo. Un flujo vaginal se considera anormal si es:

• Más abundante de lo habitual
• Más espeso de lo habitual
• Semejante al pus
• Blanco y grumoso (como el requesón)
• Gris, verdoso, verdoso, amarillento o teñido de sangre
• Olor a heces o a pescado
• Acompañado de picor, ardor, sarpullido o dolor

Sólo tú conoces tu cuerpo. Si tiene un flujo vaginal que no le parece normal (con o sin otros síntomas), hable con su profesional sanitario.