Salmonella enterica spp (antes Salmonella choleraesuis)
On noviembre 30, 2021 by adminSalmonella enterica spp (antes Salmonella choleraesuis)
Ficha de datos de seguridad de patógenos – SUSTANCIAS INFECCIOSAS
Sección I – AGENTE INFECCIOSO
NOMBRE: Salmonella enterica spp. (antes Salmonella choleraesuis)
Sinónimo o referencia cruzada: Salmonella enterica spp. – Salmonelosis.
Serotipo Typhi – Fiebre tifoidea, Fiebre entérica, Tifus abdominalis, Salmonella enterica serotipo Typhi.
Serotipo Choleraesuis – Septicemia por Salmonella, cólera porcina, tifoidea porcina, Samonella enterica serotipo Choleraesuis, salmonelosis.
Serotipo Paratyphi – Fiebre entérica, fiebre paratifoidea, Salmonella Paratyphi tipo A, B y C, Salmonella enterica serotipo Paratyphoid A, B y C.
CARACTERÍSTICAS: Salmonella enterica es una de las dos especies de Salmonella (enterica y bongori) y un miembro de la familia Enterobacteriaceae (1, 2). Salmonella enterica spp. se subdivide en 6 subespecies (enterica (I), salamae (II), arizonae (IIIa), diarizonae (IIIb), houtenae (IV) e indica (VI) ). El hábitat habitual de la subespecie enterica (I) son los animales de sangre caliente (1-3). El hábitat habitual de las subespecies II, IIIa, IIIb, IV y VI son los animales de sangre fría y el medio ambiente (2). Todas las especies de Salmonella pueden infectar al ser humano. La subespecie de Salmonella enterica tiene 2610 serotipos diferentes; los más conocidos son los serotipos Typhi, Paratyphi, Enteriditis, Typhimurium y Choleraesuis (1). Los serotipos se caracterizan por tres antígenos de superficie: el antígeno flagelar «H», el antígeno oligosacárido «O» y el antígeno polisacárido «Vi» (presente en los serotipos Typhi y Paratyphi) (4). Salmonella enterica es un anaerobio facultativo y es un bastón gramnegativo, móvil y no esporádico que tiene un tamaño de 0,7 a 1,5 por 2,0 a 5,0 µm (4-6).
SECCIÓN II – IDENTIFICACIÓN DEL PELIGRO
PATOGENICIDAD/TOXICIDAD: Salmonella enterica puede causar cuatro manifestaciones clínicas diferentes: gastroenteritis, bacteriemia, fiebre entérica y un estado de portador asintomático (7). Es más frecuente en niños menores de 5 años, adultos de 20 a 30 años y pacientes de 70 años o más (7).
Gastroenteritis: La gastroenteritis o «intoxicación alimentaria» suele caracterizarse por náuseas repentinas, vómitos, calambres abdominales, diarrea, dolor de cabeza, escalofríos y fiebre de hasta 39 ºC (6-9). Los síntomas pueden ser de leves a graves y pueden durar entre 5 y 7 días (7, 8). El serotipo Typhimurium es la causa más común de gastroenteritis y se calcula que hay 1.300 millones de casos y 3 millones de muertes al año (1,4 millones de casos y 600 muertes sólo en EE.UU.) debido a la Salmonella no tifoidea (2, 9, 10). En los países con buenos recursos y bajos niveles de complicaciones invasivas, la tasa de mortalidad por Salmonella no tifoidea es inferior al 1% (10); sin embargo, en los países en desarrollo, la tasa de mortalidad puede llegar al 24% (10).
Bacteriemia: La bacteriemia se produce en el 3-10% de los individuos infectados con Salmonella enterica y ciertos serotipos (en particular el serotipo Choleraesuis) tienen tasas de mortalidad más altas (4, 11). Los individuos inmunodeprimidos y los pacientes con afecciones médicas comórbidas (por ejemplo, VIH-SIDA, diabetes, mellitus, neoplasias, corrosis, enfermedad granulomatosa crónica, anemia de células falciformes, enfermedad linfoproliferativa o enfermedad vascular del colágeno) tienen un mayor riesgo de desarrollar bacteriemia debido a una infección por Salmonella (4, 7). La bacteriemia puede causar un shock séptico; endocarditis, especialmente en pacientes mayores de 50 años o con afecciones cardíacas; infección de la aorta, especialmente en pacientes con enfermedad aterosclerótica preexistente; infecciones del hígado, el bazo y las vías biliares en pacientes con anomalías estructurales subyacentes; linfadenitis mesentérica; osteomielitis en huesos largos y vértebras; infección del tracto urinario; neumonía; absceso pulmonar; absceso cerebral; empiema subdural y epidural; meningitis; infecciones del SNC (raramente); y muerte (4, 7).
Fiebre entérica: También conocida como fiebre tifoidea, esta infección está causada por los serotipos Typhi y Paratyphi (7, 12). La fiebre entérica se caracteriza por fiebre (que aumenta en las 72 horas siguientes al inicio de la enfermedad) y cefalea, braquicardia, erupción tenue de color rosa en el abdomen y el tórax, anorexia, dolor abdominal, mialgias, malestar general, diarrea (más común en los niños) o estreñimiento (más común en los adultos), hepatoesplenomegalia, íleo segmentario, meningismo y manifestaciones neuropsiquiátricas (4, 7). Los síntomas menos comunes son dolor de garganta, tos y diarrea con sangre (4). Las complicaciones incluyen miocarditis, encefalopatía, coagulación intravascular, infecciones del árbol biliar y del tracto intestinal, infección del tracto urinario y lesiones metastásicas en huesos, articulaciones, hígado y meninges (7, 8). La complicación más grave (se produce en aproximadamente el 3% de los pacientes) es la hemorragia debida a las perforaciones del íleon terminal de las paredes del colon proximal (4, 7). Si no se trata, la fiebre puede durar semanas; sin embargo, con una terapia antimicrobiana adecuada, los pacientes suelen recuperarse en 10-14 días (7). La enfermedad es más leve en los niños y, si se trata, tiene una tasa de mortalidad inferior al 1%; los casos no tratados pueden tener una tasa de mortalidad superior al 10% (2, 4).
EPIDEMIOLOGÍA: Las infecciones por Salmonella enterica se producen en todo el mundo; sin embargo, algunas enfermedades son más frecuentes en diferentes regiones. La salmonelosis no tifoidea es más frecuente en los países industrializados, mientras que la fiebre entérica se da sobre todo en los países en desarrollo (con el mayor número de casos en Asia) (4, 12). Cada año se producen unos 1.300 millones de casos de salmonelosis no tifoidea en todo el mundo y la OMS calcula que cada año se producen 17 millones de casos y más de 500.000 muertes a causa de la fiebre tifoidea (4, 10). El pico de la enfermedad se produce en verano y otoño, y es más frecuente en los niños (2, 7, 9). En el mundo en desarrollo, la salmonelosis contribuye a la morbilidad y la mortalidad por diarrea infantil, ya que la bacteria es responsable de alrededor del 20% de los casos (4, 13). Se han registrado epidemias de salmonelosis en instituciones como hospitales y residencias de ancianos (7).
RANGE DE HUÉSPEDES: En el caso de los serotipos que causan salmonelosis no tifoidea, los principales huéspedes son los animales domésticos y salvajes, como el ganado vacuno, los cerdos, las aves de corral, las aves silvestres y los animales domésticos (especialmente los reptiles), así como las moscas (8, 14, 15). El ser humano suele ser el huésped final (8). En el caso de Salmonella Typhi, el ser humano es el único huésped conocido (7).
Dosis infecciosa: La dosis infecciosa varía con el serotipo. Para la salmonelosis no tifoidea, la dosis infecciosa es de aproximadamente 103 bacilos (4, 7). Para la fiebre entérica, la dosis infecciosa es de aproximadamente 105 bacilos por ingestión (4, 6, 7). Los pacientes con aclorhidria, inmunidad celular deprimida o de edad avanzada pueden infectarse con una dosis infecciosa menor (4, 7). La dosis infecciosa también puede depender del nivel de acidez del estómago del paciente (4).
MODO DE TRANSMISIÓN: La infección humana suele producirse al consumir alimentos y agua contaminados, al entrar en contacto con heces infectadas, así como al entrar en contacto con animales infecciosos, alimentos para animales o seres humanos (2, 4, 7, 8, 16). Los alimentos que suponen un mayor riesgo son la carne, las aves de corral, los productos lácteos y los ovoproductos (7-9). En los hospitales, la bacteria ha sido propagada por el personal de las salas de pediatría, ya sea en sus manos o en los escopios desinfectados inadecuadamente (5, 17). Las moscas pueden infectar los alimentos, lo que también puede suponer un riesgo de transmisión a los humanos (18, 19).
PERÍODO DE INCUBACIÓN: Para la salmonelosis no tifoidea, el período de incubación es variable, depende del tamaño del inóculo y suele oscilar entre 5 y 72 horas (8). En el caso de la fiebre tifoidea, el periodo de incubación puede oscilar entre 3 y 60 días, aunque la mayoría de las infecciones se producen entre 7 y 14 días después de la contaminación (4). El periodo de incubación de la fiebre tifoidea es muy variable y depende del tamaño del inóculo, la susceptibilidad del huésped y la cepa bacteriana (2, 4).
COMUNICABILIDAD: Los seres humanos pueden propagar la enfermedad mientras eliminen la bacteria en sus heces (20). Algunos portadores eliminan la bacteria durante años y el 5% de los pacientes que se recuperan de una salmonelosis no tifoidea pueden eliminar la bacteria durante 20 semanas (7). Los animales pueden tener un estado latente o de portador en el que excretan el organismo de forma breve, intermitente o persistente (4).
SECCIÓN III – DISEMINACIÓN
RESERVORIO: En el caso de la salmonelosis no tifoidea, los huéspedes reservorio son los animales domésticos y silvestres, como el ganado vacuno, los cerdos, las aves de corral, las aves silvestres, las moscas y los animales domésticos (especialmente los reptiles), así como otros seres humanos (con el estado de portador crónico) (7, 8, 14, 18). Para el serotipo Typhi, los humanos con el estado de portador crónico son el único reservorio de la enfermedad (7, 14).
ZOONOSIS: Sí. La transmisión entre animales y humanos se produce cuando los humanos están en contacto con animales infecciosos y sus heces (2, 8).
VECTORES: Las moscas son un posible vector indirecto ya que pueden transmitir la bacteria a los alimentos (19).
SECCIÓN IV – ESTABILIDAD Y VIABILIDAD
SUSCEPTIBILIDAD A MEDICAMENTOS: Susceptible al cloranfenicol, ciproflaxina, amoxicilina, cotrimoxazol, trimethprim-sulfonamid, cefalosporinas y norfloxacina (4, 8). Se ha notificado cierta resistencia al cloranfenicol y, en 1989, el 32% de las cepas eran multirresistentes (2, 4, 17).
SUSCEPTIBILIDAD A LOS DESINFECTANTES: Las bacterias gramnegativas son susceptibles al 2-5% de fenol, al 1% de hipoclorito de sodio, al 4% de formaldehído, al 2% de glutaraldehído, al 70% de etanol, al 70% de propanol, al 2% de ácido peracético, al 3-6% de peróxido de hidrógeno, a los compuestos de amonio cuaternario y a los yodóforos; sin embargo, Salmonella spp. es resistente a los nitritos (6, 17).
INACTIVACIÓN FÍSICA: Susceptible al calor húmedo (121 ºC durante al menos 15 minutos) y al calor seco (170 ºC durante al menos 1 hora) (17). La Salmonella spp. también puede desinfectarse con ozono (17).
Supervivencia FUERA DEL HUESO: El serotipo Choleraesuis puede sobrevivir en heces porcinas húmedas durante al menos 3 meses y en heces porcinas secas durante al menos 13 meses (21). El serotipo Dublin puede sobrevivir en heces extendidas sobre hormigón, caucho y poliéster durante casi seis años (17). El serotipo Typhimurium puede sobrevivir en los purines del ganado durante 19-60 días, en el estiércol del ganado durante 48 días, en el suelo durante 231 días y en el agua hasta 152 días (22, 23). Se ha demostrado que las moscas excretan ciertos serotipos durante 8 días y las chinches pueden excretar bacilos hasta 21 días (15, 24). Se ha demostrado que ciertos serotipos sobreviven en las yemas de los dedos hasta 80 minutos, dependiendo del tamaño del inóculo (25). Se ha descubierto que los serotipos de Salmonella viven hasta 63 días en la lechuga, 231 días en el perejil, 32 semanas en las pacanas, 10 meses en el queso cheddar refrigerado, 9 meses en la mantequilla, hasta 63 días en el yogur congelado y hasta 20 semanas en la carne picada de vacuno y el pollo congelados (26-28).
SECCIÓN V – PRIMEROS AUXILIOS / MEDICINA
SUVEDAD: Vigilar los síntomas. Confirmar el diagnóstico por aislamiento en heces o sangre y por serotipificación para identificar el serotipo (7, 8).
Nota: Todos los métodos de diagnóstico no están necesariamente disponibles en todos los países.
PRIMEROS AUXILIOS/TRATAMIENTO: El tratamiento depende de los síntomas clínicos que presente el paciente.
Gastrotenteritis: La reposición de líquidos y electrolitos, así como el control de las náuseas y los vómitos son los tratamientos habituales para estos síntomas (7, 8). No se suele utilizar tratamiento antibiótico; sin embargo, puede ser necesario en neonatos, niños, ancianos e inmunodeprimidos, en cuyo caso pueden utilizarse ciproflaxina, cotrimoxazol, ampicilina y cefalosporinas (4, 7, 8).
Bacteriemia: El tratamiento antibiótico se utiliza para tratar la bacteriemia (por ejemplo, ciproflaxina, cotrimoxazol, ampicilina o cefalosporinas), especialmente en neonatos, niños, ancianos e inmunodeprimidos (7, 8).
Fiebre entérica: El cloranfenicol es el antibiótico más utilizado para la fiebre entérica, aunque también se están utilizando la ampicilina, la trimetoprima-sulfonamida, las cefalosporinas, la ciproflaxina y la norfloxacina para tratar la enfermedad (4, 7).
Estado de portador asintomático: Los portadores pueden ser tratados con ciproflaxina para reducir la propagación del agente infeccioso (8).
IMMUNIZACIÓN: Actualmente no existe ninguna vacuna para prevenir la salmonelosis no tifoidea (14). Tres vacunas (2 parenterales y 1 oral) están autorizadas para su uso en los EE.UU. y deben considerarse para quienes trabajan con el serotipo Typhi en un entorno de laboratorio y para los viajeros que van a pasar períodos prolongados en zonas endémicas (4, 7, 14). Las vacunas disponibles ofrecen una protección moderada contra la fiebre tifoidea; sin embargo, no protegen contra el serotipo Paratyphi de la bacteria (12). Se ha demostrado que una vacuna oral viva protege al 70% de los niños inoculados en zonas endémicas (7). No se recomienda la vacunación en mujeres embarazadas ni en pacientes con VIH-SIDA (29).
PROFILAXIS: Los antibióticos pueden utilizarse como profilaxis en individuos de riesgo (por ejemplo, neonatos y personas inmunodeprimidas) (7). El suministro de agua limpia, el saneamiento y el tratamiento de los portadores son las mejores medidas profilácticas para prevenir la propagación de la fiebre entérica en zonas endémicas (7).
SECCIÓN VI – RIESGOS DE LABORATORIO
Infecciones adquiridas en el laboratorio: Hasta 1974 se notificaron 258 casos y 20 muertes por fiebre tifoidea adquirida en el laboratorio (6). Hasta 1976 se notificaron 48 casos de salmonelosis (2). Entre 1979 y 2004 se notificaron 64 casos y 2 muertes debidas a infecciones por Salmonella spp., la mayoría de ellas asociadas a S. Typhi (30).
Fuentes/especies: Todas las subespecies de Salmonella enterica (a excepción del serotipo Typhi) se encuentran en la sangre, la orina, las heces, los alimentos y piensos y los materiales ambientales (14). El serotipo Typhi se encuentra en la sangre, la orina, las heces y la bilis (14).
Peligros primarios: Los peligros primarios al trabajar con Salmonella enterica son la inoculación parenteral accidental y la ingestión (14). Todavía no se conoce el riesgo asociado a la exposición a los aerosoles (14).
Peligros especiales: Los animales infectados constituyen un riesgo (para todos los serotipos excepto Typhi y Paratyphi) (14).
SECCIÓN VII – CONTROLES DE LA EXPOSICIÓN / PROTECCIÓN PERSONAL
Clasificación del grupo de riesgo: Grupo de riesgo 2 (31). El grupo de riesgo asociado a Salmonella enterica ssp. refleja la especie en su conjunto, pero no refleja necesariamente la clasificación del grupo de riesgo de cada subespecie.
REQUISITOS DE CONTENCIÓN: Se recomiendan las prácticas, el equipo de seguridad y las instalaciones de nivel de contención 2 para el trabajo con materiales, animales o cultivos infecciosos o potencialmente infecciosos. Se recomiendan prácticas y procedimientos de nivel de contención 3 para las actividades con el serotipo typhi que puedan generar aerosoles o grandes cantidades de organismos. Estos requisitos de contención se aplican a la especie en su conjunto, y pueden no aplicarse a cada subespecie dentro de la especie.
ROPA PROTECTORA: Bata de laboratorio. Guantes cuando sea inevitable el contacto directo de la piel con materiales o animales infectados. Debe utilizarse protección ocular cuando exista un riesgo conocido o potencial de exposición a salpicaduras (32).
OTRAS PRECAUCIONES: Todos los procedimientos que puedan producir aerosoles, impliquen altas concentraciones o grandes volúmenes deben realizarse en una cabina de seguridad biológica (CSB). Debe limitarse estrictamente el uso de agujas, jeringas y otros objetos punzantes. El uso de agujas, jeringuillas y otros objetos punzantes debe limitarse estrictamente. Deben tenerse en cuenta precauciones adicionales cuando se realicen trabajos con animales o actividades a gran escala (32).
SECCIÓN VIII – MANIPULACIÓN Y ALMACENAMIENTO
Salpicaduras: Dejar que los aerosoles se asienten, luego, usando ropa protectora, cubrir suavemente el derrame con una toalla de papel absorbente y aplicar el desinfectante apropiado, comenzando por el perímetro y trabajando hacia el centro. Dejar un tiempo de contacto suficiente antes de comenzar la limpieza (32).
ELIMINACIÓN: Todos los residuos deben ser descontaminados antes de su eliminación, ya sea mediante esterilización por vapor, incineración o desinfección química (32).
ALMACENAMIENTO: El agente infeccioso debe almacenarse en un contenedor sellado e identificado (32).
SECCIÓN IX – INFORMACIÓN REGLAMENTARIA Y DE OTRO TIPO
INFORMACIÓN REGLAMENTARIA: La importación, el transporte y el uso de agentes patógenos en Canadá están regulados por muchos organismos normativos, entre ellos la Agencia de Salud Pública de Canadá, el Ministerio de Salud de Canadá, la Agencia Canadiense de Inspección Alimentaria, el Ministerio de Medio Ambiente de Canadá y el Ministerio de Transporte de Canadá. Los usuarios son responsables de garantizar el cumplimiento de todas las leyes, reglamentos, directrices y normas pertinentes.
ACTUALIZADO: Agosto de 2010
PREPARADO POR: Dirección de Regulación de Patógenos, Agencia de Salud Pública de Canadá.
Aunque la información, las opiniones y las recomendaciones contenidas en esta Ficha de Datos de Seguridad de Patógenos se han recopilado de fuentes consideradas fiables, no aceptamos ninguna responsabilidad por la exactitud, la suficiencia o la fiabilidad, ni por cualquier pérdida o daño resultante del uso de la información. Son frecuentes los peligros recién descubiertos y esta información puede no estar completamente actualizada.
Deja una respuesta