¿Qué pasaría si comieras demasiado atún? Signos y síntomas de intoxicación por mercurio

El atún es barato, saludable y, me atrevo a decir, delicioso, pero el consumo de atún en Estados Unidos ha disminuido drásticamente en las últimas décadas debido al temor a la intoxicación por mercurio. Aun así, este pescado tiene muchos beneficios para la salud, por lo que es mejor no eliminarlo completamente de la dieta. Pero, ¿cuánto atún es demasiado, y qué pasaría si se cruza este umbral?

El mercurio no es una parte natural del atún; es el resultado de la contaminación. El mercurio es emitido por las fábricas industriales de carbón repartidas por todo el planeta, y acaba llegando a los océanos y otras vías fluviales, informó Medical News Today. Aquí, las bacterias naturales absorben el mercurio y lo convierten en una sustancia química conocida como metilmercurio. Los peces se comen el metilmercurio, y estos peces son consumidos por peces aún más grandes, y así continúa el círculo de la vida. Cuanto más arriba en la cadena alimentaria esté el pez, más mercurio habrá absorbido. Cuando comemos pescado, también consumimos el mercurio de su cuerpo.

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¿Qué ocurre si se come demasiado atún?

El mercurio es una sustancia química que no tiene ningún valor nutricional ni propósito en el cuerpo humano. Aunque el cuerpo puede eliminar el mercurio en dosis bajas, en dosis más altas, el metal puede interferir con el cerebro y el sistema nervioso, informó Medical News Today.

Los efectos del envenenamiento por mercurio son generalizados, y desafortunados. Los primeros signos de intoxicación por mercurio son el entumecimiento de los dedos de las manos y de los pies, y la falta de coordinación, informó The Huffington Post. En los adultos, la intoxicación por mercurio puede afectar a la fertilidad y a la regulación de la presión sanguínea, y causar pérdida de memoria, temblores y pérdida de visión. La intoxicación por mercurio a largo plazo puede afectar a la memoria y a la capacidad de aprendizaje, provocar un comportamiento errático y causar defectos de nacimiento a los fetos expuestos en el vientre materno, informó la revista Discover. En el peor de los casos, la exposición extrema al mercurio puede causar problemas renales, insuficiencia respiratoria y la muerte.

El daño del mercurio es más grave en un cerebro joven, aún en desarrollo, por lo que se aconseja a los niños comer menos atún que los adultos. Además, el mercurio no nos afecta a todos por igual. Según la revista Discover, algunas personas tienen una mutación genética que les permite expulsar el mercurio de su cuerpo rápidamente, mientras que otras tienen una mutación genética que hace que sus células retengan el mercurio durante más tiempo, lo que aumenta su riesgo de envenenamiento.

Además, la única forma de revertir los efectos de la intoxicación por mercurio es dejar de consumir alimentos que contengan el producto químico y esperar a que sus niveles vuelvan a bajar.

Entonces, ¿cuánto es demasiado

El atún se utiliza para describir una amplia variedad de peces del océano, y hay dos tipos principales que consumimos en latas: el atún blanco y el trozo ligero. El atún blanco tiene hasta tres veces más mercurio que el ligero en trozos. Diferentes fuentes no se ponen completamente de acuerdo sobre la cantidad «segura» de atún. Por ejemplo, según The Washington Post, la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) recomienda que una persona de más de 45 kilos no coma más de una lata de atún blanco a la semana. La FDA es más estricta con sus recomendaciones, sugiriendo no más de una lata cada 9 días para una persona que pese 150 libras o más.

Por otro lado, se puede comer un poco más de atún claro -que proviene de un pez más pequeño y por lo tanto contiene menos mercurio- poco menos de tres latas a la semana, estima la EPA. Por supuesto, esto se basa en su masa corporal total. Además, las mujeres embarazadas, que quieran quedarse embarazadas o que estén amamantando, así como los niños pequeños, deben comer menos atún. La Administración de Alimentos y Medicamentos recomienda de dos a tres porciones de 4 onzas a la semana para las mujeres, y de una a dos porciones a la semana para los niños, a partir de los dos años de edad.

Considerando estas diferentes recomendaciones, lo mejor es limitar su consumo, pero no lo descarte por completo porque tiene algunos nutrientes saludables, incluyendo ciertos ácidos grasos.

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