Qué es la Misa Crismal y por qué es importante?
On octubre 27, 2021 by adminPhilip Kosloski – publicado el 18/04/19
Esta misa celebrada en la catedral es una liturgia importante en la vida de la iglesia local.
Entre las muchas liturgias que se celebran durante la Semana Santa, la Misa Crismal es una en la que pocos católicos participan. Esto se debe a que la liturgia se celebra siempre en la iglesia catedral de la diócesis, presidida por el obispo local.
Tradicionalmente esta misa se celebraba el Jueves Santo, aunque por razones pastorales en Estados Unidos suele trasladarse al lunes o al martes de la Semana Santa, y en algunos casos incluso se celebra en un día diferente durante la Cuaresma.
Todos los sacerdotes de la diócesis se reúnen para esta misa, y durante ella el obispo consagra los óleos sagrados utilizados en los sacramentos del Bautismo, la Confirmación, la Unción de los Enfermos y el Orden. Cada parroquia recibe su suministro anual de estos aceites en la Misa Crismal.
El Papa Benedicto XVI relató parte del simbolismo de esta Misa en una homilía pronunciada en 2010. Dijo: «En la Misa Crismal del Jueves Santo, los santos óleos están en el centro de la acción litúrgica. Se consagran en la catedral del obispo para todo el año. De este modo, sirven también como expresión de la unidad de la Iglesia, garantizada por el episcopado, y señalan a Cristo, el verdadero ‘pastor y guardián’ de nuestras almas»
Al comentar los óleos específicos, el Papa Benedicto explicó el significado de cada uno y cómo nos acompañan en nuestro camino de fe.
En cuatro sacramentos, el óleo es el signo de la bondad de Dios que se acerca a nosotros: en el bautismo, en la confirmación como sacramento del Espíritu Santo, en los distintos grados del sacramento del orden y, finalmente, en la unción de los enfermos, en la que el óleo se nos ofrece, por así decirlo, como la medicina de Dios -como la medicina que ahora nos asegura su bondad, ofreciéndonos fuerza y consuelo, pero que al mismo tiempo apunta más allá del momento de la enfermedad hacia la curación definitiva, la resurrección (cf. Jas 5,14). Así, el aceite, en sus diferentes formas, nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida: empezando por el catecumenado y el bautismo, y continuando hasta el momento en que nos preparamos para encontrarnos con Dios, nuestro Juez y Salvador.
Además, «la Misa Crismal, en la que se nos presenta el signo sacramental del óleo como parte del lenguaje de la creación de Dios, nos habla en particular a nosotros, que somos sacerdotes: nos habla de Cristo, a quien Dios ungió como Rey y Sacerdote -de quien nos hace partícipes de su sacerdocio, de su «unción», mediante nuestra propia ordenación sacerdotal.»
Uno de los aspectos adicionales de la Misa Crismal es la renovación anual de las promesas sacerdotales. Con todos los sacerdotes de la diócesis local presentes ante el obispo, renuevan su fidelidad a él y a Jesucristo.
Otra dimensión de esta misa es cómo en la narración bíblica de la Semana Santa Jesús visita a sus amigos en Betania y María lo unge con el óleo precioso, preparándolo para su entierro. De este modo, la Misa Crismal recuerda estos episodios y señala lo que sucederá más adelante en la semana.
La Misa Crismal es una hermosa celebración de la unidad y está destinada a fortalecer los lazos con una diócesis, uniendo todas las parroquias bajo la guía de su pastor local. Se anima a todos los laicos a asistir a esta liturgia y a experimentar la belleza de la iglesia local.
Leer más: Una guía visual de la Semana Santa: Esto es lo que hay que saber Leer más: ¿Qué es el perdón apostólico?
Deja una respuesta