¿Qué es la Disciplina Positiva?

El enfoque adleriano y los principios fundadores de la Disciplina Positiva:

• El enfoque adleriano es global. Tiene en cuenta los sentimientos, los pensamientos y las decisiones del individuo, incluyendo la familia, lo social y lo profesional.
• Cada individuo merece respeto y dignidad.
• Todo ser humano necesita tener un sentido de pertenencia a una comunidad y la capacidad de contribuir al bienestar de esa comunidad (Gemeinschaftsgefühl).
• El estímulo, que se centra en los puntos fuertes del individuo, permite un cambio constructivo.
• Todo comportamiento tiene un propósito.
• Los niños desarrollan creencias a partir de sus experiencias, que influyen en su comportamiento a lo largo de su vida.
• La libertad de cada uno conlleva una responsabilidad.

Definición de las palabras ‘Disciplina’ y ‘Positivo’.

La definición de la palabra «disciplina» varía según los individuos y las culturas. Parece oportuno redefinir su significado:

DISCIPLINA: Del latín, disciplina significa «enseñanza», la acción de instruir, y discipulus – «alumno»- el que aprende mediante la instrucción de un maestro. La disciplina tiene la vocación de enseñar, no de castigar ni de someterse a una autoridad.

POSITIVO: «Lo que se enfoca, crece» significa que centrarse en los puntos fuertes de un individuo le hará crecer. También exige tener una mente abierta para ver las dificultades o los errores como oportunidades de aprendizaje.

La Disciplina Positiva está diseñada para enseñar a los jóvenes a convertirse en miembros responsables, respetuosos e ingeniosos de sus comunidades. Enseña importantes habilidades sociales y para la vida de una manera que es profundamente respetuosa y alentadora tanto para los niños como para los adultos.

Si usted es un padre, maestro, en el lugar de trabajo o, quiere mejorar su relación con su pareja, la filosofía de la Disciplina Positiva le proporcionará herramientas aplicables que pueden hacer una diferencia en su vida.

¿Cómo y por qué funciona?

Investigaciones recientes nos dicen que los niños están «cableados» desde el nacimiento para conectarse con los demás, y que los niños que sienten un sentido de conexión con su comunidad, familia y escuela son menos propensos a portarse mal. Y lo mismo puede decirse de los adultos.

El comportamiento desafiante se debe a que el individuo no tiene un sentido de pertenencia (conexiones) y/o de importancia (contribución). Si una o ambas de estas dos necesidades humanas básicas no se satisfacen, el niño y/o el adulto encontrarán una forma de sentir pertenencia y significación, aunque no sea de forma útil.

Una herramienta innovadora son los Objetivos Equivocados. Rudolf Dreikurs reconoció cuatro objetivos erróneos (formas negativas de lograr la pertenencia y la significación); la atención, el poder, la venganza y la insuficiencia asumida.

La Disciplina Positiva le enseñará a identificar estas creencias erróneas a medida que aparecen, y le dará estrategias y herramientas para utilizarlas en el momento.

¡Si podemos cambiar las creencias, podemos cambiar el comportamiento!

Con la creciente presión para sobresalir en la crianza de los hijos, en el trabajo y en las relaciones personales, es fácil sentirse estresado e insatisfecho. Los talleres de Disciplina Positiva y las sesiones de coaching le ayudarán a encontrar soluciones y a avanzar.