Potros recién nacidos: Lo que hay que tener en cuenta
On diciembre 30, 2021 by adminPor Lilly Haywood, VMD, y Laurie Metcalfe, DVM
Los potros recién nacidos son susceptibles a una plétora de problemas que no se ven en los caballos adultos. Debido a que las condiciones aparentemente leves pueden convertirse rápidamente en críticas o incluso fatales, es importante que un veterinario evalúe a todos los potros recién nacidos dentro de las primeras 24 horas de vida. Sin embargo, un propietario astuto puede ayudar en gran medida al veterinario reconociendo el parto normal (nacimiento) y el comportamiento posterior al parto e informando de cualquier desviación.
Una vez que la yegua rompe aguas, el potro debe nacer dentro de 20 a 30 minutos. Después de eso una buena regla general para recordar es «1, 2 y 3»: El potro debe ponerse de pie a la hora de nacer, debe mamar a las dos horas y la yegua debe expulsar la placenta a las tres horas. El potro debe empezar a expulsar meconio (su primer estiércol) en una o dos horas. Llame a su veterinario si hay alguna desviación de estos plazos.
Haga que se evalúe la calidad del calostro (primera leche) de la yegua utilizando un refractómetro. El calostro contiene importantes anticuerpos que ayudan a proteger al potro recién nacido de las infecciones durante los primeros meses de vida mediante un proceso llamado transferencia pasiva. No amamantar o ingerir calostro de mala calidad puede hacer que falle la transferencia pasiva. Los potros afectados corren el riesgo de desarrollar sepsis (una infección bacteriana en el torrente sanguíneo), que puede provocar problemas graves como meningitis, neumonía y articulaciones infectadas. Su veterinario puede realizar análisis de sangre, incluyendo un recuento de IgG y de sangre completa, durante el examen del nuevo potro para asegurarse de que ha recibido los anticuerpos adecuados de su madre y de que tiene un sistema inmunitario competente. Si el calostro es de mala calidad y su potro tiene menos de 12 horas de vida, su veterinario podría entubarlo con calostro de una yegua donante. Después de 12 horas, él o ella puede administrar plasma hiperinmunizado disponible comercialmente para proporcionar los anticuerpos necesarios.
Por todo lo bueno que hace el calostro, a veces la ingestión conduce a un problema conocido como isoeritrólisis neonatal. Si el calostro de la madre contiene anticuerpos contra el tipo de sangre del potro, su cuerpo comenzará a lisar sus propios glóbulos rojos. Esto puede debilitar rápidamente e incluso matar al potro. Uno de los primeros signos, además de la debilidad generalizada, es el color amarillo de las membranas mucosas. Su veterinario puede realizar un análisis de sangre a la yegua antes del parto y, si detecta estos anticuerpos, puede administrar calostro y leche de donante al potro durante las primeras 24 horas de vida.
Otro problema que los propietarios exigentes pueden detectar es el síndrome del potro bobo. Estos potros pueden haber experimentado un parto prolongado, privándoles de oxígeno y dejándolos en un estado de hipoxia. Suelen comportarse con normalidad durante las primeras 12 horas tras el parto, y luego empiezan a mostrar un comportamiento anormal, como la incapacidad de amamantar, un cambio de mentalidad y una debilidad generalizada. Estos potros pueden progresar rápidamente hasta el decúbito completo (tumbado) y a menudo requieren cuidados de enfermería las 24 horas del día.
También pueden producirse problemas gastrointestinales. El meconio es la materia fecal pegajosa y negra que llena el tracto gastrointestinal del feto. Si el feto se estresa al final de la gestación, podría expulsar meconio en el útero, manchando éste y los fluidos fetales circundantes. La tinción de meconio es un fuerte indicio de que el potro está comprometido, y su veterinario debe evaluarlo lo antes posible. El meconio retenido (impactación de meconio) tras el nacimiento del potro es una de las causas más comunes de cólico neonatal. Los signos clínicos incluyen revolcarse o hacer esfuerzos para defecar. Sin embargo, los neonatos pueden tener cólicos por muchas razones; cualquier signo de cólico en su recién nacido debe justificar una llamada inmediata a su veterinario.
Los problemas de conformación en los neonatos también requieren una rápida intervención veterinaria. Uno de los defectos de conformación más comunes es la laxitud de los tendones. Estos potros generalmente requieren un aumento gradual del ejercicio, ya que sus tendones se fortalecen lentamente, pero no necesitan un vendaje. La contractura de los tendones, en cambio, requiere una mayor intervención del veterinario. Si se diagnostica a tiempo, muchos casos de contractura pueden corregirse con medicación sistémica y vendajes. Si se deja progresar, la contractura se vuelve significativamente más difícil de arreglar.
Aunque esta no es en absoluto una lista exhaustiva, hemos intentado destacar algunos de los problemas más comunes que vemos en los neonatos. Saber lo que es normal puede ser muy útil para determinar cuándo llamar a su veterinario. Y asegúrese siempre -incluso con un parto normal- de que su veterinario evalúe a su potro recién nacido dentro de las 24 horas siguientes al nacimiento.
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