Potenciadores del estado de ánimo y del comportamiento
On octubre 7, 2021 by adminLos potenciadores del estado de ánimo y del comportamiento se toman con el fin de alterar el estado de ánimo o los comportamientos sociales en personas que pueden o no estar mentalmente sanas.
El uso de potenciadores del estado de ánimo y del comportamiento no es nada nuevo, y en particular drogas como el alcohol, el cannabis y el MDMA se han utilizado para este tipo de efectos. Además de estas drogas más «tradicionales», la gente está encontrando nuevas formas de mejorar su estado de ánimo, reducir la ansiedad, aliviar el dolor y aumentar la «felicidad». Por ejemplo, el uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) para tratar los «sentimientos de depresión» (por ejemplo, Prozac) o el uso de betabloqueantes (por ejemplo, Propranolol) para tratar el miedo escénico.
Actualmente hay poca investigación sobre las personas que utilizan estas drogas como parte de su tratamiento médico o simplemente para mejorar. En EE.UU., 54 millones de personas mayores de 12 años han consumido medicamentos con receta por motivos no médicos a lo largo de su vida. Los fármacos de prescripción más utilizados por motivos no médicos son los analgésicos (por ejemplo, la oxicodona), los depresores del sistema nervioso central (por ejemplo, los tranquilizantes) y los estimulantes de prescripción. Otro estudio realizado en el Reino Unido demostró que la prevalencia del consumo de medicamentos con receta a lo largo de la vida era del 33% entre los estudiantes y del 25% entre el personal universitario, de los cuales, una vez más, los analgésicos eran los principales fármacos utilizados, seguidos de los sedantes (por ejemplo, el amobarbital) y los somníferos (por ejemplo, el alprazolam). Además, se ha demostrado que un número cada vez mayor de personas utiliza los ISRS para mejorar su estado de ánimo, aunque varios estudios han demostrado que no tienen efectos inmediatos o retardados de mejora del estado de ánimo. El uso de potenciadores del estado de ánimo y de la conducta es más común entre los individuos que tienen una gran carga de trabajo y estrés privado, como los cirujanos o los estudiantes.
En general, los daños que plantean estos tipos de fármacos para mejorar el estado de ánimo han sido ampliamente estudiados en la literatura médica, ya que la mayoría de los potenciadores del estado de ánimo y de la conducta son medicamentos autorizados que se utilizan para tratar problemas como la depresión y el trastorno de ansiedad social. Como cualquier medicamento, estos fármacos pueden tener varios efectos secundarios potenciales, entre ellos una serie de efectos físicos y psiquiátricos. Por ejemplo, los analgésicos y los ISRS pueden provocar mareos, fatiga, dolores de cabeza, problemas de sueño y erupciones cutáneas. Además, existe un riesgo de dependencia cuando se utilizan ciertos potenciadores del estado de ánimo y del comportamiento (por ejemplo, los opioides), incluso cuando se toman durante más de unos días. Sin embargo, existen pocas investigaciones sobre los efectos de estos fármacos en individuos sanos que los consumen por razones no médicas.
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