¿Por qué me detengo en el pasado?

A muchos nos gusta escribir en un diario, leer autobiografías o reflexionar con nostalgia con otras personas sobre tiempos pasados.

¿Por qué es tan importante recordar nuestro pasado? ¿Existen desventajas? ¿Y qué podemos hacer si nos molesta recordar el pasado?

Los recuerdos nos hacen humanos

Durante varias décadas, los investigadores han demostrado que recordar el pasado es fundamental para ser humano, y tiene cuatro funciones importantes.

1. Los recuerdos ayudan a formar nuestra identidad

Nuestros recuerdos personales nos dan una sensación de continuidad: la misma persona (o sentido del yo) moviéndose a través del tiempo. Proporcionan detalles importantes sobre quiénes somos y quiénes nos gustaría ser.

2. Los recuerdos nos ayudan a resolver problemas

Los recuerdos nos ofrecen soluciones potenciales a problemas actuales y nos ayudan a guiarnos y dirigirnos cuando los resolvemos.

3. Los recuerdos nos hacen sociales

Los recuerdos personales son esenciales para las interacciones sociales. Ser capaz de recordar los recuerdos personales proporciona un material importante a la hora de hacer nuevos amigos, formar relaciones y mantener las que ya tenemos.

4. Los recuerdos nos ayudan a regular nuestras emociones

Nuestros recuerdos proporcionan ejemplos de situaciones similares en las que hemos estado antes. Esto nos permite reflexionar sobre cómo hemos gestionado esa emoción antes y qué podemos aprender de esa experiencia.

Estos recuerdos también pueden ayudarnos a gestionar las emociones negativas fuertes. Por ejemplo, cuando alguien se siente triste puede dedicar tiempo a pensar en un recuerdo positivo para mejorar su estado de ánimo.

Los recuerdos nos ayudan a funcionar en nuestra sociedad en general

Hablar de nuestros recuerdos personales no sólo nos ayuda como individuos. También nos permite funcionar en nuestro contexto sociocultural; la sociedad y la cultura influyen en la forma en que recordamos nuestro pasado.

Por ejemplo, en las culturas individualistas occidentales la gente tiende a recordar recuerdos largos, específicos, detallados y centrados en el individuo.

En cambio, en las culturas de Asia Oriental la gente tiende a recordar cosas más generales centradas en las interacciones sociales y en las personas importantes. Los investigadores han observado estas diferencias en niños y adultos.

De hecho, la forma en que los padres hablan de los acontecimientos pasados con sus hijos difiere culturalmente.

Los padres de las culturas occidentales se centran más en el niño y en sus pensamientos y emociones que los padres de Asia oriental. Por lo tanto, hay incluso diferencias culturales en la forma de enseñar a nuestros hijos a pensar en el pasado.

Las personas de las culturas occidentales individualistas tienden a rememorar recuerdos específicos y únicos que reafirman la singularidad de alguien, un valor que se enfatiza en las culturas occidentales. Por el contrario, en las culturas de Asia Oriental, los recuerdos tienen la función de ayudar a la relación y a la conexión social, un valor que se enfatiza en las culturas de Asia Oriental.

Los recuerdos y la mala salud

Como el recuerdo del pasado desempeña un papel tan crucial en la forma en que funcionamos como seres humanos, no es de extrañar que las alteraciones en la forma de recordar surjan en varios trastornos psicológicos.

Las personas con depresión, por ejemplo, tienden a recordar más recuerdos personales negativos y menos recuerdos personales positivos que las personas sin depresión. Por ejemplo, alguien con depresión puede recordar haber suspendido un examen en lugar de recordar sus éxitos académicos.

Las personas con depresión también tienen grandes dificultades para recordar algo de un momento y lugar concretos, por ejemplo «Me gustó mucho ir a la fiesta de Sam el jueves pasado». En su lugar, proporcionan recuerdos de experiencias generales, por ejemplo, «Me gusta ir a fiestas».

Hemos descubierto que las personas con depresión también tienden a estructurar su historia de vida de manera diferente y a informar de historias de vida más negativas. También tienden a recordar periodos de su vida, como ir a la universidad, como claramente positivos o negativos (en lugar de una combinación de ambos).

Las alteraciones de la memoria también son las características del trastorno de estrés postraumático. Esto ocurre cuando los recuerdos personales no deseados y angustiosos del trauma aparecen espontáneamente en la mente.

Las personas con trastornos de ansiedad también tienden a tener prejuicios cuando recuerdan su pasado personal. Por ejemplo, todos nosotros, por desgracia, experimentamos meteduras de pata sociales de vez en cuando, como tropezar al subir a un autobús o derramar una bebida en una fiesta. Sin embargo, es más probable que las personas con ansiedad social se vean consumidas por sentimientos de vergüenza y bochorno al recordar estas experiencias.

Por último, el hecho de pensar excesivamente y de forma repetitiva en el pasado, sin generar soluciones, puede ser poco útil. Puede provocar malestar emocional y, en casos extremos, trastornos emocionales, como la depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático.

No quiero pensar en el pasado. ¿Qué puedo hacer?

Si le molesta recordar el pasado, estos consejos prácticos pueden ayudarle.

Reserve un momento determinado del día para sus recuerdos. Puede escribir en un diario o anotar sus preocupaciones. Escribir sobre experiencias personales importantes de forma emocional durante tan sólo 15 minutos al día puede mejorar su salud mental y física.

Practique recordando recuerdos positivos específicos de su pasado. Esto puede permitirle comprometerse de forma diferente con sus recuerdos y obtener una nueva perspectiva de los mismos.

Aprenda y practique estrategias de atención plena. En lugar de insistir en los recuerdos dolorosos, centrarse en el momento presente (como prestar atención a la respiración, centrarse en lo que puede ver, oler u oír en ese momento) puede ayudar a romper un ciclo negativo

Cuando insista en los recuerdos del pasado, intente ser proactivo y generar ideas para resolver los problemas en lugar de limitarse a ser pasivo.

Consulte a su médico de cabecera o profesional de la salud si se siente angustiado por recordar el pasado.

Si este artículo le ha planteado problemas, o si está preocupado por alguien que conoce, llame a Lifeline al 13 11 14.