Por qué es importante hacer preguntas significativas

Hacer preguntas significativas es la piedra angular del aprendizaje y la vida porque es una práctica que utilizamos todos los días. De hecho, la mayor parte de nuestro éxito en la vida depende de que hagamos las mejores preguntas y luego tomemos las mejores decisiones.
En la educación, los beneficios de hacer preguntas son igualmente inconmensurables. Todo aprendizaje comienza con preguntas, y la forma en que cuestionamos y modelamos las preguntas para nuestros alumnos define la calidad de su aprendizaje. Si no se formulan preguntas significativas, el aprendizaje se pierde. Pero, ¿qué es más importante, la pregunta o la respuesta? Y si el aprendizaje es la respuesta, ¿cuál es la pregunta?

En el principio

Hace mucho tiempo, una gran parte de la educación en el aula consistía en recompensar las respuestas correctas y castigar las incorrectas. Obviamente, esto es una generalización, pero, no obstante, era una mentalidad común. El aprendizaje era entonces más lineal y estructurado, y tener las respuestas correctas se consideraba una medida de éxito en el aprendizaje.

Esto no pretende denostar la precisión, sino todo lo contrario. Saber lo básico del contenido y entenderlo completamente sigue contando. Lo que ocurre es que, a medida que la educación y los alumnos a los que enseña han ido evolucionando, hemos sido testigos de un cambio en el énfasis, que ha pasado de ser correcto a ser curioso.

Nos hemos dado cuenta de que la capacidad de un alumno para cuestionar de forma significativa y pensar de forma crítica y creativa es más crucial para el éxito en un mundo cambiante que la simple proclamación de respuestas correctas. La verdad es que es preferible centrarse en formular las mejores preguntas que podamos hacer.

Terry Heick habla de esto en su artículo Por qué las preguntas son más importantes que las respuestas. Apoya la idea de que perfeccionar nuestras preguntas es una práctica más valiosa que perseguir la corrección:

«Preguntar es el arte de aprender. Aprender a hacer preguntas importantes es la mejor prueba de comprensión que existe, superando con creces las endorfinas temporales de una respuesta correcta»

Ahora fomentamos la comprensión haciendo preguntas que hacen que el aprendizaje sea interesante y atractivo para nuestros alumnos. Por ello, nos centramos en las preguntas más que en las respuestas. Es cierto que una pregunta no tiene sentido si no tiene respuesta. Sin embargo, cuando nos centramos en hacer mejores preguntas tendemos a obtener mejores respuestas.

El resultado es que «tener razón» pasa a un segundo plano frente a ser reflexivo e introspectivo, y buscar soluciones importantes a problemas significativos. En otras palabras, fija la pregunta y la respuesta vendrá después.

¿Qué hay en una pregunta?

Cuando hacemos preguntas significativas, nuestro objetivo es hacer algo más que simplemente lograr el aprendizaje. Entre otras cosas, también queremos inspirar la curiosidad y conectar nuestras preguntas con lo que los alumnos encuentran relevante y atractivo. También queremos dar lugar a preguntas cada vez más específicas.
El aprendizaje es una respuesta a una necesidad o a lo que surge de nuestra curiosidad, o de una profunda conexión personal. Nuestras preguntas, planteadas correctamente, revelan los caminos para que nuestros alumnos lleguen a ellas.
¿Y qué hay en una pregunta? En una palabra, posibilidades.

Uno de los 10 Cambios de Práctica que utilizamos para definir el aprendizaje centrado en el futuro es el de las preguntas esenciales y de rebaño. Básicamente, esto significa que hacer preguntas significativas conduce a un pensamiento más profundo, y las respuestas conducen a más preguntas y a una investigación más profunda. Exploramos la posibilidad y el potencial en nosotros mismos y en el mundo que nos rodea utilizando dichas preguntas.
Por ejemplo, ¿existiría la filosofía si no nos hubiéramos preguntado: «¿Qué es lo real? ¿Existe un sentido de la vida? Si es así, ¿cuál es?». Consideremos la multitud de preguntas y disciplinas que han surgido de esa curiosidad. ¿Cuánto más conocimiento de nosotros mismos y de nuestro mundo tenemos ahora gracias a esa indagación? Ese es el poder de hacer preguntas significativas.

Por qué es importante hacer preguntas significativas

1. Proporciona una visión de lo que nuestros alumnos ya piensan y saben. Cuando hacemos preguntas significativas, queremos que los alumnos verbalicen lo que saben y cuáles son sus suposiciones sobre nuestras preguntas. Esto genera interés en el tema porque los alumnos se implican personalmente cuando su pensamiento y sus opiniones se cuestionan de forma constructiva.
2. Revela conexiones personales que se convierten en oportunidades para personalizar el aprendizaje. El aprendizaje personalizado se produce cuando el aprendizaje se ve reforzado por una conexión relevante entre la tarea y el alumno. Lo conseguimos mediante el uso de preguntas que conectan con nuestro plan de estudios, la pedagogía y el propio entorno de aprendizaje. Además, personalizamos el aprendizaje formulando también preguntas significativas sobre las infinitas posibilidades que aparecen frente a nosotros cada día para crear oportunidades de aprendizaje informal o momentos de enseñanza.
3. Fomenta la colaboración y la conversación. Cuando se trabaja en grupo, abordar preguntas significativas se convierte en la base del aprendizaje. A medida que los descubrimientos dan lugar a un cuestionamiento más profundo, la unidad del equipo se fortalece a medida que se responden más desafíos. La emoción sobreviene y el aprendizaje se produce.
4. Fomenta la autoexpresión creativa. Todos nos expresamos de forma única, y nuestros alumnos no son diferentes. Responder a preguntas relevantes y atractivas les da la oportunidad de compartir lo mejor de sí mismos.
5. Fomenta la autorreflexión profunda: Es necesario formular las preguntas adecuadas incluso después de haber realizado el trabajo. Como resultado, esto fomenta hábitos de cuestionamiento saludables para toda la vida. A modo de ejemplo, he aquí una lista de preguntas de autorreflexión con las que sus alumnos pueden hacer un informe una vez terminados los proyectos y las tareas.
6. Nos ayuda a repensar las suposiciones y a considerar alternativas. Todo el mundo hace suposiciones, pero reconsiderarlas de forma saludable y productiva es una verdadera revelación. Hacer preguntas significativas sobre lo que creemos saber ayuda a nuestras mentes a expandirse y a dar paso a nuevas formas de pensar.
7. Conduce a grandes ideas. Mira a tu alrededor y te darás cuenta de que todo lo que ves empezó con una cosa: una idea. De hecho, los mayores avances de la historia nunca se habrían producido si no hubiéramos cuestionado las cosas antes de que ocurrieran.

Bonificaciones añadidas

Además de todo esto, hacer preguntas con sentido puede:

• aumentar la autoconfianza
• establecer la confianza
• ejercer la memoria
• desarrollar la capacidad de comunicación oral
• protegernos de cometer errores
• fomentar una mentalidad de crecimiento
• hacer más productivo el trabajo
• hacer más efectivas las soluciones
• ayudarnos a tomar mejores elecciones/decisiones

En conclusión, hacer preguntas significativas da a nuestros alumnos permiso para ser curiosos y creativos. Pueden pensar y cuestionar de forma que se conviertan en mejores pensadores. También se esfuerzan por obtener un conocimiento más profundo y respuestas más significativas. Lo mejor de todo es que reciben amplias oportunidades para crecer en mente, cuerpo y espíritu.