Por qué el salmón en lata es una opción más inteligente que el atún

¿Por qué no comer simplemente atún, dices? Porque el salmón enlatado lo supera en todas las métricas. No tiene el problema del mercurio que tiene el atún porque el salmón rojo y el salmón rosado, los tipos más comúnmente enlatados, se alimentan principalmente de pequeños crustáceos y plancton (en lugar de peces más grandes, como el atún). El salmón en conserva contiene los mismos ácidos grasos omega-3 que el salmón fresco, así como muchas vitaminas del complejo A y B. Además, gran parte del salmón rojo estadounidense procede de la bahía de Bristol (Alaska), una pesquería sólida y bien gestionada. Según Paul Greenberg, autor de «The Omega Principle» y de otros dos libros sobre el marisco, «la forma más fácil de cambiar a una dieta más saludable y sostenible es cambiar el atún por el salmón».

Incluso en una crisis -o quizás especialmente durante una- queremos que nuestra comida sepa bien. Y el salmón en lata no es un compromiso. Sí, carece de la textura sedosa del salmón fresco, pero su sabor es rico y vital. El Sr. Greenberg recomienda utilizarlo en cualquier lugar en el que se usaría el atún: en la ensalada de salmón o mezclado con pasta y mucho limón y buen aceite de oliva. En mi casa, comemos regularmente pasteles de salmón a la antigua usanza (siempre acompañados de guisantes y puré de patatas) y envoltorios de almuerzo de salmón en lata, judías negras, aguacate y un chorrito de Sriracha.

Necesita saber

Salmón rojo: tiene un sabor más intenso y un color más brillante. Es bueno para los chowders y en escamas en las ensaladas.

Salmón rosado: es más suave y menos caro. Utilícelo en cualquier lugar donde utilice atún en conserva.

¿Qué marca comprar?

Muchas conserveras suministran varias marcas, por lo que el salmón rojo de una lata suele ser el mismo que el de otra. Algunas marcas ofrecen productos sin espinas ni piel que algunos cocineros prefieren.

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