PETA Prime

Aquí en PETA, vemos horribles casos de abuso animal día tras día. Nuestro Departamento de Investigaciones de Crueldad está de guardia las 24 horas del día, ayudando a los animales y asegurándose de que quienes abusan de ellos rindan cuentas. Si eres como nosotros, probablemente has pasado mucho tiempo rascándote la cabeza preguntándote qué clase de persona haría cosas tan horribles. Por eso le pedimos a Dawn Drucker, simpatizante de PETA y psicoterapeuta, que compartiera su perspectiva profesional al respecto.

Soy una psicoterapeuta que ha trabajado con todo tipo de personas, incluyendo individuos de todos los grupos de edad, así como individuos con trastornos de la personalidad. He descubierto (y otros psicoterapeutas con los que he hablado y cuyos hallazgos he leído están de acuerdo conmigo) que existe una correlación entre los individuos que dañan o matan animales y el comportamiento sociópata.

El Manual de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales (DSM) es publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría, y es utilizado como herramienta por los trabajadores de la salud mental para diagnosticar los problemas psicológicos de los clientes, basándose en sus síntomas y su comportamiento. El diagnóstico de los clientes es necesario para el desarrollo de sus objetivos de tratamiento. Desgraciadamente, hay pocas herramientas de diagnóstico para confirmar la relación entre la crueldad con los animales y el comportamiento sociopático, pero el comportamiento sociopático y el tipo de personalidad sociopática son, de hecho, frecuentes en nuestra sociedad.

Por ejemplo, asesinos en serie como Ted Bundy, Jeffrey Dahmer y Richard Ramírez, así como otros innumerables asesinos en serie, asesinos y violadores, todos ellos abusaron de los animales cuando eran niños, y ese comportamiento escaló hasta dañar a los humanos.

La personalidad sociopática se desarrolla por primera vez en la infancia o la adolescencia y se clasifica bajo el diagnóstico de «trastorno de conducta», que luego se convierte en «trastorno de personalidad antisocial» (ambos figuran en el DSM). Uno de los primeros signos de un trastorno de la conducta suele ser la crueldad con los animales.

Un individuo capaz de cometer actos de crueldad con los animales parece no tener conciencia y, por tanto, no tiene remordimientos por su comportamiento. El acto de crueldad con los animales es el resultado de una aparente necesidad de poder y control, y esta necesidad va acompañada de una falta de empatía. Se ataca a los animales, especialmente a los indefensos, porque el agresor no reconoce ni le importa que tengan sentimientos y que puedan experimentar no sólo dolor físico sino también emocional.

Los animales pueden sentir dolor y sufrir, al igual que los humanos, pero como los sociópatas tienen una incapacidad general para empatizar, son capaces de infligir dolor y agonía a los seres sensibles sin sentimientos de remordimiento -de ahí que aumente la probabilidad de que la crueldad con los humanos sea el siguiente paso.

A menudo he trabajado con clientes cuya actitud era «Era sólo un animal, así que a quién le importa». Describen que sienten un «subidón» después de maltratar y matar a un animal. Este subidón también puede ocurrir en personas que infligen crueldad a otros humanos, así que si una persona es capaz de abusar, torturar y matar a un animal, puede decidir ir más allá e infligir daño a otro ser humano para conseguir el mismo subidón.

El vínculo entre la violencia contra los animales y la violencia contra los humanos está bien establecido. Consulta este folleto especial que PETA ha desarrollado para los agentes de la ley y los fiscales.

Dawn Drucker, M.S., L.M.F.T., L.C.D.C., tiene un máster en psicología clínica por la Universidad de Eastern Michigan y es una terapeuta matrimonial y familiar con licencia L.M.F.T. y una consejera de dependencia química con licencia L.C.D.C. en Texas.