Orientación para tratar las conductas autolesivas

Para obtener los mejores resultados a la hora de tratar el problema de las autolesiones a largo plazo, lo mejor es contar con la ayuda de un analista de conducta certificado (BCBA) con experiencia en autolesiones. El BCBA debe comenzar realizando una evaluación funcional de la conducta (FBA) que incluya una entrevista con el cuidador y una evaluación directa que implique la presentación de diferentes situaciones para que la conducta (o los precursores) se produzcan o no para determinar la función (el porqué) de la autolesión. Por último, la evaluación debe concluir con recomendaciones como parte de un plan de apoyo al comportamiento (BSP) para las acciones que los cuidadores pueden tomar para reducir la frecuencia (la frecuencia) y la intensidad (la gravedad) de la conducta autolesiva en el futuro.

Como cuidador, es importante saber que no hay una solución rápida para hacer frente a la conducta autolesiva. Un plan de apoyo conductual de calidad debe incluir procedimientos sobre lo que hay que hacer:

1. Antes de que se produzca la conducta (para prevenirla)
2. Cuando se produce la conducta (para detenerla y evitar que se produzcan lesiones)
3. Después de que se produzca la conducta (para que sea menos probable que se repita)

Las autolesiones tienden a producirse como un medio para que el individuo comunique cuáles son sus necesidades. Algunas necesidades comunes son:

• Tocar/abrazarme
• No quiero hacer esto
• No me gusta cómo me hace sentir esto
• Estoy aburrido o poco estimulado
• Quiero mi juguete favorito
• Me gusta cómo me siento cuando hago esto

Una evaluación de la conducta correctamente realizada es esencial para identificar las necesidades específicas de cada individuo. Identificar erróneamente el motivo de la autolesión durante la evaluación puede dar lugar a un plan de tratamiento que no reduzca la conducta e incluso pueda empeorarla. Desarrollar habilidades de comunicación más eficaces, como parte de la prevención, es la clave del éxito a largo plazo para eliminar las autolesiones. Si una persona puede contarle sus necesidades, ya no tiene la necesidad de autolesionarse. Por ejemplo, un individuo que solía provocar hemorragias y hematomas semanalmente y que luego aprende a hablar con frases sencillas (por ejemplo, «quiero un descanso», «quiero un iPad») puede observarse que pasa semanas o incluso meses sin lesionarse. Otros lo han hecho, y su hijo también puede hacerlo.

Si cree que puede necesitar ayuda para tratar el comportamiento autolesivo o si desea más información sobre la terapia basada en ABA, le invitamos a programar una consulta gratuita de 30 minutos por teléfono o en persona o a visitar la terapia basada en ABA.