Orígenes de las arañas
On diciembre 18, 2021 by adminLas arañas probablemente evolucionaron hace unos 400 millones de años a partir de ancestros arácnidos de cintura gruesa que no tardaron en salir de la vida en el agua. Las primeras arañas definitivas, arácnidos de cintura fina con segmentación abdominal y hileras productoras de seda, se conocen por fósiles como el Attercopus fimbriungus. Esta araña vivió hace 380 millones de años durante el periodo Devónico, más de 150 millones de años antes de los dinosaurios.
La mayoría de las primeras arañas fósiles segmentadas pertenecían a las Mesothelae, un grupo de arañas primitivas con las hileras situadas debajo de la mitad del abdomen (en lugar de al final como en las arañas «modernas»). Probablemente eran depredadores terrestres que vivían en los gigantescos bosques de musgos y helechos de mediados y finales del Paleozoico, donde presumiblemente eran depredadores de otros artrópodos primitivos (como cucarachas, pececillos de plata gigantes, pizarras y milpiés). La seda puede haber sido utilizada simplemente como una cubierta protectora para los huevos, un revestimiento para un agujero de retiro, y más tarde tal vez para la construcción de una simple telaraña en el suelo y una trampilla.
A medida que la vida de las plantas y los insectos se diversificó, también lo hizo el uso de la seda por parte de las arañas. Las arañas con hileras en el extremo del abdomen (Opisthothelae) aparecieron hace más de 250 millones de años, lo que presumiblemente promovió el desarrollo de telas de sábana y de laberinto más elaboradas para la captura de presas tanto en el suelo como en el follaje, así como el desarrollo de la draga de seguridad.
Para el Periodo Jurásico (hace 191 – 136 millones de años), cuando los dinosaurios vagaban por la tierra, las sofisticadas telas aéreas de las arañas tejedoras de orbes se habían desarrollado para atrapar a las hordas de insectos voladores que se diversificaban rápidamente. Del mismo modo, la diversificación de las arañas cazadoras en nichos de hojarasca, corteza y follaje habría progresado en respuesta a las nuevas oportunidades de captura de presas y de hábitat.
A pesar de ello, el registro fósil de arañas es relativamente pobre. Durante el periodo terciario, el rico registro de fósiles de arañas de ámbar – arañas completas atrapadas en resinas arbóreas transparentes y pegajosas – nos muestra que hace más de 30 millones de años existía una fauna de arañas básicamente similar a la actual.
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