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Las ECM se realizan a menudo junto con la EMG para determinar si un nervio funciona normalmente. El médico que realiza la prueba pega cables (electrodos) en la piel en varios lugares del recorrido del nervio. A continuación, el médico estimula el nervio con una corriente eléctrica. A medida que la corriente se desplaza por la vía nerviosa, los electrodos colocados a lo largo del recorrido captan la señal y miden la velocidad a la que ésta se desplaza. En los nervios sanos, las señales eléctricas pueden viajar hasta 120 millas por hora. Sin embargo, si el nervio está dañado, la señal será más lenta y débil. Al estimular el nervio en varios lugares, el médico puede determinar el lugar específico de la lesión. Los estudios de conducción nerviosa también pueden utilizarse durante el tratamiento para comprobar los progresos realizados.

Aunque al principio puede asustarse por lo repentino de la estimulación, ésta no es dolorosa y la mayoría de las personas se sienten cómodas durante el procedimiento de prueba. La descarga es similar a la que se recibe cuando se toca el pomo de una puerta después de caminar por la moqueta.

Su ortopedista puede recomendar la realización de pruebas de electrodiagnóstico para diversas afecciones que pueden derivarse de la presión sobre un nervio, especialmente en el brazo, el codo o la muñeca. Estas afecciones se denominan «neuropatías compresivas» e incluyen:

• Síndrome del túnel carpiano: presión sobre el nervio mediano a su paso entre los huesos de la muñeca y bajo el ligamento transversal
• Síndrome de salida torácica: presión sobre el plexo braquial, un grupo de nervios que pasa por debajo de la clavícula en el hombro
• Atrapamiento del nervio cubital: presión sobre el nervio cubital cuando pasa por detrás del codo
• Radiculopatía cervical o lumbar: presión sobre las raíces nerviosas cuando salen de la columna vertebral desde el cuello o la parte inferior de la espalda

Muchos cirujanos solicitan pruebas de electrodiagnóstico antes de recomendar la cirugía para estas afecciones.

Las pruebas de electrodiagnóstico también pueden utilizarse para determinar el grado de lesión de un nervio tras un accidente y para estudiar los efectos de enfermedades como la diabetes. También puede mostrar si un nervio lesionado se está curando.