No todos los mariscos son iguales

Según los Institutos Nacionales de Salud, el contenido de omega-3 del pescado varía mucho. Los pescados grasos de agua fría, como el salmón, la caballa, el atún, el arenque y las sardinas, contienen altas cantidades de omega-3 de LC. Los pescados con menor contenido en grasa, como la lubina, la tilapia, el bacalao y el marisco, contienen niveles más bajos.

Algunos pescados pueden ser perjudiciales

El mercurio también debería ser una preocupación para los consumidores frecuentes de pescado. Este metal pesado de origen natural se libera en el medio ambiente principalmente por la quema de combustibles fósiles, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).

Cuando los humanos comen pescado contaminado, ingieren el mercurio que se ha acumulado en él, lo que puede tener consecuencias negativas para la salud. Aunque un consumo moderado puede ser correcto, una exposición elevada puede dañar órganos clave. Las poblaciones vulnerables, como las mujeres embarazadas, los bebés y los niños pequeños, corren un riesgo especial.

La EPA y la Administración de Alimentos y Medicamentos ofrecen directrices sobre el mercurio en los alimentos con estas tres categorías:

• Las mejores opciones: (1 a 2 raciones por semana) incluyen el salmón, el atún claro en lata y el arenque
• Opciones buenas: (1 ración a la semana) incluyen el fletán, la carpa y el atún blanco
• Opciones a evitar: (los que tienen los niveles más altos de mercurio) incluyen el marlín, el tiburón y el pez espada

El sitio web ChooseMyPlate del Departamento de Agricultura de EE.UU. también proporciona consejos sobre cómo elegir mariscos que sean a la vez bajos en mercurio y altos en omega-3, la combinación definitiva para obtener los mejores beneficios para la salud de su comida marítima.