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El fenómeno del sol poniente es un signo oftalmológico en niños pequeños resultante de la paresia de la mirada hacia arriba. En esta condición, los ojos parecen dirigidos hacia abajo, la esclerótica puede verse entre el párpado superior y el iris, y parte de la pupila inferior puede estar cubierta por el párpado inferior. La patogénesis de este signo no se conoce bien, pero parece estar relacionada con la distensión del acueducto con la compresión de las estructuras periacueducales secundaria al aumento de la presión intracraneal.
Sin embargo, también puede provocarse de forma transitoria en bebés sanos de hasta 7 meses de edad por los cambios de posición o la retirada de la luz (fenómeno benigno de puesta de sol). La forma benigna podría representar la inmadurez de los sistemas reflejos que controlan los movimientos oculares.
Cuando es persistente, este signo es uno de los marcadores más frecuentes de presión intracraneal elevada, apareciendo en el 40% de los niños con hidrocefalia (sea cual sea la causa de la hidrocefalia como obstructiva, comunicante, anomalía/síndrome de Dandy-Walker) y en el 13% de los pacientes con disfunción de la derivación ventriculoperitoneal. Es un signo más temprano de hidrocefalia que el aumento del perímetro cefálico, la fontanela llena, la separación de las suturas, la irritabilidad o los vómitos. En consecuencia, este signo es una valiosa alerta temprana de una entidad que requiere una rápida neuroimagen y una intervención quirúrgica urgente.