Manny Pacquiao

Cambiador de juegos del año en Asia

De niño en Filipinas, La familia de Manny Pacquiao era tan pobre que tuvo que abandonar la escuela a los 14 años y trasladarse a Manila con la esperanza de ganar dinero para mantener a su madre y a sus cinco hermanos. Pasó un tiempo viviendo en la calle, pero finalmente consiguió entrar en el equipo nacional de boxeo amateur de Filipinas. En dos años se hizo profesional. Al cabo de otra década, era un héroe nacional, con una fortuna millonaria, y posiblemente el filipino más famoso del mundo. Pacquiao cambió literalmente el juego del boxeo y desafió la percepción de los asiáticos en todo el mundo.

«Pac-Man», como le llaman muchos de sus fans, ha acumulado 10 títulos mundiales de boxeo, ha sido nombrado «Boxeador de la Década» por el Consejo Mundial de Boxeo e incluso ha entrado en política, ganando las elecciones a la Cámara de Representantes de Filipinas en 2010 y 2013. Pero en su provincia natal de Sarangani, aún empobrecida, se le conoce tanto por su generosidad como por su disposición a ayudar a casi todo el que se lo pida. A lo largo de los años, ha destinado gran parte de su fortuna en el boxeo a cientos de becas para estudiantes, equipamiento agrícola en zonas pobres, iglesias, hospitales, ayuda en catástrofes, causas medioambientales y numerosas organizaciones benéficas internacionales. En los últimos años, también se ha convertido en una figura importante en la lucha contra el tráfico de personas, utilizando su estatura, su poder político y sus finanzas para ayudar a combatir esta práctica en Filipinas.

La filantropía de Pacquiao ha llegado a ser tan grande que su amigo y leyenda del boxeo Sugar Ray Leonard le advirtió que tuviera cuidado con ser demasiado generoso, no fuera a ser que se quedara sin nada. Después de ganar más de 120 millones de dólares en la pelea de este año con el estadounidense Floyd Mayweather, el promotor de Pacquiao dijo: «Estoy seguro de que la mitad de lo que gane Manny en esta pelea va a ir a la caridad. Así es Manny».