Manejo de emergencias: ABCD (vía aérea, respiración, circulación, discapacidad)
On diciembre 21, 2021 by adminAbstract
Se recomienda a cualquier reanimador o profesional sanitario entrenado un enfoque sistemático estructurado en el manejo inicial de las situaciones de emergencia, para reconocer las prioridades e identificar los aspectos sensibles al tiempo, facilitando el uso óptimo del mismo, pero también para evitar escollos y errores de fijación, sobre todo cuando se trata de pacientes afectados por la pérdida de conciencia, la disnea, el shock, el deterioro del estado mental y la sospecha de parada cardíaca y/o respiratoria.
La secuencia A-B-C-D (vía aérea, respiración, circulación, discapacidad) no es una forma de trivializar, sino de enfocar y compartir eficazmente las prioridades tanto en la evaluación como en el tratamiento de las condiciones de salud críticas, ya sea fuera del hospital o dentro de las paredes de una unidad de cuidados intensivos. Cuando se identifica un asunto crucial en la fase de evaluación, es obligatorio detenerse y tratar, quedarse y tocar, hasta que el problema esté resuelto, antes de pasar a la siguiente fase, paso a paso, siguiendo las recomendaciones de las mejores prácticas basadas en la evidencia.
Desde 2010, las directrices actualizadas de las principales sociedades científicas para la reanimación cardiopulmonar (RCP) y la atención cardiovascular de emergencia apoyan una inversión clave en el enfoque de la parada cardíaca en adultos, favoreciendo la C frente a la A y la B: con el objetivo de reducir el tiempo de inicio de las compresiones torácicas de alta calidad y el tiempo de «ausencia de flujo sanguíneo» al corazón y al cerebro, a fin de disminuir las tasas de mortalidad y mejorar el resultado neurológico en los supervivientes.
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