Las puertas del infierno (1880-1917)

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De un vistazo

• Una obra intensamente apasionada de Rodin que le ocupó durante muchos años, encargada originalmente en 1880 para un nuevo museo en París

• El tema deriva del Infierno de Dante, la primera parte del poema épico La Divina Comedia

• Más de 180 figuras parecen luchar por liberarse de las masas de material que se arremolinan

• Muchas de las esculturas independientes más famosas de Rodin comenzaron como figuras en las puertas, incluyendo Las Tres Sombras y El Pensador

• Las puertas nunca fueron fundidas en bronce durante la vida de Rodin

En la entrada del Museo Rodin de Filadelfia se encuentra el primer molde de bronce de Las Puertas del Infierno de Auguste Rodin. Fue en 1880 cuando Rodin recibió el encargo de un conjunto de portales para un nuevo Museo de Artes Decorativas en París que debían ser «bajorrelieves que representaran La Divina Comedia», una elección de tema que seguramente fue sugerida por el propio Rodin, ya que era un ávido lector de Dante.

Las figuras de Las puertas del infierno -más de 180 en total- parecen luchar por liberarse de las masas de material que se arremolinan. Iniciada el año en que Rodin cumplió 40 años, esta obra intensamente apasionada le ocupó durante los diez años siguientes y, a intervalos, durante el resto de su vida. Hijo de un funcionario parisino, Rodin asistió a una escuela de arte gubernamental, pero fracasó tres veces en su intento de ser admitido en la prestigiosa Escuela de Bellas Artes. Durante su larga y agitada carrera, fue criticado por su audacia, su sensualidad y su devoción por el realismo en lugar de las nociones estándar de belleza. El tema de Las puertas del infierno procede del Infierno de Dante, pero Rodin incorporó docenas de figuras que no tienen un paralelo estricto en el poema. Para la inspiración artística se basó en la escultura de Miguel Ángel y en las Puertas del Paraíso de Ghiberti en Florencia.

Los préstamos identificables de Dante incluyen las Tres Sombras, espíritus de los muertos que se sitúan en lo alto del marco y señalan los sufrimientos de abajo. Justo debajo de ellas se encuentra el Pensador. A unos dos tercios de la puerta de la izquierda están el conde Ugolino y sus hijos, que aguantaron el hambre en una torre hasta que los chicos murieron, punto en el que Ugolino son su carne. Justo debajo de estas figuras se encuentran las formas fluidas y tensas de los famosos amantes Paolo y Francesca. En la jamba de la puerta de la derecha, en la parte inferior, se arrodilla un hombre con barba que se cree que es el propio Rodin, con una pequeña figura de acompañante que puede representar los frutos de su imaginación. En la parte inferior de cada puerta hay una tumba, un recordatorio de la entrada temporal al infierno.

Muchas de las esculturas independientes más famosas de Rodin empezaron como pequeñas figuras en las puertas o surgieron de experimentos con el proyecto masivo. Pero las puertas propiamente dichas nunca fueron fundidas en bronce durante la vida de Rodin. Cuando Jules Mastbaum decidió crear el Museo Rodin en Filadelfia, encargó dos moldes de bronce de las puertas, uno para su museo y otro para el Museo Rodin de París. El primer molde llegó a Filadelfia, donde los arquitectos Paul Cret y Jacques Gréber lo incorporaron al diseño de la entrada del museo.

Adaptado de Public Art in Philadelphia por Penny Balkin Bach (Temple University Press, Filadelfia, 1992) y Sculpture of a City: Philadelphia’s Treasures in Bronze and Stone de la Fairmount Park Art Association (ahora la Association for Public Art) (Walker Publishing Co., Nueva York, 1974).