Las fases del parto
On noviembre 11, 2021 by adminLas fases del parto
¿Cómo es el parto real? Pregunte a 50 mujeres y obtendrá 50 historias diferentes. Es una experiencia única, maravillosa, aterradora, emocionante, difícil, fácil, rápida e inolvidable que traerá a tu bebé al mundo de una forma u otra. Aunque nadie puede predecir los detalles de tu parto, las etapas del mismo son las mismas para la mayoría de las mujeres. Saber en qué fase del proceso de parto se encuentra le ayudará a sentirse más controlada y, por tanto, menos ansiosa durante el proceso de parto.
Durante la primera fase del parto, el duro cuello uterino comienza a ablandarse y a estirarse para prepararse para dejar pasar la cabeza del bebé durante el parto. Esto se denomina borramiento. | A medida que continúa la primera etapa del parto, el cuello uterino comienza a dilatarse (aproximadamente de 1 a 1½ centímetros por hora). Cuando el cuello uterino se dilata hasta los 10 centímetros, comienza el parto. |
Fase uno del parto
¡Oye, mamá! No dejes que historias como ésta te preocupen.
¡Alerta papá!
Tu trabajo en la primera fase del parto es mantener a tu pareja (y a ti misma) tranquila. Intenta hacer ejercicios de relajación y un masaje. Juega a juegos de mesa o salid a dar un pequeño paseo juntos. Haz lo que tengas que hacer para mantener la calma y distraer a tu pareja. Anímala a descansar y a acumular la energía que necesitará para lo que se avecina. Si no puedes quedarte mucho tiempo (al fin y al cabo, esta fase del parto puede durar días), mantén el contacto constante y estate siempre disponible cuando tu pareja diga: «¡Ya es hora!»
La primera fase del parto te lleva desde la primera punzada de una contracción hasta la seria tarea de prepararte para el nacimiento. Esta primera etapa puede ser larga, a veces de hasta tres días. Por eso es importante saber lo que está ocurriendo para no tener que correr al hospital o al centro de maternidad sólo para estar sentada durante horas o ser enviada a casa porque todavía es demasiado pronto.
En la primera etapa puede que ni siquiera sepa que está de parto. Puede que sientas unos calambres parecidos a los de la menstruación, o una sensación de hinchazón y estreñimiento, o un dolor que empieza en la espalda y se desplaza hacia el abdomen. Poco a poco, las molestias se convertirán en dolores agudos cada vez más regulares e intensos.
Durante esta primera etapa puede (o no) tener dos signos de progreso del parto:
- Es posible que salga el tapón mucoso teñido de sangre que había estado sellando el cuello del útero. Éste saldrá de la vagina y se verá en su ropa interior o en el inodoro.
- Podría «romper aguas». Esto se refiere a una ruptura de las membranas del saco amniótico. Cuando esto ocurre, el líquido amniótico saldrá de tu vagina y hará que parezca que has mojado los pantalones. Si esto ocurre y aún no has empezado a tener contracciones de parto, es una señal de que podrías empezar en un plazo de 24 a 48 horas. Es muy importante mantener la zona vaginal muy limpia en este momento, porque el bebé está ahora desprotegido de los gérmenes. No te bañes, ni tengas relaciones sexuales, ni utilices un tampón para detener el flujo.
Esta fase inicial del parto puede durar horas (o incluso días), así que no te excites demasiado ni hagas cosas que te cansen. En este momento no es necesario hacer ningún ejercicio de respiración, por ejemplo, y olvídate de dar los últimos retoques a la habitación del bebé. Lo mejor es descansar. Te espera un trabajo físicamente exigente: descansa.
Si el trabajo de parto se alarga, seguro que te entra hambre, pero vigila lo que comes. Durante el parto, el estómago y los intestinos se ralentizan, por lo que no querrá sobrecargar su lento tracto digestivo. Come alimentos ligeros que te den energía. Las tostadas, las galletas con gelatina o miel, los cereales calientes o la sopa son buenas opciones. Sobre todo, beba mucha agua y zumos para no deshidratarse.
La fase inicial del parto termina cuando las contracciones se suceden con una frecuencia de unos cinco minutos durante una hora. Tu médico te dirá que le avises cuando tus contracciones alcancen cierta frecuencia e intensidad. También te dirá que no te preocupes demasiado por si das a luz accidentalmente en el suelo del salón. A pesar de toda la ansiedad, la mayoría de las madres primerizas consiguen llegar a su lugar de parto cuando no es demasiado pronto ni demasiado tarde. Si prestas atención a tu cuerpo, escucharás las señales corporales que te dicen: «¡Es hora de partir!»
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