Las burbujas que construyeron Estados Unidos

Durante la década de 1920, el auge del mercado de valores atrajo a millones de nuevos inversores, muchos de los cuales compraron acciones con margen. La década de 1920 también fue testigo de una gran burbuja en todo tipo de créditos: en coches, casas y nuevos electrodomésticos como frigoríficos. En los años posteriores al crack de 1929, la economía basada en el crédito se desmoronó. En 1933, Wall Street y los sectores bancario e hipotecario del país se dieron por muertos. Esta experiencia tan dura contribuyó a sumir la economía en una profunda depresión y asustó a toda una generación de inversores.
En contraste con otros episodios de burbujas, la ventaja radicó casi por completo en la respuesta que estimuló. Como parte del New Deal, la Administración Roosevelt y el Congreso crearon una nueva infraestructura financiera para la nación: la Corporación Federal de Seguros de Depósitos, que hizo que la gente volviera a tener seguridad en los bancos, la Comisión de Valores y Bolsa, que hizo que la gente volviera a tener seguridad en las inversiones, y la Ley de Sociedades de Inversión, que sentó las bases del negocio moderno de gestión de activos. Esta infraestructura contribuyó a la creación de la economía nacional, intensiva en capital e impulsada por el crédito, y preparó el camino para el dominio financiero mundial de Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XX.