Laberintitis
On diciembre 2, 2021 by adminLa laberintitis es una inflamación del oído interno. Debe su nombre a los laberintos que albergan el sistema vestibular (que percibe los cambios de posición de la cabeza). La laberintitis puede provocar trastornos del equilibrio.
Además de los problemas de control del equilibrio, un paciente con laberintitis puede sufrir pérdida de audición y tinnitus. La laberintitis suele estar causada por un virus, pero también puede surgir de una infección bacteriana, un traumatismo craneal, un estrés extremo, una alergia o como reacción a un medicamento concreto. Tanto la laberintitis bacteriana como la vírica pueden provocar una pérdida de audición permanente, aunque es poco frecuente.
La laberintitis suele producirse tras una infección de las vías respiratorias superiores (IRS).
Síntomas
Un síntoma destacado y debilitante de la laberintitis es el vértigo agudo. El sistema vestibular es un conjunto de entradas sensoriales que consta de tres canales semicirculares, que detectan los cambios en el movimiento de rotación, y los otolitos, que detectan los cambios en el movimiento lineal. El cerebro combina las señales visuales con la información sensorial del sistema vestibular para determinar los ajustes necesarios para mantener el equilibrio. Cuando funciona correctamente, el sistema vestibular también transmite información sobre el movimiento de la cabeza al músculo del ojo, formando el reflejo vestíbulo-ocular, con el fin de mantener un enfoque visual continuo durante el movimiento. Cuando el sistema vestibular se ve afectado por la laberintitis, a menudo se produce un movimiento ocular rápido e indeseado (nistagmo) debido a la indicación incorrecta del movimiento de rotación. Las náuseas, la ansiedad y la sensación de malestar general son comunes debido a las señales de equilibrio distorsionadas que el cerebro recibe del oído interno.
Esto también puede ser provocado por los cambios de presión, como los que se experimentan al volar o bucear.
Recuperación
La recuperación de una inflamación laberíntica aguda suele durar de una a seis semanas; sin embargo, no es infrecuente que los síntomas residuales (desequilibrio y/o mareos) duren muchos meses o incluso años si se producen daños permanentes.
La recuperación de un oído interno dañado de forma permanente suele seguir tres fases:
- Un periodo agudo, que puede incluir vértigo y vómitos graves
- aproximadamente dos semanas de síntomas subagudos y recuperación rápida
- por último un periodo de compensación crónica que puede durar meses o años.
La laberintitis y la ansiedad
La ansiedad crónica es un efecto secundario común de la laberintitis que puede producir temblores, palpitaciones, ataques de pánico, desrealización y depresión. A menudo, un ataque de pánico es uno de los primeros síntomas que se producen al comenzar la laberintitis. Mientras que los mareos pueden producirse por una ansiedad extrema, la laberintitis en sí misma puede precipitar un trastorno de pánico. Se han propuesto tres modelos para explicar la relación entre la disfunción vestibular y el trastorno de pánico:
- Modelo psicosomático: disfunción vestibular que se produce como resultado de la ansiedad.
- Modelo somatopsíquico: trastorno de pánico desencadenado por estímulos internos malinterpretados (por ejemplo, estímulos de la disfunción vestibular), que se interpretan como si significaran un peligro físico inminente. La mayor sensibilidad a las sensaciones vestibulares conduce a un aumento de la ansiedad y, a través del condicionamiento, impulsa el desarrollo del trastorno de pánico.
- Teoría de la alarma de red: el pánico que implica a los sistemas noradrenérgicos, serotoninérgicos y otros sistemas neuronales conectados. Según esta teoría, el pánico puede ser desencadenado por estímulos que activan una falsa alarma a través de aferentes al locus ceruleus, lo que desencadena la red neuronal. Se cree que esta red media la ansiedad e incluye áreas límbicas, del cerebro medio y prefrontales. La disfunción vestibular en el contexto de una mayor sensibilidad del locus ceruleus puede ser un posible desencadenante.
Tratamiento
La terapia de rehabilitación vestibular (TRV) es una forma muy eficaz de reducir sustancialmente o eliminar los mareos residuales de la laberintitis. La VRT funciona haciendo que el cerebro utilice mecanismos neuronales ya existentes para la adaptación, la plasticidad y la compensación. La dirección, la duración, la frecuencia y la magnitud de los ejercicios dirigidos están estrechamente relacionados con la adaptación y la recuperación. La simetría se recupera más rápidamente cuando los ejercicios de VRT se adaptan específicamente al paciente.
La proclorperazina se prescribe habitualmente para ayudar a aliviar los síntomas del vértigo y las náuseas.
Debido a que la ansiedad interfiere en el proceso de compensación del equilibrio, es importante tratar un trastorno de ansiedad y/o una depresión lo antes posible para permitir que el cerebro compense cualquier daño vestibular. La ansiedad aguda puede tratarse a corto plazo con benzodiacepinas como el diazepam (Valium); sin embargo, no se recomienda su uso a largo plazo debido a la naturaleza adictiva de las benzodiacepinas y a la interferencia que pueden causar con la compensación vestibular y la plasticidad adaptativa. Las benzodiacepinas y cualquier otra forma de droga adictiva que altere la mente o el estado de ánimo no deben utilizarse en pacientes con antecedentes de adicción.
http://en.wikipedia.org/wiki/Labyrinthitis
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