La planificación familiar natural puede ser difícil y costosa de utilizar. ¿Puede ayudar la nueva tecnología?
On enero 19, 2022 by admin«El hecho de que utilicen progesterona bioidéntica en lugar de la píldora no significa que vayan a escuchar las preocupaciones de una mujer», dijo. Pero Amiri cree que las nuevas generaciones de instructores son más sensibles al deseo de las mujeres de que se confíe en ellas y se las escuche.
Ambas mujeres piden más transparencia, más colaboración y más comunicación sobre la planificación familiar natural por parte de las personas que la han vivido y la conocen mejor. A la Sra. Dalton le gustan especialmente los hilos de «nada que informar» que suelen aparecer en los grupos de apoyo a la PFN en Internet. La mayoría silenciosa a la que le va bien se ofrece como voluntaria para saber cuántos meses o años llevan sin «nada que contar», es decir, sin embarazos inesperados.
Hay innumerables grupos de apoyo no oficiales para todos los métodos, y una nueva comunidad de miembros laicos en línea llamada Off the Charts (Fuera de las Tablas) ofrece consejos, ánimo y recursos prácticos, incluido el acceso a instructores para la ayuda con las tablas y a sacerdotes para la orientación espiritual. Aunque este estímulo y apoyo personal e individual puede ser de gran ayuda, sigue siendo necesaria una base de datos más centralizada, un liderazgo institucional y financiación por parte de la Iglesia para ayudar a las numerosas parejas que buscan ayuda para conocer los métodos de conocimiento de la fertilidad.
No existe un índice preciso, actualizado y completo de los métodos basados en el conocimiento de la fertilidad, de cuánto cuestan, de quién los enseña y de dónde ir para obtener más información.
El sitio de la U.S.C.C.B. tiene enlaces a resúmenes de muchos métodos, y los sitios web de los métodos individuales enumeran los nombres de los instructores, pero estas listas a menudo están desactualizadas. No existe un índice preciso, actualizado y completo de los métodos basados en el conocimiento de la fertilidad, de cuánto cuestan, de quién los enseña y de dónde ir para obtener más información.
Aquí está mi lista de deseos: La U.S.C.C.B. dedica dinero a la investigación de la P.F.N. y al desarrollo de aplicaciones. Más universidades católicas incorporen la educación sobre la fertilidad en sus programas de enfermería. Las diócesis incentivan a las parroquias para que subvencionen las clases y anuncien ayudas económicas. Los métodos individuales contratan a personas expertas en tecnología que entienden las redes sociales. Los sacerdotes y los seminaristas aprenden datos concretos sobre los distintos métodos y sobre cómo se desarrolla la PFN en la vida real. Y alguien recibe un salario para organizar y mantener un índice completo de información sobre los métodos de P.F.N. aprobados por la Iglesia. Pero pedir a las parejas que usen la P.F.N. es pedir mucho, y la iglesia puede y debe hacer más para apoyarlas.
Hace años, cuando éramos tan pobres en dinero que no podíamos permitirnos cambiar de método, una amiga me dio su monitor usado. Nuestras finanzas mejoraron, y pasé el monitor a otra persona, que desde entonces lo ha donado a otra pareja. No hay nada que sustituya al apoyo de persona a persona en este empeño tan personal. Pero tampoco hay razón para que la iglesia institucional no pueda hacer más para ayudar.
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