Houston Fertility Journal
On octubre 23, 2021 by adminAlrededor del 10% de las mujeres y 1 de cada 8 parejas tienen problemas para conseguir o mantener el embarazo. Si luchas contra la infertilidad, puedes sentirte abrumada, alternando entre sentimientos de abatimiento y esperanza, frustración y emoción, todo ello centrado en la posibilidad de ser madre. La infertilidad es un torbellino de emociones, y a menudo puede implicar una amplia gama de procedimientos y pruebas médicas.
La infertilidad le inicia en un nuevo y extraño mundo del que nunca quiso formar parte. Hay muchos términos que conocer y aprender, mecanismos físicos del sistema reproductivo que quizá no conozca o entienda del todo, y un sinfín de pruebas, medicamentos y procedimientos. Si su médico le ha recomendado una histeroscopia, es posible que se pregunte si es una buena opción para usted.
O si ha estado leyendo sobre la infertilidad en Internet y haciendo un recuento de sus síntomas, es posible que haya llegado a la conclusión de que una histeroscopia podría ser un buen punto de partida para tratar sus problemas de fertilidad. Aquí está todo lo que necesita saber sobre este procedimiento.
¿Qué es una histeroscopia?
Un procedimiento de histeroscopia puede diagnosticar, y en algunos casos tratar, una amplia gama de problemas con el útero. El término histeroscopio significa «tubo uterino», y de hecho eso es exactamente lo que se utiliza durante el procedimiento. Durante una histeroscopia, el médico introduce en el útero un tubo fino y flexible llamado catéter. El médico accede al útero a través del cuello uterino por la vagina.
En la mayoría de los casos, la histeroscopia se utiliza para examinar el útero y diagnosticar las causas de las hemorragias anormales. Por ejemplo, si una mujer tiene una hemorragia intensa entre períodos, el médico puede recomendar una histeroscopia.
Un médico también podría recomendar una histeroscopia para cualquiera de los siguientes síntomas:
- Dos o más abortos
- Un DIU que se ha desprendido
- Para obtener una muestra de tejido uterino para una biopsia
- Signos de obstrucción de las trompas de Falopio o de enfermedad inflamatoria pélvica
- Antecedentes de enfermedades de transmisión sexual que afectan al útero
- Examen de Papanicolaou anormal
- Fibromas, pólipos o cicatrices en el útero
- Una lesión reciente o presunta en el útero
La histeroscopia es un procedimiento ambulatorio, lo que significa que su médico puede realizarlo en su consulta o en un centro quirúrgico. No tiene que estar bajo anestesia, aunque algunas mujeres eligen estar bajo anestesia general. El tiempo de recuperación será breve y podrá volver a casa el mismo día. El procedimiento es muy seguro y algunos médicos lo utilizan como alternativa a procedimientos más invasivos.
Además de diagnosticar afecciones uterinas comunes, la histeroscopia también puede tratar algunas afecciones. Si el médico descubre un problema en el útero, también puede tratar ese problema durante el mismo procedimiento.
No es seguro realizar una histeroscopia a una mujer que esté embarazada, por lo que deberá hacerse una prueba de embarazo antes de someterse al procedimiento. En algunos casos, el médico también puede exigir a la mujer que utilice anticonceptivos o que evite las relaciones sexuales antes de la histeroscopia. La mayoría de los médicos no realizarán una histeroscopia a una mujer que esté con la menstruación porque esto dificulta la visualización del útero. Por lo tanto, es posible que la mujer tenga que hacer un seguimiento de sus ciclos para elegir el mejor día para programar el procedimiento.
¿Puede una histeroscopia tratar la infertilidad?
Los problemas con el útero pueden afectar a la fertilidad de varias maneras. Para que una mujer se quede embarazada, debe ovular un óvulo sano, idealmente cada mes, ya que una ovulación más frecuente significa más oportunidades de concebir. Su pareja debe tener espermatozoides sanos que puedan nadar hasta el óvulo, y la pareja debe programar las relaciones sexuales para optimizar las posibilidades de fecundación. Los problemas de ovulación y otros problemas relacionados con los óvulos son la principal causa de infertilidad en las mujeres. Sin embargo, los problemas uterinos representan alrededor del 10% de los casos de infertilidad.
Después de que un óvulo es fecundado, debe implantarse en el revestimiento del útero. Este proceso, conocido como implantación, dura aproximadamente una semana tras la fecundación del óvulo. También marca el inicio médico del embarazo.
Los crecimientos en el útero, el tejido uterino anormal, las hemorragias uterinas anormales y otros problemas similares pueden bloquear la implantación. En algunos casos, los problemas con el útero también pueden desencadenar un aborto espontáneo prematuro denominado embarazo químico. En un embarazo químico, la mujer puede no darse cuenta de que está embarazada. O bien puede tener una prueba de embarazo positiva seguida unos días después por una negativa.
A veces los problemas del útero afectan a otros órganos. Las mujeres con endometriosis tienen una afección que hace que el tejido endometrial -el tejido que recubre el útero- se desplace fuera del útero. Esto puede dañar los ovarios y las trompas de Falopio. Incluso puede impedir la ovulación o dificultar la fecundación del óvulo por parte de un espermatozoide.
La histeroscopia puede diagnosticar una amplia gama de problemas con el útero. La histeroscopia también puede tratar algunos problemas uterinos. Si el médico detecta un tejido anormal, un pólipo, un fibroma u otro crecimiento, el médico puede extirpar estos crecimientos durante la histeroscopia.
Si su médico sospecha que puede haber un problema con las trompas de Falopio, puede realizar un procedimiento relacionado, llamado histerosalpingografía. Este procedimiento permite al médico observar tanto el útero como las trompas de Falopio y puede ayudar a despejar las trompas bloqueadas. Las infecciones pélvicas, la enfermedad inflamatoria pélvica y el tejido endometrial pueden congestionar las trompas de Falopio.
Procedimiento de histeroscopia: ¿Es doloroso?
Es natural preocuparse por el dolor durante cualquier procedimiento médico. Muchas mujeres también se sienten ansiosas por sentirse «expuestas», ya que el médico accede al útero a través de la vagina. El médico le dará una sábana para cubrir la parte inferior de su cuerpo para que se sienta menos expuesta, y sólo estará desnuda por debajo de la cintura durante unos minutos. Como en cualquier procedimiento médico, puede pedir al médico que se detenga si se siente incómoda en algún momento.
La histeroscopia puede realizarse de dos maneras:
- Algunas mujeres eligen la anestesia local. Con la anestesia local, el médico inyecta un agente adormecedor en el útero. También se puede sedar a la mujer con un sedante intravenoso. Es posible que sienta algo de presión o un pellizco durante la inyección anestésica en el cuello uterino, y la inserción de la vía intravenosa se siente como si le pusieran una vacuna o le sacaran sangre. Puede sentir presión o sensaciones inusuales en el estómago o la pelvis. Algunas mujeres dicen tener sensaciones similares a las de los calambres menstruales, mientras que otras no sienten nada en absoluto. Si experimenta un dolor intenso, un pellizco o una molestia insoportable, informe a su médico.
- Otras mujeres eligen la anestesia general. Con la anestesia general, estará completamente dormida e inconsciente. No sentirá nada. Es probable que reciba una vía intravenosa antes de ser anestesiada, y esto puede pinchar. Por lo demás, estará inconsciente durante la intervención y no recordará nada del proceso.
Después de la intervención, debería sentirse bien. Algunas mujeres notan calambres o manchado. Algunas sienten náuseas después de la anestesia o los sedantes. En casi todos los casos, necesitará que alguien la lleve a casa, pero debería poder volver a sus actividades normales con bastante rapidez.
¿Cómo realiza el médico una histeroscopia?
El procedimiento de la histeroscopia es el siguiente:
- El médico realizará una historia clínica completa.
- La mujer se somete a anestesia o sedación según su preferencia y el consejo de su médico.
- La mujer se tumba de espaldas, desnuda de cintura para abajo, normalmente con los pies en estribos.
- Un médico introduce un espéculo en la vagina para ver mejor las paredes vaginales y el cuello uterino.
- El médico dilata el cuello uterino para abrirlo ligeramente. Esto puede provocar algunos calambres similares a los de la menstruación.
- El médico introduce el histeroscopio en la vagina, a través del cuello uterino, y en el útero.
- El médico añade dióxido de carbono o un gas líquido al histeroscopio. Esto ayuda a abrir el cuello uterino y a eliminar las secreciones para que el médico pueda ver mejor el útero.
- El médico utilizará una luz para ver el interior del útero. Si hay una obstrucción que puede eliminarse a través del histeroscopio, el médico puede insertar instrumentos para eliminar esa obstrucción.
Después del procedimiento, el médico analizará los resultados con usted. Juntos sopesarán otras opciones de tratamiento y planes de futuro.
¿Quién debe considerar una histeroscopia?
Un histeroscopio es un procedimiento seguro pero invasivo. Dado que los problemas ováricos son una de las principales causas de la infertilidad femenina, su médico querrá descartarlos primero, normalmente con análisis de sangre para evaluar si está ovulando. También puede ser necesario controlar sus ciclos y buscar signos de ovulación regular.
También es importante examinar al hombre en busca de signos de infertilidad. Aproximadamente un tercio de los casos de infertilidad se deben al hombre, y otro tercio se debe a problemas de ambos miembros de la pareja. Por lo tanto, si no se realiza la prueba al hombre, se puede pasar por alto una amplia gama de problemas de infertilidad y conducir a procedimientos de diagnóstico y tratamientos innecesarios en la mujer.
Después de las pruebas iniciales, un médico puede sospechar que el problema está en el útero. Algunas indicaciones que pueden ayudar a realizar una histeroscopia son:
- Historia de enfermedades de transmisión sexual que podrían causar la enfermedad inflamatoria pélvica.
- Sangrado uterino inexplicable, especialmente si el sangrado es abundante.
- Historia de endometriosis.
- Ovulación regular pero sin embarazo después de 12 meses de intentarlo.
- Historia de dos o más abortos espontáneos seguidos.
- Haber tenido varios embarazos químicos.
- Dolor o presión uterina.
- Cólicos menstruales intensos o dolor durante las relaciones sexuales.
- Pasar grandes coágulos de sangre durante la menstruación.
Un médico también puede recomendar una histeroscopia antes de la FIV o después de un procedimiento de FIV fallido, ya que el fracaso de la FIV suele deberse a problemas con el útero de la mujer.
Otros tratamientos de la infertilidad
La histeroscopia es sólo uno de los muchos tratamientos de la infertilidad. Las parejas infértiles pueden sentirse desesperadas y abrumadas o preocupadas porque el tratamiento sea caro o ineficaz. Pero con la atención de un experto, la mayoría de las parejas pueden ser padres. El tratamiento adecuado depende de la obtención de un diagnóstico preciso y de la realización de pruebas a ambos miembros de la pareja.
Algunos de los problemas de fertilidad más comunes son:
- Problemas de ovulación, que a menudo pueden tratarse fácilmente con la inducción de la ovulación.
- Problemas de salud, como enfermedades crónicas.
- Problemas con el esperma del hombre, que pueden tratarse con la IIU, la FIV o el esperma de un donante.
- Una reserva ovárica agotada en la mujer. A veces la inducción ovárica ayuda, pero en otros casos puede ser necesario utilizar óvulos de donante.
- Infertilidad no explicada. Si un médico no puede diagnosticar la causa de la infertilidad, puede recomendar la FIV, la inducción de la ovulación, cambios en el estilo de vida u otros tratamientos.
La infertilidad es tratable, y cuanto antes busque atención, mayores serán sus probabilidades de éxito. La fertilidad disminuye con la edad y se reduce drásticamente a partir de los 30 y 40 años, por lo que es importante consultar a un médico en cuanto se dé cuenta de que hay un problema.
Cuándo consultar a un especialista en fertilidad
Le recomendamos que consulte a un especialista en fertilidad si:
- Ha tenido dos o más abortos espontáneos seguidos.
- La mujer es mayor de 35 años y ha intentado quedarse embarazada durante 6 meses o más.
- La mujer es menor de 35 años y ha intentado quedarse embarazada durante un año o más.
- El hombre tiene más de 40 años y han intentado quedarse embarazados durante 6 meses o más.
- Cualquiera de los dos miembros de la pareja tiene antecedentes de infertilidad.
- La mujer tiene periodos menstruales irregulares, muy abundantes o muy espaciados.
- A cualquiera de los dos miembros de la pareja se le ha diagnosticado una enfermedad que puede afectar a la fertilidad, como la diabetes, el síndrome de ovario poliquístico (SOP) o la endometriosis.
Algunas parejas también optan por someterse a pruebas antes de intentar tener un bebé. Esto puede ofrecer una gran tranquilidad y ayudar a evitar la pérdida de tiempo.
Intentar quedarse embarazada puede ser difícil, e incluso desgarrador. El deseo de ser padres es fuerte, y las parejas que luchan contra la infertilidad pueden sentirse aisladas y abrumadas. Muchas parejas tienen problemas matrimoniales o se sienten estigmatizadas y avergonzadas por la familia. Tenga la seguridad de que no está solo. La ayuda de un experto puede desmitificar la infertilidad, asegurarle que no es culpa suya y ayudarle a ser padre lo antes posible.
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