Hiperlipidemia familiar combinada, síndrome metabólico y enfermedad cardiovascular Hiperlipidemia familiar combinada, síndrome metabólico y enfermedad cardiovascular | Revista Española de Cardiología
On octubre 7, 2021 by adminINTRODUCCIÓN
La hiperlipidemia familiar combinada (HFC) se describió en estudios de familiares de individuos que habían sufrido un infarto agudo de miocardio (IAM).1,2 La prevalencia de esta afección en la población general oscila entre el 0,5% y el 3%, y es la causa del 10% al 20% de los IAM que se producen en individuos menores de 60 años.3
La etiología de la HF es desconocida y la expresión fenotípica está condicionada por factores genéticos, metabólicos y ambientales.4 El fenotipo lipoproteico varía y es característica la dislipidemia mixta, con aumento de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), de las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), o de ambas, y elevación de la apolipoproteína B5. En muchos casos, también están presentes la hipertensión, la tolerancia anormal a la glucosa y la resistencia a la insulina (RI).6,7 La resistencia a la insulina se relaciona con un grupo de alteraciones metabólicas y cardiovasculares conocidas como síndrome metabólico (SM).8
Nuestro objetivo fue estudiar la prevalencia del SM y la relación entre este factor y la enfermedad cardiovascular en individuos con HFC. Para ello, comparamos a los pacientes con HFC con una población de control emparejada por edad, sexo, índice de masa corporal (IMC) y perímetro de cintura.
METODOS
Sujetos
La población de estudio incluyó a 20 hombres no emparentados a los que se les diagnosticó HFC tras un estudio clínico y analítico de los pacientes y sus familiares de primer grado. El diagnóstico de HCH se basó en los criterios descritos.7 Además, en todas las familias se descartó la presencia de mutaciones relacionadas con la hipercolesterolemia familiar y el defecto de apo B familiar.
Los pacientes con HF se incluyeron consecutivamente en el estudio de acuerdo con los siguientes criterios: no tratamiento con fármacos hipolipemiantes u otra medicación que pueda alterar la resistencia a la insulina, no fumadores o exfumadores durante al menos un año, concentración basal de glucosa 30 g, entrenamiento físico intensivo o programa de pérdida de peso, >10% de cambio de peso en los últimos tres meses, enfermedad crónica, IAM en los últimos tres meses y uso en el presente o en el último mes de fármacos hipolipemiantes, o medicación que pueda modificar el grado de RI.
Posteriormente, en base a los mismos criterios, se seleccionaron 20 individuos con HFC emparejados por edad, sexo e IMC y clínicamente libres de enfermedad coronaria, así como 20 controles sanos sin hiperlipidemia y con similares criterios de exclusión e inclusión, reclutados entre el personal sanitario
El estudio fue aprobado por el Comité de Ética del Hospital, y todos los individuos implicados fueron informados y dieron su consentimiento firmado y por escrito para participar en el estudio.
Métodos de laboratorio
Después de un ayuno de más de 12 h, se realizaron determinaciones de colesterol total (CT), triglicéridos (TG), colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL-C), colesterol de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL-C) colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C) y apo B. Además, se administró una sobrecarga oral de 75 g de glucosa para determinar los niveles plasmáticos de insulina y glucosa según un método previamente descrito.7 La resistencia a la insulina se cuantificó mediante la fórmula del modelo de evaluación de la homeostasis para la resistencia a la insulina (HOMA-IR) y la definición de IR se estableció con el percentil 75 de nuestra población (HOMA-IR =3,2).8 El síndrome metabólico se definió según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS)9 y el Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol-Panel de Tratamiento para Adultos (NCEP-ATP-III).10
El análisis estadístico se realizó con el programa estadístico SPSS (SPSS Inc.). Los resultados se expresan como la media (la desviación estándar ). Las diferencias entre variables se determinaron con pruebas no paramétricas (Kolmogorov-Smirnov y Mann-Whitney, y análisis de varianza de Kruskal-Wallis, incluyendo un análisis de tendencias). La prueba exacta de Fisher se utilizó para la comparación entre proporciones.
RESULTADOS
Las características generales de los individuos con FCH y los controles se muestran en la Tabla 1. Debido a los criterios de selección, no hubo diferencias entre los grupos con respecto a la edad, el sexo, el IMC y el perímetro de la cintura. Tampoco hubo diferencias significativas en la comparación entre la presión sistólica y diastólica entre los grupos estudiados.
Las concentraciones plasmáticas de TC, TG, LDL-C y apo B fueron significativamente mayores en los dos grupos con HF (P
No se encontraron diferencias significativas en los niveles de glucosa en ayunas entre los tres grupos. A las dos horas de la sobrecarga de glucosa, la glucosa en sangre era similar en los dos grupos con FCH y significativamente mayor que la de los controles (Tabla 1). El estudio de los niveles basales de insulina mostró diferencias significativas entre los grupos (PP
El síndrome metabólico definido según los criterios del ATP-III se encontró en 18, 14 y 10 individuos en los grupos FCH más IAM, FCH sin IAM y control, respectivamente, con diferencias significativas entre los grupos (PP de la tendencia=.005); sin embargo, no hubo diferencias entre los grupos FCH con y sin IAM. Se encontró síndrome metabólico según los criterios de la OMS en 19 individuos con HCH más IAM, en 11 individuos con HCH y sin IAM, y en 6 controles. Se encontraron diferencias significativas en la comparación entre los pacientes con FCH con y sin IAM (PPA de la tendencia
DISCUSIÓN
La hiperlipidemia familiar combinada se considera la dislipidemia aterogénica más común y peor caracterizada, confiriendo un estado de riesgo cardiovascular entre tres y diez veces superior al de la población general. El síndrome metabólico es común en las poblaciones occidentales (prevalencia del 12% al 35%), y también representa un estado de elevado riesgo cardiovascular.
La hiperlipidemia combinada familiar y el SM comparten ciertas características clínicas y bioquímicas, como la obesidad abdominal, la hipertensión, el alto riesgo cardiovascular y la dislipidemia. No obstante, estas afecciones difieren en otros aspectos importantes, como la elevación de la apo B, que es moderada en el SM y considerable (apo B >120 mg/dL) en la HFC. En el presente estudio, incluimos a pacientes varones con HF con y sin IAM que cumplían los criterios diagnósticos de SM según los dos estándares más utilizados, los propuestos por la OMS y los del NCEP-ATP III. Nuestro objetivo era evaluar el riesgo de enfermedad coronaria en los individuos con HCH en función de la presencia o no de SM, y comparar el riesgo con el observado en un grupo control ajustado por sexo, edad, IMC y perímetro abdominal.
Nuestros resultados no mostraron diferencias significativas en el perfil lipídico de los individuos con HCH que habían sufrido un IAM y los que estaban clínicamente libres de enfermedad coronaria. Así pues, la hiperlipidemia característica de la HF no explicaba la presencia de enfermedad coronaria en un grupo de individuos.
Varios autores han informado de la detección de IR en la HF,11,12 y este factor se ha relacionado con la muerte cardiovascular tras un seguimiento de 5 a 15 años.13-16 En un estudio anterior, nuestro grupo demostró una alta prevalencia de RI en individuos con HCH, independientemente del grado de obesidad abdominal o del patrón de dislipidemia; la resistencia a la insulina es un importante factor predictivo de enfermedad cardiovascular en la HCH.17 En este estudio medimos la RI en los pacientes con HCH y en los controles, y encontramos diferencias significativas en los niveles de insulina (PP
Varios estudios han indicado que la presencia de SM (criterios de la OMS o del ATP-III) es el mejor predictor del riesgo cardiovascular en la población general, en los pacientes diabéticos y en los individuos no diabéticos, sean o no obesos.18-22 La comparación de la prevalencia de SM detectada por las dos definiciones (OMS y ATP-III) mostró diferencias significativas entre los grupos. Sin embargo, al comparar los pacientes con HF con y sin IAM, se encontraron diferencias significativas (p
En conclusión, la HF es una dislipidemia primaria frecuentemente asociada a la RI y a un elevado riesgo de enfermedad cardiovascular. La presencia de SM, definida según los criterios de la OMS, es un importante marcador independiente de riesgo cardiovascular en individuos con HF. Se necesitan estudios prospectivos más amplios para delimitar mejor el grado adicional de riesgo cardiovascular que implica el SM en los pacientes con HCH. Este estudio tiene una limitación relacionada con el pequeño número de individuos analizados, que fue difícil de resolver debido a las características del grupo (pacientes no tratados con dislipidemia e IAM). No obstante, el diseño del estudio dio una clara indicación del valor pronóstico del SM determinado según los criterios de la OMS en individuos con HF.
Estudio realizado con la ayuda de la Red de Metabolismo y Nutrición, ISCIII C 03/08.
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