Hermes
On diciembre 2, 2021 by adminHermes, dios griego, hijo de Zeus y de la Pléyade Maia; a menudo identificado con el Mercurio romano y con Casmilus o Cadmilus, uno de los Cabeiri. Su nombre deriva probablemente de herma (véase herm), palabra griega que designa un montón de piedras, como las que se utilizaban en el campo para indicar los límites o como punto de referencia. El primer centro de su culto fue probablemente Arcadia, donde el monte Cyllene se consideraba su lugar de nacimiento. Allí se le adoraba especialmente como dios de la fertilidad, y sus imágenes eran itifálicas.
Tanto en la literatura como en el culto, Hermes estaba constantemente asociado a la protección del ganado y las ovejas, y a menudo estaba estrechamente relacionado con las deidades de la vegetación, especialmente Pan y las ninfas. En la Odisea, sin embargo, aparece principalmente como el mensajero de los dioses y el conductor de los muertos al Hades. Hermes era también un dios del sueño, y los griegos le ofrecían la última libación antes de dormir. Como mensajero, también puede haberse convertido en el dios de los caminos y las puertas, y era el protector de los viajeros. El tesoro encontrado casualmente era su don, y cualquier golpe de buena suerte se le atribuía; esta concepción y su función como deidad de la ganancia, honesta o deshonesta, son derivaciones naturales de su carácter de dios de la fertilidad. En muchos aspectos era el homólogo de Apolo; al igual que él, Hermes era un mecenas de la música y se le atribuía la invención de la kithara y a veces de la propia música. También era el dios de la elocuencia y presidía algunos tipos de adivinación popular.
El número sagrado de Hermes era el cuatro, y el cuarto día del mes era su cumpleaños. En el arte arcaico, aparte de los hermes estilizados, se le representaba como un hombre adulto y con barba, vestido con una larga túnica y a menudo con un gorro y botas aladas. A veces se le representaba en su carácter pastoral, llevando una oveja sobre los hombros; otras veces aparecía como mensajero de los dioses con el kērykeion, o bastón de heraldo (véase caduceo), que era su atributo más frecuente. Desde finales del siglo V a.C. se le representaba como un joven desnudo e imberbe, un joven atleta.
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