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Una opción sobre acciones para empleados es el derecho que le otorga su empleador para comprar («ejercer») un determinado número de acciones de la empresa a un precio preestablecido (el precio de «concesión», «strike» o «ejercicio») durante un determinado período de tiempo (el «período de ejercicio»).

La mayoría de las opciones se conceden sobre acciones que cotizan en bolsa, pero es posible que las empresas privadas diseñen planes similares utilizando sus propios métodos de fijación de precios.

Normalmente, el precio de ejercicio es igual al valor de mercado de las acciones en el momento en que se concede la opción, pero no siempre. Puede ser inferior o superior, según el tipo de opción. En el caso de las opciones de empresas privadas, el precio de ejercicio suele basarse en el precio de las acciones en la última ronda de financiación de la empresa.

Los empleados se benefician si pueden vender sus acciones por más de lo que pagaron en el momento del ejercicio. El National Center for Employee Ownership estima que los empleados cubiertos por planes de opciones sobre acciones de base amplia reciben una cantidad equivalente a entre el 12 y el 20% de sus salarios por el «diferencial» entre lo que pagan por sus acciones de opción y lo que venden.

La mayoría de las opciones sobre acciones tienen un periodo de ejercicio de 10 años. Esta es la cantidad máxima de tiempo durante la cual las acciones pueden ser compradas, o la opción «ejercida». Las restricciones dentro de este período están prescritas por un calendario de «adquisición de derechos», que establece la cantidad mínima de tiempo que debe cumplirse antes del ejercicio.

En algunas concesiones de opciones, todas las acciones se adquieren al cabo de un año. Sin embargo, en la mayoría de los casos, entra en juego algún tipo de plan de adquisición de derechos gradual: Por ejemplo, el 20% del total de las acciones son ejercitables después de un año, otro 20% después de dos años y así sucesivamente.

Esto se conoce como adquisición de derechos escalonada o «por fases». La mayoría de las opciones son totalmente ejercitables después del tercer o cuarto año, según un estudio reciente de la consultora Watson Wyatt Worldwide.

Siempre que el valor de mercado de las acciones es mayor que el precio de la opción, se dice que la opción está «in the money». Por el contrario, si el valor de mercado es menor que el precio de la opción, se dice que la opción está «out of the money», o «under water».

En épocas de volatilidad bursátil, una empresa puede revalorizar sus opciones, permitiendo a los empleados cambiar las opciones underwater por otras que estén in the money. Por ejemplo, si las opciones eran originalmente ejercitables a 50 dólares, y el precio de mercado de las acciones cayó a 30 dólares, la empresa podría cancelar la primera concesión de opciones y emitir nuevas opciones ejercibles al nuevo precio de las acciones de 30 dólares.

Puede parecer una trampa, pero es perfectamente legal. Sin embargo, los inversores externos no suelen ver con buenos ojos esta práctica: después de todo, no tienen la oportunidad de reajustar el precio cuando el valor de sus propias acciones cae.