Gestión de la cuenca del Ebro: Pasado, presente y futuro
On septiembre 23, 2021 by adminLa cuenca del Ebro (85.500 km2 en el NE de España) se caracteriza por una marcada heterogeneidad espacial de su geología, topografía, climatología y usos del suelo. Durante este siglo se han construido numerosos embalses (138, con una capacidad total de almacenamiento de agua de 6.837 hm3) y canales para el riego agrícola, la producción de electricidad y el uso doméstico. Ahora se permite el riego en 778.284 ha. También hay 40 sistemas de acuicultura que producen el 35% de la producción total de trucha española. La desembocadura del río Ebro (una zona deltaica de 320 km2) es muy productiva para la agricultura y la pesca. Las actividades industriales se localizan en la parte superior del noroeste y el centro de la cuenca, lo que provoca una baja calidad del agua en el sistema fluvial. La salinización de la tierra y del agua del río se produce en la parte central, debido a la disolución de la sal, la escorrentía de los campos de regadío y la extracción de aguas subterráneas. La gestión actual es responsabilidad de diferentes organismos administrativos. Un organismo especial se encarga del control y la distribución del agua. Recientemente se ha elaborado un nuevo plan de gestión con el objetivo principal de satisfacer la demanda de agua, que se estima en 7.000 hm3 anuales-1 (18.200 hm3 anuales-1 es el agua disponible estimada). La mayor parte procede de la agricultura para el riego (6.310 hm3 yr-1), del uso humano (313 hm3 yr-1) y de las actividades industriales (414 hm3 yr-1). También se demanda agua de otras cuencas. Se ha estimado una demanda total de agua de 10.771 hm3 año-1 en la cuenca del Ebro para el año 2015, manteniendo proporciones similares a las anteriores para los tres grandes usos. En el futuro, se debería incorporar a la gestión de la cuenca el ahorro y el reciclaje del agua como parte de una estrategia de distribución del agua en función de los usos existentes y potenciales en la cuenca y para promover y readaptar los usos del suelo y del agua a la disponibilidad de los recursos, incluyendo las fluctuaciones climáticas interanuales, y para preservar los hábitats naturales.
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