Flashback de fusiones y adquisiciones: Amazon anuncia la adquisición de Kiva Systems por 775 millones de dólares

La compra de Whole Foods pasará sin duda a la historia como una de las adquisiciones más importantes de Amazon en esta década, y con razón. Fue un movimiento inteligente, que puso al sector minorista en general sobre aviso. Pero el acuerdo de Amazon con Kiva Systems, aunque quizás menos conocido, sigue siendo el más transformador, ya que cambia radicalmente la forma en que el gigante del comercio electrónico satisface millones de pedidos y puede ahorrar a la empresa, según algunas estimaciones, hasta 2.500 millones de dólares.
El 19 de marzo de 2012, Amazon anunció que adquiriría la empresa de robótica. El acuerdo representó la 25ª transacción de M&A del gigante del comercio electrónico desde 2007 y sigue siendo su quinta mayor compra, según la plataforma PitchBook.
En su anuncio del acuerdo, Amazon calificó a Kiva simplemente como «un innovador líder en tecnología de manipulación de materiales». Pero la adquisición fue revolucionaria.
Amazon sabía lo que los robots de Kiva podían hacer cuando adquirió la empresa, ya que había utilizado la tecnología para realizar envíos para dos de sus adquisiciones anteriores, Zappos.com y Diapers.com, y vio claramente el valor potencial de poseer la propia tecnología. El precio de compra de 775 millones de dólares por Kiva, entre cuyos patrocinadores se encontraban Bain Capital Ventures y Meakem Becker Venture Capital, representaba una prima de aproximadamente el 300% con respecto a la última valoración privada de la empresa, de 192 millones de dólares, que se remonta a su Serie D de 16,25 millones de dólares en 2008.
El acuerdo aseguró a Amazon un ejército de robots hechos a medida para recorrer los almacenes, cumpliendo con las solicitudes de envío a un ritmo vertiginoso. Cuando Amazon implementó por completo el uso de los robots Kiva en 2014, la empresa había reducido el ciclo llamado «click to ship» de los 60 a 75 minutos que requerían los humanos a solo 15 minutos, según una nota de Deutsche Bank publicada ese año. También ahorró a la empresa un 20% en costes operativos.
Incluso como filial de Amazon, Kiva había prometido seguir enviando su tecnología a otros proveedores. Pero no funcionó así: En la primavera de 2015, Amazon cambió el nombre de Kiva por el de Amazon Robotics. Luego sugirió que otros minoristas interesados en utilizar su ejército robótico dejaran que Amazon Robotics y Amazon Services cumplieran con sus pedidos utilizando los robots de Amazon en los almacenes de Amazon.
Eso ha dejado un hueco en el mercado para las startups que trabajan en robótica que los inversores de capital riesgo parecen estar muy contentos de apoyar.

El auge de los robots

En los años transcurridos desde que Amazon cerró su acuerdo con Kiva, la inversión de VC en el espacio de la robótica y los drones ha aumentado constantemente desde 2010, según la plataforma PitchBook, y la actividad de inversión comenzó a despegar en particular después de 2013.
El año pasado, los inversores inyectaron la asombrosa cantidad de 2.730 millones de dólares en el espacio a través de 271 acuerdos, la marca de agua más alta para el período. Y 2018 va camino de tener otro buen rendimiento, con 955,31 millones de dólares ya destinados a 38 operaciones:

Por su parte, Amazon ha desarrollado asociaciones corporativas y académicas para apoyar la innovación en todo el ecosistema de la robótica. También ha desplegado robots en almacenes y centros de cumplimiento en todo el mundo, empujando a empresas como el gigante alemán de la entrega de paquetes y la logística DHL a probar recientemente una gama de tecnología robótica, incluidos los robots Locus y Sawyer, en sus almacenes en los EE.UU., sólo para mantener el ritmo a medida que Amazon se hace cargo de más envíos propios.
El día que Amazon anunció la adquisición de Kiva, sus acciones cerraron a 185,52 dólares por acción. Las acciones de la empresa terminaron la semana pasada cotizando a 1.571,68 dólares la unidad, lo que supone un aumento de aproximadamente 8,5 veces su capitalización bursátil en seis años. A modo de comparación, en el mismo periodo el NASDAQ, en el que cotizan las acciones de Amazon, se ha revalorizado 2,5 veces. A medida que Amazon automatiza aún más su extensa cadena de suministro mundial, su adquisición de Kiva hace seis años es posiblemente la operación que más ha contribuido a esa automatización.