#FeminaCares: Así es como las madres que amamantan pueden hacer frente a la ansiedad
On diciembre 8, 2021 by adminImagen: 123rf
La ansiedad por la lactancia es real y no es muy infrecuente. Por muy feliz que te sientas al sostener por fin a tu paquete de alegría después de llevarlo durante nueve meses, cuando por fin llega el momento de amamantar, muchas madres se ponen ansiosas. No sólo son responsables del bienestar de su bebé, sino que son su única fuente de sustento. Esta comprensión puede ser bastante abrumadora.
¿Qué causa la ansiedad y el estrés postnatal?
La leche materna es muy esencial para los bebés, ya que les ayuda a obtener los nutrientes necesarios para su desarrollo. Por eso las madres primerizas se ponen nerviosas cuando la lactancia no va según lo previsto. Los problemas en la lactancia llevan al estrés y el aumento del estrés lleva a problemas en la lactancia. Es un círculo vicioso y una pesadilla para todas las madres primerizas. Estas son algunas de las razones:
- Una experiencia de parto difícil, en la que la madre tuvo que enfrentarse a una cesárea inesperada o a un enorme dolor durante el parto.
- Incomodidad en la lactancia, como dolor y congestión de los pezones.
- Los problemas al principio de la lactancia, como un agarre incorrecto o un suministro irregular, pueden ser muy frustrantes y provocar ansiedad.
- Las madres primerizas se preocupan constantemente por si su leche materna es lo suficientemente buena, o si su bebé está recibiendo lo suficiente. Esta preocupación se multiplica por diez si el bebé es prematuro y no puede alimentarse.
- La privación del sueño, ya que algunos bebés son bastante exigentes y lloran mucho. Esto puede hacer que la madre se sienta agotada.
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- Es posible que te sientas avergonzada o cohibida cuando tengas que dar el pecho en público. Sin embargo, tampoco puedes ignorar a tu hijo hambriento.
- La presión social de ser una mamá perfecta. Cada persona tiene una opinión sobre tus problemas de lactancia. Escuchar comentarios hirientes, especialmente por parte de familiares y amigos, es difícil de ignorar.
- El estrés familiar, económico o de cualquier otro tipo que puedas estar experimentando. (¡Como dar a luz durante una pandemia, por ejemplo!)
¿Cómo pueden las madres que amamantan lidiar con la ansiedad?
Las madres primerizas suelen ignorar los problemas de salud mental, ya que intentan dar prioridad a las necesidades de su hijo. Sin embargo, debes entender que la salud mental de la madre es tan importante como la física para el desarrollo del bebé. Recuerda que debes cuidarte y buscar ayuda a tiempo. Aquí tienes algunas formas de hacer frente a la ansiedad y el estrés
Obtener ayuda para tus problemas de lactancia
Consulta a un profesional médico como un asesor de lactancia para cualquier molestia o problema relacionado con la lactancia. El asesoramiento profesional sobre cuestiones de alimentación, extracción de leche, bombeo, etc., le ayudará a sobrellevar el estrés en gran medida.
Busque ayuda si la ansiedad y la depresión son abrumadoras
Es bastante común experimentar la «melancolía posparto» después del nacimiento, pero debe estar atenta a los signos de la depresión posparto. La desesperanza, la ansiedad y el estrés extremos requieren una intervención médica. Las sesiones de terapia virtual son una ayuda en este clima. A veces se necesita una medicación adecuada para tratar estos problemas.
Autocuidado
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Puede parecer un consejo de lo más tópico, pero dormir bien, tener algo de «tiempo para mí», practicar ejercicios de respiración, yoga y mindfulness pueden ayudarte a recorrer un largo camino para proteger tu salud mental. Si puedes hacer caminatas, footing o cualquier otro ejercicio físico, mejor aún.
Grupos de apoyo virtual
Hay muchos grupos de apoyo organizados por profesionales de la salud mental en los que las nuevas madres se reúnen, comparten sus preocupaciones con las demás e intentan resolverlas. Saber que no estás sola en esto puede ayudarte a lidiar mejor con tu estrés.
Comunícate para desahogar tus sentimientos
Las nuevas madres se guardan su depresión y sus ansiedades para sí mismas, ya que temen el estigma social o que las etiqueten como «malas madres». Sin embargo, mantener sus preocupaciones reprimidas sólo conducirá a más problemas. Sentirse abrumada y deprimida después del parto no es algo de lo que haya que avergonzarse. Pide ayuda, sobre todo a tus seres queridos.
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