Federico Guillermo IV
On octubre 3, 2021 by adminRevolución de 1848.
A pesar de los tardíos intentos de organizar una resistencia común por parte de los gobiernos alemanes, Federico Guillermo se vio finalmente desbordado por la revolución de marzo de 1848, inspirada en la revolución del mes anterior en Francia. No pudo evitar los combates callejeros en Berlín con concesiones de última hora ni subirse a la ola; tras la retirada de las tropas a los cuarteles, enmascaró su sumisión a la revolución con un paseo procesional por Berlín bajo la bandera negra, roja y dorada, símbolo de la Alemania unida, rindiendo homenaje a los cadáveres de las víctimas de la soldadesca, y con su promesa de que «Prusia se fusiona a partir de ahora con Alemania». Finalmente tuvo que convocar una asamblea nacional prusiana. Sin embargo, bajo la influencia de su séquito, se levantó una tenaz resistencia: nombró primer ministro a su tío, el conde de Brandeburgo (hijo del último matrimonio morganático de Federico Guillermo II); sacó la asamblea de Berlín y luego la disolvió; e impuso una constitución cuyo primer borrador, moderadamente liberal, seguía el modelo de la de Bélgica. Estas medidas devolvieron el protagonismo a la corona y a sus instrumentos, el ejército y la burocracia, firmemente apoyados por el recién creado partido conservador.
Cuando, el 3 de abril de 1849, Federico Guillermo rechazó la corona imperial ofrecida por la asamblea nacional de Fráncfort del Meno -porque, como verdadero conservador, sólo la aceptaría de los príncipes alemanes-, destruyó la constitución redactada por dicha asamblea. Además, bajo la presión rusa e inglesa, retiró el apoyo prusiano al levantamiento de los ducados de Schleswig y Holstein, cuyo objetivo era derrocar el dominio danés. A continuación, sin embargo, contraviniendo en gran medida su política anterior, intentó establecer una unión alemana bajo el liderazgo prusiano (1849-50), aunque ésta, como federación de la «pequeña Alemania», debía permanecer aliada con una federación «más amplia» que incluyera a Austria. Cuando Austria desafió esta unión, el rey rehuyó la guerra y prefirió capitular en la convención de la Punción de Olmütz. Aunque Prusia tuvo que volver a la Dieta federal de Fráncfort del Meno, el liderazgo prusiano de la unión aduanera alemana, que excluía a Austria, permaneció incuestionable.
En asuntos religiosos Federico Guillermo, en 1841, resolvió el «conflicto eclesiástico de Colonia» en términos muy favorables para los católicos romanos, con los que, influenciado en gran medida por su amor a lo antiguo y pintoresco, tenía gran simpatía; también impulsó la reconstrucción de la catedral de Colonia. Por otra parte, promovió activamente el obispado conjunto anglicano-luterano de Jerusalén.
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