Explicación de la propiocepción
On enero 28, 2022 by adminLa propiocepción, o la capacidad del cuerpo para percibirse a sí mismo, puede ser un asunto complicado, especialmente en niños con problemas académicos, sociales o de comportamiento como el TDAH, el Asperger y el trastorno de procesamiento sensorial. Se ha observado una disfunción propioceptiva en este tipo de niños, ya que muchos de ellos tienen dificultades para saber dónde está su cuerpo en el espacio y para entender los límites cuando juegan e interactúan con otros niños.
¿Cómo funciona la propiocepción?
La propiocepción está guiada por receptores en el cuerpo (piel, músculos, articulaciones) que se conectan con el cerebro a través del sistema nervioso, de modo que incluso sin la vista, una persona sabe lo que su cuerpo está haciendo. La visión desempeña un papel fundamental en la capacidad de percibir el propio cuerpo en el espacio. Sin embargo, la visión no es necesaria para que una persona entienda la propiedad del cuerpo. Sólo la propiocepción es necesaria para el desarrollo de la conciencia corporal y puede estar ya presente en los recién nacidos.
Disfunción propioceptiva
Muchos niños con trastornos del procesamiento dicen sentirse dispersos o desarticulados, lo que puede estar relacionado con un sentido propioceptivo defectuoso. Los niños que son torpes, descoordinados y que buscan los sentidos suelen experimentar una disfunción propioceptiva. Los siguientes son signos comunes de disfunción propioceptiva:
- Búsqueda sensorial (empuja, escribe demasiado fuerte, juega bruscamente, golpea o sacude los pies mientras está sentado, mastica, muerde y le gusta la ropa ajustada)
- Poca planificación/control motor &Conciencia corporal (dificultad para subir y bajar escaleras, choca con personas y objetos con frecuencia, dificultad para montar en bicicleta)
- Poco control postural (se desploma, es incapaz de mantenerse en pie sobre un pie, necesita apoyar la cabeza en el escritorio mientras trabaja)
Estos niños a menudo se autorregulan realizando conductas que proporcionan información propioceptiva, como caminar con los dedos de los pies, chocar, correr o aletear. Un estudio descubrió que las dificultades propioceptivas de los niños pueden contribuir a la disminución de la planificación motora y el control postural, lo que conduce a conductas disruptivas que afectan negativamente a su participación en las tareas diarias.
Regulación de la propiocepción
El trabajo pesado o las tareas que implican una fuerte resistencia y entrada a los músculos y las articulaciones es esencial para regular la propiocepción. Las pruebas sugieren que la corteza sensoriomotora que gobierna la propiocepción no es fija y puede modificarse mediante manipulaciones externas. Por lo tanto, cuando el sentido de la propiocepción está perturbado, como en muchos trastornos neurológicos, existe la esperanza de que pueda mejorarse mediante el uso de terapias de integración sensorial que se dirigen específicamente a la entrada propioceptiva. Los saltos de rana, los abrazos de oso y la escalada de barras de mono son sólo algunas actividades que pueden ayudar a un niño que lucha con la disfunción propioceptiva.
Si su hijo lucha con el procesamiento de la entrada sensorial o ya se considera que tiene un trastorno del procesamiento, póngase en contacto con nosotros en línea o encuentre un centro cerca de usted. para saber más sobre cómo puede ayudar el Programa de Equilibrio Cerebral.
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