Enfermedad renal crónica (ERC) | Enfermedad renal crónica y nutrición
On octubre 27, 2021 by adminLos riñones normales y sanos eliminan los residuos de la sangre. Si tiene una enfermedad renal crónica, sus riñones no funcionan tan bien como deberían. Tienen problemas para eliminar los residuos. Esto hace que los residuos en la sangre se acumulen. Esto puede provocar problemas de salud adicionales. También supone un esfuerzo adicional para los riñones.
Algunos de los residuos de la sangre provienen de los alimentos que se consumen. Seguir una dieta especial puede reducir la acumulación. Esto puede reducir el estrés en sus riñones y retrasar el progreso de la enfermedad renal.
Camino hacia una mejor salud
Algunos de los residuos que pueden acumularse en su sangre provienen de los nutrientes de los alimentos que consume. Su cuerpo necesita la mayoría de estos nutrientes para sus funciones diarias. Cuando los riñones no funcionan bien, los siguientes nutrientes pueden convertirse en un problema.
Fósforo. El fósforo es un mineral que mantiene los huesos sanos y fuertes. Pero, incluso en las primeras etapas de la enfermedad renal crónica, el nivel de fósforo en la sangre puede llegar a ser demasiado alto. Un nivel alto de fósforo puede provocar picores en la piel. También puede hacer que sus huesos pierdan calcio. Si esto ocurre, sus huesos se volverán más débiles y frágiles. También tiene un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis.
Los alimentos con alto contenido en fósforo son:
- Los productos lácteos, como la leche, el queso, el yogur y el helado.
- Las alubias y guisantes secos, como las alubias rojas, los guisantes partidos y las lentejas.
- Los frutos secos y la mantequilla de cacahuete.
- Las bebidas como la cerveza, los refrescos de cola y el cacao caliente.
Si su nivel de fósforo es demasiado alto incluso después de cambiar su dieta, su médico puede recetarle medicamentos para reducirlo.
Calcio. El calcio es necesario para fortalecer los huesos. Por desgracia, los alimentos que contienen calcio a menudo también contienen fósforo. Si tiene una enfermedad renal crónica, es posible que tenga que tomar suplementos de calcio sin fósforo. Su médico también puede recetarle un tipo especial de vitamina D. Esto ayudará a su cuerpo a absorber el calcio.
Proteínas. Necesita proteínas para construir y mantener sanos los músculos, los huesos, la piel y la sangre. Las proteínas también ayudan al cuerpo a combatir las infecciones y a curar las heridas.
Los alimentos con alto contenido en proteínas son:
- Las carnes, como la de vacuno, cerdo, pollo y pavo.
- Productos lácteos, incluidos el queso, la leche y el yogur.
- Huevos.
- Frijoles.
- Nueces.
Cuando las proteínas se descomponen, se convierten en residuos. Los riñones dañados por la enfermedad no son capaces de impedir que estos residuos se acumulen en la sangre. Muchas personas con enfermedad renal crónica temprana deben seguir una dieta baja en proteínas. Hable con su médico sobre si debe reducir las proteínas.
Potasio. El potasio es un mineral que ayuda a que el cerebro, los nervios, los músculos y el corazón funcionen correctamente. Se encuentra en alimentos como los plátanos, las patatas, los tomates, los aguacates y los melones. Un exceso o una falta de potasio puede causar problemas graves. Su cuerpo necesita niveles equilibrados de potasio. Su médico determinará si necesita cambiar la cantidad de potasio en su dieta. Esto dependerá del estadio de su enfermedad renal y de si está tomando medicamentos para ayudar a reducir su nivel de potasio.
Sodio. Un exceso de sodio (sal), puede hacer que retenga líquidos. Este exceso de líquido puede elevar su presión arterial. Esto pone a prueba su corazón y sus riñones.
Compruebe las etiquetas de los alimentos para saber si contienen sodio. Los alimentos envasados y procesados tienen un alto contenido en sodio. Es posible que sepa que alimentos como la salsa de soja, las carnes procesadas, las galletas y las patatas fritas contienen mucho sodio. Pero quizá no se dé cuenta de la cantidad de sodio que contienen alimentos como el pan, las verduras enlatadas, las sopas y el queso. Busque alimentos sin sodio o bajos en sodio.
No añada sal a su comida. Pruebe diferentes condimentos, como zumo de limón, salsa de pimienta picante y especias sin sal. Evite los sustitutos de la sal. Suelen contener altos niveles de potasio.
Los líquidos. Si tiene problemas para eliminar los líquidos de su cuerpo, debe tener cuidado con la cantidad que bebe. Demasiado líquido puede suponer un esfuerzo adicional para sus riñones.
Calorías. Debe ingerir la cantidad adecuada de calorías para mantener un peso saludable y apoyar las funciones de su cuerpo. Esto puede ser un reto para las personas que padecen una enfermedad renal crónica. La limitación de la cantidad de proteínas, productos lácteos, sal y ciertos nutrientes en su dieta reduce sus opciones de alimentos. Los alimentos que solía comer pueden dejar de ser opciones saludables para usted. Además, su apetito puede verse afectado por la enfermedad renal crónica. Aunque pueda comer ciertos alimentos que antes disfrutaba, es posible que no tengan el mismo atractivo.
Su médico de cabecera puede ayudarle a elaborar un plan de alimentación que favorezca su salud renal. Esto es importante porque es posible que su dieta deba cambiar a medida que cambien su enfermedad renal y los medicamentos que toma. Su médico puede recomendarle que trabaje con un dietista registrado para asegurarse de que obtiene la cantidad adecuada de calorías cada día.
Para aumentar su consumo de calorías, su médico o dietista puede sugerirle que añada carbohidratos simples. Estos pueden encontrarse en caramelos duros, miel o gelatina. Las grasas pueden ser una buena fuente de calorías. Pero las grasas saturadas aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Evite alimentos como los cortes grasos de carne, la mantequilla, los productos lácteos, los productos horneados y los alimentos fritos. Estos alimentos suelen contener grasas saturadas. En su lugar, elija grasas monoinsaturadas o poliinsaturadas, como el aceite de oliva o el aceite de canola. Estas grasas «buenas» son mejores para su salud cardiovascular.
Puede hacer un seguimiento de cómo su dieta está afectando a sus riñones. Hay una serie de pruebas disponibles para ayudarle. Las pruebas pueden indicarle si su dieta está reduciendo el estrés de sus riñones.
Para medir lo bien que sus riñones están filtrando los desechos de su sangre, su médico puede estimar su tasa de filtración glomerular (eGFR). Esta prueba evalúa la cantidad de creatinina (un tipo de desecho) en su sangre. Un descenso de la TFGe indica que su función renal está empeorando. Pueden ser necesarios otros cambios en la dieta o en los medicamentos.
Un simple análisis de orina con tira reactiva puede revelar si sus riñones están perdiendo función. Esta prueba mide la albúmina y otros desechos proteicos que se acumulan cuando los riñones no están funcionando bien.
La prueba de albúmina sérica es un análisis de sangre que muestra si está ingiriendo suficientes proteínas y calorías. Si no lo hace, puede correr el riesgo de sufrir infecciones. Es posible que no se sienta bien en general.
La prueba de apariencia de nitrógeno proteico normalizado (nPNA) mide su equilibrio proteico para determinar si está recibiendo suficientes proteínas. Esta prueba implica una muestra de sangre y orina.
La prueba de nitrógeno ureico en sangre (BUN) mide el nivel de urea en la sangre. La urea es uno de los desechos que quedan cuando el cuerpo descompone las proteínas. Un nivel elevado de BUN puede indicar que está ingiriendo demasiadas proteínas.
El médico también puede realizar un examen físico. Es posible que le haga algunas preguntas para identificar cualquier problema con su dieta. Querrá saber si ha habido algún cambio en su peso o en su grasa y músculo corporal. Es posible que su médico también le pregunte sobre la cantidad de alimentos que ingiere, así como sobre sus niveles de actividad y energía.
Cosas a tener en cuenta
Si está en diálisis, sigue siendo necesario que vigile lo que come. La diálisis puede filtrar su sangre muy eficazmente. Pero no puede eliminar todos los residuos que su cuerpo produce cuando procesa los nutrientes. Usted corre un mayor riesgo de que los niveles de desechos aumenten entre sus sesiones de diálisis.
Preguntas para su médico
- ¿Por qué necesito hacer cambios en mi dieta?
- ¿Qué cambios debo hacer en mi dieta?
- ¿Debo acudir a un dietista?
- ¿Debo reducir la cantidad de proteínas que ingiero?
- ¿Cambiará mi dieta cuando comience la diálisis?
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