El Diálogo del Cerebro
On septiembre 20, 2021 by adminEn los seres humanos y otros primates, la información visual se transmite desde la retina a una parte del cerebro llamada núcleo geniculado lateral (LGN), antes de llegar a la corteza visual primaria (V1). Si el V1 está dañado, se pierde la visión consciente en la zona del campo visual que corresponde al daño. Sin embargo, algunos individuos con daños en el V1 pueden responder a estímulos visuales en la zona de ceguera sin ser conscientes de que pueden verla. Este fenómeno, conocido como «vista ciega», tiene importantes implicaciones para nuestra comprensión de cómo funciona el cerebro, se desarrolla y se adapta a los daños.
Las lesiones de V1 provocan una grave muerte celular en el LGN, como si estas células se rindieran al no recibir sus transmisiones. Sin embargo, estudios recientes han sugerido que el LGN sigue siendo importante para la visión ciega. Los investigadores del CoE de la Función Cerebral Hsin-Hao Yu, Nafiseh Atapour y Marcello Rosa, junto con sus colegas de la Universidad de Monash, quisieron conciliar estos hallazgos aparentemente contradictorios investigando qué tipo de información visual transportan las células cerebrales supervivientes en el LGN tras un daño en V1.
El equipo midió las propiedades de respuesta de las células del LGN en los titíes, mucho después de que los animales se hubieran recuperado de una lesión del V1 que se produjo en una etapa de desarrollo distinta: justo después del nacimiento, al principio de la edad adulta o al final de la vida. Según lo que se había pensado durante más de un siglo, las células del LGN ya deberían haber degenerado en esta etapa.
Los investigadores descubrieron que, aunque las lesiones del V1 hacían que el tamaño del LGN disminuyera significativamente, las células del LGN supervivientes (aproximadamente un tercio del número original) conservaban un nivel notable de función visual, independientemente de cuándo se produjera la lesión. Lo más sorprendente es que las células del LGN seguían respondiendo a la información visual procedente del interior de la zona de ceguera.
Los resultados del grupo confirman la hipótesis de que el LGN podría favorecer la ceguera. Sus hallazgos también sugieren que esta población celular podría ser un objetivo prometedor para futuros tratamientos destinados a restaurar la visión parcial tras un accidente cerebrovascular.
Próximos pasos:
El equipo investigará qué áreas del cerebro reciben la información enviada por las células del LGN supervivientes, para entender mejor cómo puede utilizarse esta información.
Referencia:
Yu, H.-H., Atapour, N., Chaplin, T. A., Worthy, K. H., & Rosa, M. G. P. (2018). Respuestas visuales robustas y retinotopía normal en el núcleo geniculado lateral de primates tras lesiones a largo plazo de la corteza estriada. Journal of Neuroscience, doi: 10.1523/JNEUROSCI.0188-18.2018
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