El azucar alta durante el embarazo afecta al feto y tiene consecuencias en el bebé
On diciembre 23, 2021 by adminUn nuevo estudio informa que disminuir los niveles de azúcar en la sangre antes del embarazo podría reducir el riesgo de que el bebé sufra problemas congénitos o defectos en el corazón.
Se sabe que las mujeres embarazadas con diabetes gestacional, así como diabetes pregestacional –que incluye tanto la diabetes Tipo 1 y Tipo 2– tienen mayor riesgo de que el bebé nazca con problemas del corazón.
Pero un estudio publicado hace tres meses en The Journal of Pediatrics muestra evidencia alarmante de que aquellas mujeres que tienen niveles altos de azúcar en la sangre tan temprano como el primer trimestre y que no son diabéticas, están a riesgo de que el bebé nazca con problemas del corazón.
«El corazón se desarrolla muy temprano –entre las primeras dos a seis semanas– ya para la séptima semana el corazón del feto está completamente formado», dijo el Dr. Sethuraman Swaminathan, cardiólogo pediátrico del University of Miami Hospital y de Jackson Health.
«Los niveles altos de glucosa en la madre pueden afectar el embrión», explica, ya que estos niveles altos de azúcar se transfieren al embrión. «El azúcar alta en el embrión afecta la manera en la que los genes se expresan, afectando a su vez la forma en que el corazón se desarrolla».
Lo ideal sería que el nivel no pasara de los 100 mg/dL, y no debería exceder los 120 mg/dL dos horas después de comer.
Los defectos congénitos del corazón son los defectos más comunes al momento del nacimiento y afectan anualmente casi un 1 por ciento de los nacimientos en los Estados Unidos, lo que significa 40,000 nacimientos, según los Centros para el Control de la Enfermedades. Cerca de un 25 por ciento de los bebés con defectos congénitos del corazón necesitan cirugía u otro tipo de procedimiento durante su primer año de vida.
En la mayoría de los casos, cuando nace un bebé con defectos en el corazón no se conoce la causa, y dependiendo de la gravedad del defecto, puede que no suponga un problema hasta más tarde en la vida.
Eso fue lo que le pasó a la joven de 16 años Ariana Baserio, de Pembroke Pines, quien a los 6 meses de nacida fue diagnosticada con cardiomiopatía dilatada, una condición en la que el ventrículo izquierdo del corazón, el encargado principal de bombear la sangre, está agrandado y debilitado, disminuyendo la capacidad del corazón de bombear la sangre.
Su madre, Adriana Pazmin, dice que aunque Ariana ha estado tomando medicinas para el corazón toda su vida, fue por problemas de estómago que tuvo que llevar a su hija al médico.
«No mostraba síntomas de problemas del corazón –no tenía cansancio, ni falta de aire», dijo Pazmin.
Pero el corazón de Ariana se estaba deteriorando causando que los pulmones se llenara de fluidos que estaban goteando al área del abdomen. «Se estaba enfermando cada vez más. Estaba pálida y comenzó a vomitar», dijo su madre.
Ariana fue la paciente número 32 en recibir un trasplante de corazón el mes de septiembre del 2017 en el Joe DiMaggio Children’s Hospital’s, y fue la primera paciente pediátrica del hospital a la que se le implantó un dispositivo de asistencia ventricular que trabaja con baterías llamado HeartWare.
«Ariana siempre fue una niña débil», dijo su madre. «Tuvo retraso en el desarrollo. También tiene autismo, lo que lo hace aún más difícil».
Los niños que padecen enfermedades del corazón congénitas tienen mayor riesgo de tener problemas de desarrollo y discapacidades, según explica la American Heart Association.
«Las enfermedades congénitas del corazón no son todas iguales», explica la neonatóloga Saima Aftab, quien es la directora del Fetal Care Program del Nicklaus Children’s Hospital. «Incluso la forma más leve de enfermedad congénita del corazón aumenta el riesgo de sufrir problemas de aprendizaje».
Los bebés que están a un riesgo mayor de sufrir problemas de neurodesarrollo son aquellos que tienen una enfermedad congénita del corazón significativa, aquellos que junto con los problemas del corazón tienen un problema genético o, aquellos niños que se mantuvieron «azules» por un tiempo debido a una malformación del corazón que evitó que la sangre del bebé estuviera oxigenada adecuadamente.
«Desde hace seis años tenemos una gran cantidad de información de estudios e investigaciones que muestran un riesgo significativo de problemas de aprendizaje o problemas en el desarrollo en bebés que tienen una enfermedad congénita del corazón», explicó la especialista.
El Programa Fetal Care (Cuidado del feto) del Nicklaus provee pruebas de diagnóstico prenatal, pruebas genéticas prenatales, ecogardiogramas del feto, consejería y consulta de familias.
«El Fetal Care Program se inició debido a que había una gran necesidad de pruebas en la comunidad para mujeres que tenían bebés de alto riesgo con problemas del corazón y otros problemas congénitos», explicó Aftab.
En el Nicklaus las mujeres no pueden dar a luz ya que el hospital no trata a adultos. De manera que los bebés que nacen con graves problemas de salud son trasladados de inmediato (usualmente por helicóptero) después del nacimiento, ya sea para someterlos a cirugía o para recibir cuidados en la unidad de cuidados intensivo (ICU), dijo Aftab.
Un nuevo centro de cuidados para el feto está en camino (Fetal Care Center at Nicklaus). «Es específicamente para bebés que necesitan cirugía inmediata y que cualquier retraso debido al traslado podría ser fatal», explicó Aftab. «Para finales de este año o principios del próximo vamos a poder tener aquí esos partos que son de alto riesgo para el bebé».
Aftab explica que el descubrimiento de la asociación entre el riesgo de los bebés de nacer con una enfermedad congénita del corazón y los altos niveles de azúcar en la sangre puede beneficiar mucho a las mujeres antes de dar a luz.
«Si esto resulta, hemos descubierto una causa que potencialmente puede prevenir la enfermedad del corazón congénita», dice ella. «Tendríamos algo con lo que realmente pudiéramos hacer algo –las mujeres deberán entonces hacerse un chequeo del nivel del azúcar más frecuentemente. Quizás incluso pueda haber ajustes dietéticos que se puedan recomendar para poder normalizar o bajar ese riesgo».
Ella y el Dr. Swaminathan recomiendan a las mujeres que estén planificando quedar embarazadas que se hagan un análisis de hemoglobina A1c (HbA1c), que detecta el nivel promedio de azúcar en la sangre durante los dos o tres meses anteriores.
Ambos médicos también comentan que planificar el embarazo reduce los riesgo de tener un bebé con un defecto congénito de corazón. De esa forma hay tiempo para repasar el historial familiar y analizar si hay un mayor riesgo de enfermedad del corazón o hacer una prueba para pre diabetes, diabetes y presión alta. También se pueden analizar con calma los medicamentos que esté tomando que podrían afectar el desarrollo del corazón del feto.
La diabetes gestacional y el sobrepeso durante el embarazo suele resultar en un bebé grande, que supone un riesgo tanto para la madre como para el bebé, incluyendo que el recién nacido sufra de hipoglucemia (nivel bajo de azúcar).
Los bebés que son Large for Gestational Age (LGA) –Grandes para su edad de gestación– pueden volverse niños obesos, lo que aumenta el riesgo de enfermedades del corazón aún antes de la pubertad.
«Muchos niños están desarrollando placa en las arterias mayores», dice el Dr. Frank Scholl, jefe de Cirugía Pediátrica y Congénita del Corazón en Joe DiMaggio Children’s Hospital.
«He visto a niños de 8, 9 y 10 años que ya tienen arteriosclerosis en la aorta», dice. «Eso es lo que veíamos antes en adultos y personas mayores».
Consejos:
▪ Los análisis temprano y el manejo del azúcar pueden ayudar a disminuir la enfermedad de corazón congénita en los recién nacidos.
▪ Las mujeres que estén planificando quedar embarazadas deben hablar con su médico o ginecólogo para analizar el historial familiar. También para hacerse los análisis de sangre apropiados de manera que cualquier problema pueda solucionarse antes del nacimiento.
▪ Las mujeres embarazadas deben realizarse un ecocardiograma fetal (por lo general durante el segundo trimestre del embarazo) para detectar cualquier anomalía congénita cardíaca en el bebe que está en desarrollo.
▪ Un análisis de hemoglobina A1c (HbA1c) detecta el nivel promedio de azúcar en la sangre durante los dos o tres meses anteriores. Si los niveles son muy altos deben tomarse medidas para llevar el azúcar a un nivel normal de forma que se puedan reducir los riesgos de defectos del corazón en el feto.
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