Educación
On noviembre 17, 2021 by adminA menudo los padres perciben la falta de interés de sus hijos por el estudio como pereza, desobediencia o incluso desagradecimiento. Sin embargo, la mayoría de las veces hay factores subyacentes más profundos que pueden dar lugar a la falta de motivación para estudiar.
No tener motivación para estudiar puede tener un impacto dramático en las calificaciones de los estudiantes. Sin embargo, no es el único peligro.
Es mucho menos probable que los estudiantes rindan al 100% de su capacidad y pierdan aspectos integrales de una asignatura. Si esto ocurre durante un largo periodo de tiempo, los estudiantes pueden formar importantes lagunas de conocimiento que pueden impedirles rendir de forma óptima en las respectivas asignaturas en el futuro.
Como resultado, no podrán maximizar su potencial y acabarán conformándose con trabajos que, de otro modo, estarían por debajo de su capacidad.
La buena noticia es que, con una comunicación adecuada, es posible identificar los principales factores que hacen que los estudiantes pierdan la motivación en el estudio y ayudarles a superarlos. Al fin y al cabo, nuestro deber como padres es proporcionar a nuestros hijos las herramientas que necesitan para sortear con éxito las dificultades de la vida.
10 factores que hacen que los estudiantes no tengan motivación para estudiar
Los estudiantes no ven ningún propósito en el estudio
Los niños pueden tener dificultades para estudiar si consideran que la asignatura no tiene sentido o es inútil. Para motivar a sus hijos a estudiar, los padres suelen optar por una explicación sencilla: estudiar lleva a sacar buenas notas, y las buenas notas son necesarias para tener éxito en la vida. Mientras que para los padres esto tiene sentido, los hijos no tienen la misma experiencia en la vida, y no necesariamente entienden por qué es importante tener éxito.
Como resultado, puede que no sean capaces de ver la importancia de estudiar de la misma manera que sus padres. Esto es especialmente común en el caso de las niñas y las asignaturas STEM. A menudo no ven la utilidad de asignaturas como las matemáticas o la física.
Así que, en su lugar, los niños deben comprender la practicidad de las asignaturas. Por ejemplo, explíqueles cómo las matemáticas pueden ayudarles con las compras, la elaboración de presupuestos y el ahorro de dinero.
No se limite a explicar. Demuéstrelo también. Por ejemplo, pregunte si hay algo que les gustaría comprar, como juguetes, ropa o videojuegos. A continuación, ayuda a los alumnos a determinar cómo pueden ahorrar para ello utilizando su dinero de bolsillo o sus ingresos si ya tienen un trabajo. Involucre a sus hijos en cualquier presupuesto o planificación financiera para que tengan una experiencia en tiempo real con ello.
Su interés se ha convertido en obsesión
Cuando a los niños les gusta algo, se obsesionan con ello. Así, la pasión u obsesión de su hijo puede afectar a otras áreas de su vida.
No hay razón para desanimar a su hijo a desarrollar intereses y pasiones. Sin embargo, también es una gran oportunidad para enseñarles a planificar y gestionar su tiempo y a priorizar las tareas.
Un método de enseñanza aburrido
Los niños tienen diferentes preferencias y necesidades de aprendizaje, y planificar clases que se ocupen de todas ellas requiere mucho tiempo.
Aunque la mayoría de los profesores están adecuadamente cualificados y comienzan su carrera pensando en los mejores intereses de los alumnos, muchos están mal pagados, estresados, sobrecargados, quemados, tienen la moral baja u otras razones que les impiden dedicar el tiempo y el esfuerzo necesarios para que todas sus clases sean atractivas para todos.
Como consecuencia, su estilo de enseñanza puede volverse seco y aburrido. Eso, a su vez, afecta al interés y la motivación de sus alumnos.
Lamentablemente, no siempre los padres pueden hacer mucho con respecto a la escuela pública. Sin embargo, pueden buscar una opción de enseñanza alternativa, como las clases extracurriculares que proporcionan un aprendizaje práctico y otras opciones de enseñanza más atractivas para abordar las necesidades e intereses específicos de sus hijos.
La asignatura es demasiado desafiante
Puede haber muchas razones por las que los niños pueden encontrar ciertas asignaturas desafiantes. Puede ser que no sean naturalmente fuertes en un área específica, que hayan desarrollado lagunas en los conocimientos, o tal vez que necesiten más tiempo o práctica con tareas específicas.
El hecho de fracasar repetidamente en una determinada asignatura puede, en última instancia, desarrollar asociaciones negativas con la misma y dar lugar a la falta de motivación para estudiar.
Es importante hablar con el niño y ayudarle a identificar qué es lo que está provocando que la asignatura sea un reto para darle la mejor solución posible.
La asignatura es demasiado fácil
Ningún sistema educativo es perfecto. Por eso, hay alumnos que pueden aprender y avanzar mucho más rápido que sus compañeros. Aunque el éxito repetido puede ser una gran motivación externa a corto plazo, puede dar lugar a que no se desarrolle ninguna motivación para estudiar si la asignatura no ofrece absolutamente ningún reto durante un largo periodo de tiempo.
Si los profesores no pueden ofrecer a estos alumnos un reto adicional, las clases y actividades extraescolares pueden ayudar. También pueden ayudar a estos niños a relacionarse con estudiantes con ideas afines, mejorando así su bienestar, actitud e interés por la asignatura.
Agotamiento
Hoy en día, los niños tienen mucho más trabajo que hace décadas. De hecho, un estudio concluyó que los niños de primaria tienen más deberes de los que los responsables de educación aconsejan. A veces incluso tres veces más.
Si además de la gran carga escolar los niños también tienen demasiadas actividades extraescolares, esto puede conducir al estrés y al agotamiento a una edad muy temprana.
Por lo tanto, es esencial asegurarse de que los niños hagan sus tareas escolares, pero sin sobrecargarlos. Asegúrate de que tienen suficiente tiempo de juego y de descanso. El sueño y el juego adecuados son necesarios para el desarrollo óptimo de los niños.
Expectativas demasiado altas
Se cree comúnmente que establecer expectativas altas motiva a los niños. Es cierto hasta cierto punto. Sin embargo, unas expectativas excesivamente altas pueden ser la causa de que no haya motivación para estudiar, según varios estudios. Pueden provocar depresión en los estudiantes y, en consecuencia, repercutir negativamente en el rendimiento académico. Por ello, es importante encontrar un equilibrio.
Circunstancias familiares
A veces, la falta de motivación no tiene nada que ver con la escuela o las asignaturas. Los niños pueden no tener motivación para estudiar si las cosas en casa no van bien. Un estudio realizado en Colorado indicó que los hijos de divorciados mostraban peores resultados académicos que los hijos de familias intactas.
Por lo tanto, los padres deben ser conscientes de que todo lo que les afecta a ellos también afecta a sus hijos. En acontecimientos adversos como conflictos, divorcios o la pérdida de un empleo, los niños pueden necesitar apoyo adicional para hacer frente al estrés.
9. Entorno de aprendizaje incómodo
También importan otros factores como lo cómodos y seguros que se sienten los niños en su entorno de aprendizaje. Es importante asegurarse de que tengan todos los materiales necesarios, suficiente luz, así como que se sientan calientes y hayan comido.
Las relaciones con otros niños, el acoso escolar y los conflictos con el profesor también pueden hacer que los alumnos no tengan motivación para estudiar. Es importante que los padres se comuniquen con sus hijos y se informen sobre la situación en la escuela para estar al tanto del bienestar de sus hijos.
Discapacidades de aprendizaje
Por último, pero no por ello menos importante, diferentes discapacidades cognitivas, intelectuales y de desarrollo pueden afectar a la salud de los niños, a su bienestar y a su capacidad para estudiar de forma óptima. En estos casos, lo mejor es buscar ayuda o asesoramiento profesional sobre lo que puede ayudar a los niños a tener un mejor rendimiento académico.
¿Alguno de ellos ha provocado que su hijo no tenga motivación para estudiar? Cómo lo has afrontado o lo estás afrontando? Conéctate con nosotros en Facebook, Instagram y Twitter y cuéntanoslo.
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