Dorios
On diciembre 20, 2021 by adminEn la historiografía griega, los dorios son mencionados por muchos autores. Los principales autores clásicos que relatan sus orígenes son Heródoto, Tucídides y Pausanias. Sin embargo, los autores más copiosos vivieron en la época helenística y romana, mucho después de los principales acontecimientos. Esta aparente paradoja no desacredita necesariamente a los escritores posteriores, que se basaron en obras anteriores que no sobrevivieron. Las costumbres del estado espartano y sus individuos ilustres se detallan ampliamente en autores como Plutarco y Diodoro Sículo.
HomeroEditar
La Odisea tiene una referencia a los dorios:
«Hay una tierra que se llama Creta, en medio del mar oscuro como el vino, una tierra hermosa y rica, que está llena de agua, y en ella hay muchos hombres, que no se pueden contar, y noventa ciudades. No todos tienen el mismo lenguaje, sino que sus lenguas se mezclan. Allí habitan aqueos, cretenses de gran corazón, cidonios, dorios de ondulantes plumas y buenos pelasgos»
La referencia no es compatible con una invasión dórica que llevó a los dorios a Creta sólo después de la caída de los estados micénicos. En la Odisea, Odiseo y sus parientes visitan esos estados. Hay dos soluciones posibles: o la Odisea es anacrónica o los dorios estaban en Creta en la época micénica. La naturaleza incierta de la invasión dórica aplaza una respuesta definitiva hasta que se conozca más sobre ella. Además, la ciudad mesenia de Dorium se menciona en el Catálogo de Naves. Si su nombre proviene de los dorios, implicaría que también hubo asentamientos de estos últimos en Mesenia durante esa época.
TyrtaeusEdit
Tyrtaeus, un poeta espartano, se convirtió en consejero de los lacedemonios en su guerra de mediados del siglo VII para reprimir una rebelión de los mesenios. Estos últimos eran un remanente de los aqueos conquistados «dos generaciones antes», lo que sugiere un ascenso a la supremacía al final de la Edad Media y no durante y después de la caída de Micenas. La población mesenia fue reducida a la servidumbre.
Sólo sobreviven algunos fragmentos de los cinco libros de versos marciales de Tirteo. La suya es la primera mención de las tres tribus dóricas: Pamphyli, Hylleis, Dymanes. También dice:
«Porque el mismísimo hijo de Cronos, Zeus, el esposo de la bella coronada Hera, ha dado esta ciudad a los hijos de Heracles, con los que llegamos a la amplia isla de Pélope desde la ventosa Erineo»
Erineo era un pueblo de Doris. Ayudó a establecer la constitución espartana, otorgando a los reyes y ancianos, entre otros poderes, el de destituir a la asamblea. Estableció un riguroso programa de entrenamiento militar para los jóvenes que incluía canciones y poemas escritos por él mismo, como las «Embateria o Canciones de la Carga de Batalla que también se llaman Enoplia o Canciones bajo las Armas». Se trataba de cantos utilizados para establecer el ritmo de los ejercicios estándar bajo las armas. Enfatizaba el patriotismo:
«Porque es justo que un buen hombre caiga y muera luchando en el furgón por su tierra natal, … luchemos con voluntad por esta tierra, y muramos por nuestros hijos y no perdonemos nunca la vida.»
HeródotoEditar
Heródoto era de Halicarnaso, una colonia dórica en la costa suroeste de Asia Menor; siguiendo la tradición literaria de la época escribió en griego jónico, siendo uno de los últimos autores en hacerlo. Describió las guerras persas, haciendo un resumen de las historias de los antagonistas, griegos y persas.
Heródoto hace un relato general de los acontecimientos denominados «la invasión dórica», presentándolos como traslados de población. Su hogar original estaba en Tesalia, en el centro de Grecia. Continúa ampliando en términos mitológicos, dando algunos de los detalles geográficos del mito:
1.56.2-3 E indagando encontró que los lacedemonios y los atenienses tenían la preeminencia, los primeros de la raza dórica y los otros de la jónica. Pues estas fueron las razas más eminentes en la antigüedad, siendo la segunda pelasga y la primera helénica: y la primera nunca emigró de su lugar en ninguna dirección, mientras que la otra era muy dada a vagabundear; porque en el reinado de Deucalión esta raza habitaba en Pthiotis, y en el tiempo de Doros el hijo de Hellen en la tierra que está debajo de Ossa y Olympos, que se llama Histiaiotis; y cuando fue expulsado de Histiaiotis por los hijos de Cadmos, habitó en Pindos y fue llamado Makedniano; y de ahí se trasladó después a Dryopis, y de Dryopis llegó finalmente al Peloponeso, y comenzó a ser llamado Dórico.
1.57.1-3 Sin embargo, no puedo decir con certeza qué lengua hablaban los pelasgos. Pero si hay que pronunciarse juzgando por los que aún quedan de los pelasgos que habitaban en la ciudad de Creston por encima de los tirsianos, y que en su día fueron vecinos de la raza ahora llamada dórica, habitando entonces en la tierra que ahora se llama Tesaliotis, y también por los que quedan de los pelasgos que se asentaron en Plakia y Skylake en la región del Helesponto, que antes habían sido colonos con los atenienses, y de los nativos de las otras varias ciudades que son realmente pelasgos, aunque hayan perdido el nombre, -si hay que pronunciarse juzgando por estos, los pelasgos solían hablar una lengua bárbara. Por lo tanto, si toda la raza pelasga era como éstas, entonces la raza ática, siendo pelasga, al mismo tiempo que cambió y se convirtió en helénica, desaprendió también su lengua. Pues los habitantes de Creston no hablan la misma lengua con ninguno de los que habitan a su alrededor, ni tampoco los de Phakia, sino que hablan la misma lengua unos y otros: y por esto se demuestra que aún conservan inalterada la forma de lengua que trajeron consigo cuando emigraron a estos lugares.
1.58 En cuanto a la raza helénica, ha usado siempre la misma lengua, como percibo claramente, desde que surgió por primera vez; pero desde el momento en que se separó débilmente al principio de la raza pelasga, partiendo de un pequeño comienzo ha aumentado hasta ese gran número de razas que vemos, y principalmente porque muchas razas bárbaras se le han añadido además. Por otra parte es cierto, como creo, de la raza pelasga también, que en la medida en que se mantuvo bárbaro nunca hizo ningún gran aumento.
Por eso, según Heródoto, los dorios no se llamaron a sí mismos como Dorus hasta que llegaron al Peloponeso. Heródoto no explica las contradicciones del mito; por ejemplo, cómo Doris, situada fuera del Peloponeso, adquirió su nombre. Sin embargo, su objetivo, como relata al principio del primer libro, es sólo informar de lo que había oído de sus fuentes sin juzgar. En el mito, los aqueos desplazados del Peloponeso se reunieron en Atenas bajo un líder, Ion, y pasaron a ser identificados como «jonios».
La lista de estados dorios de Heródoto es la siguiente. En el noreste de Grecia estaban Phthia, Histiaea y Macedón. En el centro de Grecia estaban Doris (la antigua Dryopia) y en el sur el Peloponeso, concretamente los estados de Lacedaemon, Corinto, Sicyon, Epidaurus y Troezen. Hermione no era dórica pero se había unido a los dorios. En ultramar se encontraban las islas de Rodas, Cos, Nísiro y las ciudades de Anatolia de Cnidus, Halicarnaso, Faselis y Calydna. Los dorios también colonizaron Creta, fundando ciudades como Lato, Dreros y Olous. Los cinurios eran originalmente jonios, pero se habían convertido en dorios bajo la influencia de sus amos argivos.
TucídidesEditar
Tucídides habla poco de la Grecia anterior a la guerra de Troya, excepto para decir que estaba llena de bárbaros y que no había distinción entre bárbaros y griegos. Los helenos procedían de Ftiótida. Todo el país se entregaba a la piratería y la sufría, y no estaba asentado. Después de la guerra de Troya, «Hellas seguía ocupándose de remover y asentarse»
Alrededor de 60 años después de la guerra de Troya los beocios fueron expulsados de Arne por los tesalios hacia Beocia y 20 años después «los dorios y los heráclidas se hicieron dueños del Peloponeso». Así que las líneas se trazaron entre los dorios y los eolios (aquí beocios) con los jonios (antiguos peloponesos).
Aparte de estas breves observaciones, Tucídides nombra muy pocos dorios. Lo que sí deja claro es que algunos estados dorios se alinearon o se vieron obligados a alinearse con los atenienses, mientras que algunos jonios se fueron con los lacedemonios, y que los motivos del alineamiento no siempre fueron étnicos, sino que fueron diversos. Entre los dorios se encontraban Lacedemonia, Corcyra, Corinto y Epidamno, Leucadia, Ambracia, Potidaea, Rodas, Citera, Argos, Carystus, Siracusa, Gela, Acragas (más tarde Agrigentum), Acrae, Casmenae.
Sí explica con bastante consternación lo que sucedió para incitar a la guerra étnica después de la unidad entre los estados griegos durante la batalla de las Termópilas. El Congreso de Corinto, formado con anterioridad, «se dividió en dos secciones». Atenas encabezaba una y Lacedemonia la otra:
«Por poco tiempo la liga se mantuvo unida, hasta que los lacedemonios y los atenienses se pelearon, y se hicieron la guerra mutuamente con sus aliados, duelo al que tarde o temprano se vieron arrastrados todos los helenos»
Añade: «la verdadera causa que considero es… el crecimiento del poder de Atenas y la alarma que esto inspiraba en Lacedaemon….»
PlatónEditar
En la obra platónica Leyes se menciona que los aqueos que lucharon en la guerra de Troya, a su regreso de ésta fueron expulsados de sus hogares y ciudades por los jóvenes residentes, por lo que emigraron bajo un líder llamado Dorieus y de ahí que fueran rebautizados como «dorios».
Ahora bien, durante este período de diez años, mientras duró el asedio, los asuntos de cada uno de los sitiadores en casa sufrieron mucho debido a la conducta sediciosa de los jóvenes. Pues cuando los soldados regresaron a sus propias ciudades y hogares, estos jóvenes no los recibieron de forma adecuada y justa, sino de tal manera que se produjo un gran número de casos de muerte, matanza y exilio. Así que, expulsados de nuevo, emigraron por mar; y como Dorieus fue el hombre que entonces agrupó a los exiliados, recibieron el nuevo nombre de «dorios», en lugar de «aqueos». Pero en cuanto a todos los acontecimientos que siguieron a esto, vosotros, los lacedemonios, los relatáis todos completamente en vuestras tradiciones.
PausaniasEditar
La Descripción de Grecia de Pausanias relata que los aqueos fueron expulsados de sus tierras por los dorios procedentes de Oeta, una región montañosa que limita con Tesalia. Estaban dirigidos por Hilio, un hijo de Heracles, pero fueron derrotados por los aqueos. Bajo otro liderazgo consiguieron salir victoriosos de los aqueos y permanecer en el Peloponeso, un tema mítico llamado «el regreso de los heracleos». Habían construido barcos en Naupactus para cruzar el Golfo de Corinto. Esta invasión es vista por la tradición de Pausanias como un retorno de los dorios al Peloponeso, aparentemente significando un retorno de las familias que gobernaban en Etolia y el norte de Grecia a una tierra en la que una vez habían tenido una participación. El retorno se describe con detalle: hubo «disturbios» en todo el Peloponeso, excepto en Arcadia, y nuevos colonos dorios. Pausanias continúa describiendo la conquista y el reasentamiento de Laconia, Mesenia, Argos y otros lugares, y la emigración desde allí a Creta y a la costa de Asia Menor.
Diodoro SículoEditar
Diodoro es una rica fuente de información tradicional sobre la mitología y la historia de los dorios, especialmente la Biblioteca de Historia. No hace ninguna distinción, pero la naturaleza fantástica del material más temprano lo marca como mítico o legendario. Los mitos intentan justificar algunas operaciones dóricas, sugiriendo que eran en parte políticas.
Diodoro citando a un historiador anterior, Hecataeus de Abdera, detalla que durante el Éxodo muchos israelitas se adentraron en las islas de Grecia y otros lugares.
«Todos los extranjeros fueron inmediatamente expulsados, y los más valientes y nobles de entre ellos, bajo algunos líderes notables, fueron llevados a Grecia y otros lugares, como algunos relatan; los más famosos de sus líderes fueron Danaus y Cadmus. Pero la mayor parte del pueblo descendió a un país no muy lejano de Egipto, que ahora se llama Judea y que en aquella época estaba totalmente deshabitado»
Heracles era un perséfilo, un miembro de la familia gobernante de Grecia. Su madre, Alcmena, tenía ascendencia de perseidas y pelópidas. Una princesa del reino, recibió a Zeus pensando que era Anfitrión. Zeus pretendía que su hijo gobernara Grecia, pero según las reglas de sucesión Euristeo, nacido un poco antes, se adelantó al derecho. Los intentos de matar a Heracles cuando era niño fracasaron. Al llegar a la edad adulta fue obligado a ponerse al servicio de Euristeo, que le ordenó realizar 12 trabajos.
Heracles se convirtió en un guerrero sin hogar, que vagaba de un lugar a otro ayudando a los gobernantes locales con diversos problemas. Llevó consigo un séquito de arcadios adquiriendo también con el tiempo una familia de hijos mayores, los Heraclidae. Continuó con este modo de vida incluso después de completar los 12 trabajos. La leyenda cuenta que se relacionó con Esparta aquea cuando la familia del rey Tyndareus fue derrocada y llevada al exilio por Hippocoön y su familia, que en el proceso mató al hijo de un amigo de Heracles. Este último y su séquito asaltaron Esparta, arrebatándosela a Hipocoonte. Llamó a Tyndareus, lo instituyó como regente guardián y le ordenó que entregara el reino a cualquier descendiente suyo que lo reclamara. Heracles continuó con el modo de vida al que se había acostumbrado, que era según los estándares actuales el de un mercenario, ya que se le pagaba por su asistencia. Posteriormente, fundó una colonia en Etolia y luego en Traquis.
Después de desplazar a los dríopes, acudió en ayuda de los dorios, que vivían en una tierra llamada Hestiaeotis bajo el mando del rey Aegimio y que hacían campaña contra los lapitanos, numéricamente superiores. Los dorios le prometieron 1/3 de Doris (que aún no poseían). Pidió a Egimio que mantuviera su parte de la tierra «en depósito» hasta que la reclamara un descendiente. Siguió con sus aventuras, pero fue envenenado por su celosa esposa, Deianeira. Se inmoló con una armadura completa, vestido para el combate, y «pasó de entre los hombres a la compañía de los dioses».
EstrabónEditar
Estrabón, que depende, por supuesto, de los libros de los que dispone, continúa explicando:
De estos pueblos, según Estafilo, los dorios ocupan la parte hacia el este, los cidonios la parte occidental, los eteocretanos la meridional; y a estos últimos pertenece la ciudad de Praisos, donde se encuentra el templo de Zeus dictaico; mientras que los otros pueblos, por ser más poderosos, habitaban en las llanuras. Ahora bien, es razonable suponer que los eteocretanos y los cidonios eran autóctonos, y que los demás eran extranjeros …
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