Dirección de Misiones Científicas de la NASA
On diciembre 21, 2021 by adminLa comprensión de los planetas y pequeños cuerpos que habitan nuestro sistema solar ayuda a los científicos a responder a preguntas sobre su formación, cómo alcanzó su actual estado de diversidad, cómo evolucionó la vida en la Tierra y posiblemente en otros lugares del sistema solar, y qué características del sistema solar conducen a los orígenes de la vida.
Los cuerpos del sistema solar interior son rocosos, a diferencia de los planetas gigantes de gas y agua del sistema solar exterior. Se cree que los planetas rocosos Mercurio, Venus, la Tierra y Marte se formaron a partir de la acreción de polvo en «planetismales», los planetismales en protoplanetas y finalmente los protoplanetas en planetas. Todavía se desconocen muchos detalles de esta secuencia. Igualmente oscura es la historia de los mundos del sistema solar interior: aunque Venus, la Tierra y Marte son similares entre sí, han evolucionado de forma diferente. Ahora sabemos que Marte tuvo agua en su superficie, y hay indicios tentadores de que Venus podría haberla tenido también. Sin embargo, actualmente sólo se sabe que la Tierra es habitable.
Los cuerpos del sistema solar exterior están formados por cuatro «gigantes gaseosos»: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Estos cuatro planetas no tienen una superficie definida; Júpiter y Saturno están formados principalmente por hidrógeno y helio, y tanto Urano como Neptuno están formados principalmente por agua, metano y amoníaco, por lo que a veces se les denomina «gigantes de agua». En un punto determinado de las atmósferas de estos planetas, en función de la profundidad (o en un punto hacia el núcleo), el gas transita o se condensa a un estado líquido. Júpiter y Saturno tienen probablemente núcleos rocosos rodeados de hidrógeno metálico. Urano y Neptuno se diferencian en que están compuestos por roca, agua, metano y amoníaco. Sin embargo, sus atmósferas exteriores están compuestas de hidrógeno, lo que es similar a las de Júpiter y Saturno. Estos planetas combinados tienen más de cien lunas que los orbitan y se cree que el sistema de anillos de Saturno es un lunar pulverizado.
Los cuerpos pequeños del sistema solar incluyen cometas, asteroides, los objetos del Cinturón de Kuiper y la nube de Oort, pequeños satélites planetarios, Tritón, Plutón, Caronte y polvo interplanetario. Como se cree que algunos de estos objetos están mínimamente alterados respecto a su estado en la joven nebulosa solar a partir de la cual se formaron los planetas, pueden aportar información sobre el planeta Tierra y la formación y evolución del sistema solar.
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