Diagnóstico de la hernia discal
On septiembre 29, 2021 by adminHistoria médica
Los médicos le preguntan sobre su historial médico y familiar para determinar si una hernia discal es la causa de sus síntomas. Es posible que le pregunten cuándo notó el dolor por primera vez, dónde está localizado, si lo sintió repentinamente después de un incidente -como una caída o el levantamiento de un objeto pesado- o lo notó gradualmente. Es posible que le pregunten sobre su estado de salud general, por ejemplo, si padece otras enfermedades, si está tomando medicamentos o si ha sufrido lesiones o intervenciones quirúrgicas previas en la columna vertebral. Esta información ayuda a los médicos a establecer el origen de sus síntomas.
Examen físico
Nuestros médicos realizan un examen físico completo para buscar la causa de sus síntomas. Esto incluye manipular suavemente las piernas y los brazos en diferentes posiciones extendidas -estos movimientos pueden hacer que el dolor se irradie de la espalda a las extremidades- y presionar la columna vertebral para comprobar si hay sensibilidad. También se le puede pedir que se agache o camine unos pasos, para que el médico pueda evaluar si una lesión ha afectado a su equilibrio o capacidad de movimiento.
Una evaluación neurológica puede determinar si las lesiones nerviosas contribuyen a sus síntomas. Los nervios viajan por el cuerpo, afectando a los músculos en patrones predecibles. Estos patrones se pueden utilizar para guiar a su médico en la coincidencia de las respuestas físicas anormales con los nervios particulares. Por ejemplo, el médico puede utilizar un pequeño martillo para comprobar si hay reflejos nerviosos que no responden en varias partes del cuerpo, lo que puede indicar que una hernia discal está pellizcando un nervio. El médico también puede exponer zonas de su piel a estímulos como temperaturas cálidas y frías para evaluar si la sensibilidad está afectada.
Los signos de debilidad física también pueden indicar que una hernia discal está comprimiendo un nervio. Su médico puede pedirle que utilice grupos musculares específicos en partes móviles de su cuerpo para evaluar las fortalezas y debilidades. Las contracciones o espasmos musculares visibles también pueden sugerir daños en los nervios.
Rayos X
Su médico puede recomendarle una radiografía para observar las vértebras que rodean una hernia discal. Los rayos X utilizan haces de luz de alta energía para crear imágenes detalladas de la columna vertebral. A menudo, si un disco se sale de su sitio, el espacio entre las vértebras puede reducirse o las vértebras pueden volverse inestables sin que el disco actúe como amortiguador. Las radiografías pueden mostrar un cambio en la altura del espacio discal o un desplazamiento en la posición de una vértebra, pero no pueden mostrar una hernia en sí.
Una radiografía de flexión-extensión se toma mientras usted se inclina hacia adelante y luego hacia atrás. En comparación con una radiografía tradicional, las radiografías de flexión-extensión proporcionan al médico más información sobre la posible inestabilidad entre las vértebras.
Su médico también puede optar por tomar una radiografía de pie de tres pies. Estas vienen en dos variedades: radiografías anteroposteriores, que se toman desde el frente y luego desde la espalda, y radiografías laterales, tomadas desde el lado. Estas imágenes se denominan «de tres pies» por el gran tamaño de la película radiográfica. Proporcionan detalles de la alineación de la columna vertebral, que puede verse afectada por una hernia discal.
Resonancia magnética
Se puede utilizar una resonancia magnética para obtener una visión más cercana de las vértebras, los discos y los tejidos blandos circundantes, incluida la médula espinal y cualquier nervio afectado. Una máquina de resonancia magnética utiliza un campo magnético y ondas de radio para crear imágenes bidimensionales y tridimensionales de partes de su cuerpo.
Electromiograma
Si siente un dolor que se irradia a los brazos o las piernas, o debilidad, hormigueo o entumecimiento, un electromiograma (EMG) puede revelar si los nervios están siendo pellizcados como resultado de una hernia discal. Un EMG mide los impulsos eléctricos transmitidos a lo largo de los nervios, las raíces nerviosas y el tejido muscular. Esta prueba ayuda a los médicos a determinar si el dolor o la debilidad se originan en los músculos o en los nervios. Si el dolor se origina en los nervios, puede indicar que una hernia discal está comprimiendo un nervio o parte de la médula espinal.
Durante un EMG, un médico inserta pequeñas y finas agujas, llamadas electrodos, a través de la piel y en los músculos que corresponden a nervios específicos. A continuación, los médicos le piden que mueva estos músculos de uno en uno. Las señales que se registran cuando se contrae cada músculo pueden indicar al médico qué raíces nerviosas están afectadas y si una lesión nerviosa ha provocado un daño muscular.
Un EMG es relativamente indoloro, aunque algunas personas se sienten incómodas con las agujas. Por lo general, esta prueba dura entre 15 y 30 minutos.
Exploración por TAC
Si ha tenido una lesión o cirugía previa de la columna vertebral, o si su médico sospecha que la hernia discal está causada por otra afección de la columna vertebral, como la enfermedad degenerativa del disco, puede recomendarle una exploración por TAC. Un TAC es una serie de radiografías que proporcionan un mayor detalle sobre la columna vertebral que una sola radiografía. NYU Langone utiliza tecnología avanzada de TC con la menor cantidad de radiación posible.
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