¿Debe mi mascota ver a un neurólogo veterinario?

¿Cuándo debo llevar a mi mascota a ver a un neurólogo veterinario?

A menudo me hacen esta pregunta mis amigos, familiares, vecinos y un buen número de personas que conozco cuando se enteran de lo que hago! A menudo, la gente se sorprende de que hay más en el cuidado veterinario que las vacunas y la picazón de la piel!

La mayoría de las veces usted será referido a ver a un neurólogo veterinario, como yo, por su veterinario de familia, sin embargo, siempre se anima a buscar asesoramiento adicional en su mascota. Las siguientes son algunas de las razones para ver a un neurólogo veterinario.

• Su mascota tiene un trastorno neurológico que no está mejorando o está empeorando a pesar de las múltiples visitas con su veterinario de cabecera.
• Su mascota tiene una marcha anormal y cuya causa no ha sido claramente determinada.
• Su mascota ha perdido la capacidad (parcial o completamente) de usar una o más patas.
• Su mascota tiene convulsiones que no se controlan bien con la medicación.
• Su mascota tiene un cambio inexplicable en su comportamiento.
• Su mascota tiene un problema de equilibrio.
• Su mascota ha sufrido un «derrame cerebral».
• Su mascota tiene un tumor cerebral o un traumatismo craneal.
• Su mascota ha sufrido un traumatismo de la médula espinal o una fractura de espalda.
• Su mascota ha estado experimentando dolor y no se puede identificar el origen del mismo.
• Desea estar más seguro de los consejos que ha recibido de su veterinario de cabecera.
• Desea realizar pruebas avanzadas como el electrodiagnóstico, la resonancia magnética o el análisis del líquido cefalorraquídeo.

El examen que realiza un neurólogo es bastante diferente al que ha visto normalmente en su veterinario de cabecera. Evaluamos los nervios craneales (los nervios que van del cerebro a la cara), los reflejos y la capacidad del paciente para distinguir la posición normal de la anormal. Hacemos esto para averiguar en qué parte del sistema nervioso está la anormalidad. Esto nos ayudará a aconsejar qué diagnósticos son necesarios para determinar las mejores opciones de tratamiento.

Como neurólogo veterinario certificado, he completado un internado rotatorio (1 año), un internado neuroquirúrgico (1 año) y una residencia (3 años) esto es, por supuesto, después de obtener un grado de 4 años en medicina veterinaria (DVM). Durante este tiempo me convertí en un experto en el diagnóstico y tratamiento de problemas tales como tumores cerebrales, epilepsia, meningitis, y la enfermedad del disco intervertebral (entre muchos otros). No sólo soy capaz de tratar a mis pacientes médicamente, sino que también hago las cirugías más intrincadas en y alrededor del cerebro y la médula espinal!