Datos breves sobre el trastorno bipolar
On enero 25, 2022 by adminPresentación
El trastorno bipolar, también conocido como trastorno maníaco-depresivo, consiste en episodios de depresión grave y períodos de manía (euforia, falta de juicio y extrema actividad de riesgo) en un ciclo a menudo debilitante. Suele aparecer en la adolescencia o en los primeros años de la vida adulta. Hay casos en niños, pero el trastorno bipolar pediátrico se presenta de manera diferente a la forma adulta, siendo la irritabilidad y la agresividad los principales síntomas de los periodos maníacos, en lugar de la euforia.
Hasta que salió el DSM-5 revisado en 2013, los niños que eran crónicamente irritables y propensos a las rabietas severas eran a menudo diagnosticados como bipolares, a pesar de que no experimentaban estos síntomas en los episodios característicos del trastorno bipolar, y a menudo no llegaban a desarrollar el bipolar de adultos. En la actualidad, estos niños son diagnosticados con un trastorno de desregulación del estado de ánimo disruptivo (DMDD).
Síntomas del trastorno bipolar
Signos de manía:
- Cambios drásticos de personalidad
- Excitabilidad
- Irritabilidad
- Inflación de la autoconfianza en sí mismo
- Extremadamente enérgico
- Pensamientos grandiosos/delirantes
- Inquietud
- Disminución de la necesidad de dormir
- Aumento de la locuacidad
- Pensamientos acelerados
- Atención dispersa
- Episodios psicóticos-rupturas de la realidad
Signos de depresión:
- Estado de ánimo deprimido o irritable
- Pérdida de interés o placer en las cosas que antes disfrutaba
- Pérdida o aumento de peso marcado
- Disminución o aumento de la necesidad de dormir
- Tristeza prolongada
- Inquietud
- Agotamiento
- Fatiga
- Sentimientos de desesperanza, impotencia, inutilidad
- Culpa excesiva o inapropiada
- Evitación de la escuela
- Evita a los amigos
- Pensamiento nublado o indeciso
- Preocupación por la muerte, planes de suicidio, o un intento real de suicidio
- Episodios psicóticos-rupturas de la realidad
Tratamiento del trastorno bipolar
La medicación es esencial para el tratamiento del trastorno bipolar, así como la implicación de toda la familia.
Medicación:
La medicación de primera línea utilizada para tratar el trastorno bipolar suele ser un estabilizador del estado de ánimo, como el litio y diversos anticonvulsivos, que suelen ser eficaces para tratar los síntomas maníacos y reducir la frecuencia y gravedad de los episodios maníacos y depresivos. Pueden recetarse otros fármacos para tratar síntomas como la psicosis (antipsicóticos) o los problemas para dormir (ansiolíticos).
Muchas personas con trastorno bipolar toman más de una medicación y los fármacos pueden tener interacciones complejas, lo que provoca efectos secundarios importantes si no son supervisados eficazmente por un clínico experimentado.
Psicoterapia:
El trastorno bipolar suele tratarse con terapia cognitivo-conductual además de con medicamentos. La TCC ayuda a los niños y adolescentes con el trastorno a entender qué desencadena sus episodios, cómo sus pensamientos influyen en sus sentimientos y cómo controlarlos y manejarlos. La terapia familiar se emplea a menudo para involucrar a los padres y a otros miembros de la familia en el seguimiento de los síntomas y en el control de los niveles de estrés en el hogar, que pueden provocar episodios.
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