Cuidado del cuero: Cómo cuidar sus muebles de cuero
On octubre 30, 2021 by admin¡Felicidades, ha comprado un mueble de cuero! Un sofá o una silla de cuero puede ser una inversión, pero es una inversión sabia ya que el cuero sólo mejora con la edad. Mientras que la tela normal se desgasta, el cuero se desgasta y adquiere una pátina natural que permite que sus muebles se vean aún más hermosos con el tiempo. Aunque los muebles de cuero están hechos para durar, eso no significa que no requieran algunos cuidados generales. Este post repasará los aspectos básicos del cuidado de sus muebles de cuero.
Conozca el tipo de cuero
Una de las cosas más importantes antes de estudiar cómo cuidar su cuero es saber qué tipo de cuero es el que tiene. Los diferentes tipos de tapicería de cuero tienen diferentes requisitos de limpieza, así que asegúrese de comprobar las etiquetas de sus muebles. Repasemos los diferentes tipos de cuero.
El cuero sin protección – anilina pura, anilina completa o cuero sin terminar es súper suave y lujoso. Puede estar teñido pero no tiene ningún color de pigmento superficial añadido. Esto significa que tiene poca o ninguna capa protectora, salvo, como mucho, un tratamiento resistente a la suciedad. El cuero de anilina es más sensible a las manchas, por lo que hay que estar muy pendiente de los derrames.
Cuero protegido: el cuero acabado o de semianilina es más duradero y resistente a las manchas que el cuero sin protección. Algunas pieles protegidas están recubiertas con capas de polímero para que soporten aún mejor el desgaste.
Mantenimiento regular
Para cuidar la piel no protegida, basta con quitarle el polvo regularmente con un paño limpio y seco y aspirarla de vez en cuando con un cepillo suave. Lo mismo puede hacerse con el cuero protegido. Dado que el cuero protegido puede soportar una limpieza más intensa que el desprotegido, puede añadir a la rutina de mantenimiento limpiarlo con un paño de microfibra y una solución de jabón suave no detergente y agua destilada. Asegúrese de secar con una toalla limpia cuando termine. Evite los productos que contengan amoníaco o álcalis y manténgase alejado del jabón para sillas de montar, los detergentes, los aceites, los abrillantadores para muebles, los materiales abrasivos y cualquier limpiador con ingredientes cáusticos que puedan dañar el cuero sin posibilidad de reparación.
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