Creencia y práctica
On septiembre 20, 2021 by adminLa creencia espiritualista se desarrolló durante las primeras décadas del movimiento. Una creencia central del espiritismo es que los individuos sobreviven a la muerte de sus cuerpos ascendiendo a una existencia espiritual. La condición de una persona después de la muerte está directamente relacionada con la calidad moral de su existencia humana. La comunión con el mundo espiritual es posible y deseable, y la curación espiritual es el resultado natural de dicha comunicación. Los espiritistas entienden a Dios como una inteligencia infinita.
Históricamente, el espiritismo se organizaba en pequeños grupos que realizaban sesiones de espiritismo, o reuniones para la comunicación con los espíritus. Se realizaban reuniones más grandes para demostraciones públicas de contacto con los espíritus y fenómenos psíquicos. Estas reuniones evolucionaron hasta convertirse en los servicios religiosos dominicales que se hicieron comunes en las iglesias espiritistas en el siglo XX. Muchas asociaciones también patrocinaban campamentos en los que los creyentes podían congregarse en un ambiente de ocio, tener sesiones privadas con médiums y asistir a sesiones diarias.
En un principio, las reuniones espiritistas se dedicaban a demostrar e investigar fenómenos mentales como la clarividencia, la telepatía y la recepción de mensajes de los espíritus. Los mensajes que los médiums decían recibir eran examinados con el fin de construir construcciones teóricas para explicar cómo podía ocurrir el contacto con los espíritus. Sin embargo, desde el principio del movimiento, se llevaron a cabo sesiones con fenómenos físicos más espectaculares, y surgieron médiums que se especializaron en tales demostraciones. Se decía que los espíritus tenían el poder de levitar objetos, de hablar independientemente del médium, de dejar imágenes en placas fotográficas y de materializar objetos, incluso a sí mismos.
También es básica para la práctica espiritista la «curación del espíritu». Entre los precursores del espiritismo estaba el movimiento magnetista, que había surgido de las teorías de curación magnética de Franz Anton Mesmer. Los magnetistas se habían especializado en la curación espiritual y en la demostración pública de los fenómenos magnéticos (que incluían el hipnotismo). El espiritismo absorbió muchos de los supuestos del movimiento magnetista, pero mantuvo que las curaciones eran el resultado de la influencia de los espíritus y no del poder magnético.
Aunque las prácticas espiritistas han estado motivadas por la mera curiosidad y la fascinación por lo sobrenatural, también han sido impulsadas por preocupaciones más serias sobre el destino del alma humana. Para aquellos que han perdido su fe en el cristianismo tradicional, los espiritistas han ofrecido una nueva religión basada no en una tradición antigua sino en hechos que aparentemente pueden ser observados por cualquiera. Aquellos para quienes el pensamiento materialista ha excluido la creencia en una vida después de la muerte han recibido una nueva esperanza de inmortalidad. A quienes sufren el dolor tras la muerte de sus seres queridos se les ha ofrecido la posibilidad de comunicarse con ellos. La fuerte implicación de la emoción tanto en la aceptación como en el rechazo del espiritismo ha dificultado la valoración imparcial de las pruebas a favor y en contra.
J. Gordon Melton
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