Clamidia – Síntomas y tratamiento – Southern Nevada Health District

Síntomas

La clamidia se conoce como una enfermedad «silenciosa» porque la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas. En las personas que desarrollan síntomas, pueden pasar varias semanas después de la exposición para que éstos aparezcan.

Los síntomas en las mujeres incluyen:

• Secreción de la vagina
• Ardor o dolor al orinar
• Orinar con más frecuencia
• Sangrado entre las menstruaciones o después de las relaciones sexuales

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• Dolor en la zona baja del estómago
• Dolor de espalda
• Náuseas
• Fiebre
• Dolor durante las relaciones sexuales

Los síntomas en los hombres incluyen:

• Goteo o secreción acuosa y blanca del pene
• Ardor o dolor al orinar
• Ardor y picor alrededor de la abertura del pene
• Orinar con más frecuencia
• Testículos hinchados y sensibles

Los hombres o mujeres que practican sexo anal pueden contraer clamidia en el ano, lo que puede causar dolor, secreción o sangrado. La clamidia también puede encontrarse en la garganta de las mujeres y los hombres que practican sexo oral con una pareja infectada.

Diagnóstico de la clamidia

Existen pruebas de laboratorio para diagnosticar la clamidia. Algunas pueden realizarse en la orina; otras pruebas requieren que se recoja una muestra de un lugar como el pene o el cuello uterino. La Clínica de Salud Sexual utiliza una prueba de orina para la clamidia en todos los clientes.

Se sugiere una prueba anual de clamidia para lo siguiente:

• Todas las mujeres de 25 años o menos que tengan relaciones sexuales
• Mujeres mayores de riesgo (una nueva pareja sexual que conozca desde hace menos de seis meses o múltiples parejas sexuales)
• Todas las mujeres embarazadas
• Hombres que tengan relaciones sexuales con hombres

Deje de tener relaciones sexuales y acuda al médico inmediatamente si tiene alguno de los siguientes síntomas genitales:

• Secreción o ardor al orinar
• Una llaga o sarpullido inusual

Una vez diagnosticada, la persona debe comunicárselo a todas sus parejas sexuales recientes para que puedan acudir a un médico y recibir tratamiento. Evite las relaciones sexuales hasta que se complete el tratamiento.

Tratamiento de la clamidia

La clamidia puede tratarse y curarse fácilmente con antibióticos. Las personas con VIH y clamidia deben recibir el mismo tratamiento que las que son VIH negativas.

Una vez diagnosticada, la persona debe decírselo a todas sus parejas sexuales recientes para que puedan acudir a un profesional sanitario y recibir tratamiento. Evitar las relaciones sexuales hasta que se complete el tratamiento. Las mujeres cuyas parejas sexuales no han sido tratadas adecuadamente corren un alto riesgo de reinfección. El hecho de tener infecciones repetidas aumenta el riesgo de que la mujer sufra graves problemas de salud reproductiva, incluida la infertilidad.

Se debe considerar la posibilidad de volver a hacer pruebas a las mujeres, especialmente a las adolescentes, tres o cuatro meses después del tratamiento. Esto es especialmente cierto si una mujer no sabe si su pareja sexual recibió tratamiento.

Riesgos a largo plazo de una infección no tratada

Si no se trata, la clamidia puede convertirse en graves problemas de salud reproductiva y de otro tipo con efectos tanto a corto como a largo plazo. Al igual que la propia enfermedad, los daños suelen ser «silenciosos»

En las mujeres, la infección no tratada puede provocar una enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Esto ocurre en el 10 al 15 por ciento de las mujeres con clamidia no tratada. La EPI puede provocar abscesos internos («bolsas» llenas de pus difíciles de curar) y dolor pélvico de larga duración. La EPI puede dañar las trompas de Falopio lo suficiente como para causar infertilidad o aumentar el riesgo de embarazo ectópico (embarazo fuera del útero que pone en peligro la vida).

Según los CDC, la clamidia no tratada puede aumentar la probabilidad de que una persona adquiera o transmita el VIH.

Los problemas entre los hombres son poco frecuentes. La infección puede causar epididimitis, una afección dolorosa de los testículos que puede provocar infertilidad si no se trata.

La infección por clamidia puede causar artritis reactiva, antes conocida como síndrome de Reiter, aunque es poco frecuente. Los síntomas incluyen artritis, lesiones cutáneas e inflamación del ojo y la uretra.