Cinco cosas que debe saber sobre la Fiebre del Valle

La Fiebre del Valle (también conocida como Reumatismo del Desierto o Fiebre del Valle de San Joaquín) es la enfermedad de Arizona. Aunque es rara a nivel nacional, la Fiebre del Valle es común en el suroeste de Estados Unidos y el norte de México. Cada año se infectan 150.000 personas en EE.UU., y en Arizona viven dos tercios de ellas.

Si vive en -o viaja alguna vez a- Arizona, el Valle Central de California u otras partes del suroeste, debe conocer la Fiebre del Valle. Aquí hay cinco cosas que debe saber:

1) Puede ser un grave problema de salud respiratoria. Mientras que muchas personas expuestas a la Fiebre del Valle nunca muestran síntomas, los que lo hacen comúnmente experimentan tos, dolor en el pecho, fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y fatiga. En los casos graves, los síntomas pueden durar meses y llevar a las personas al hospital. En un año medio, 160 personas mueren a causa de la Fiebre del Valle.

2) A menudo se pasa por alto o se diagnostica erróneamente. Debido a que los síntomas se asemejan a los de otras enfermedades respiratorias, incluso los médicos de los lugares donde la enfermedad es común a menudo se olvidan de considerar la Fiebre del Valle. El Dr. John Galgiani, director fundador del Centro de Excelencia para la Fiebre del Valle (VFCE) de la UA, y sus colegas descubrieron que un tercio de todos los casos de neumonía en Tucson son causados por la Fiebre del Valle. Otros estudios han encontrado cifras similares en el área metropolitana de Phoenix. El Departamento de Servicios de Salud de Arizona aconseja a los pacientes con síntomas coincidentes que hayan pasado por el suroeste que recuerden a sus médicos que comprueben si tienen Fiebre del Valle.

3) Está causada por un hongo. El Coccidioides, un hongo que crece en el suelo en lugares con poca lluvia, veranos calurosos y temperaturas invernales suaves, es el culpable de la Fiebre del Valle. La enfermedad no es contagiosa, y las personas suelen contraerla al respirar las esporas microscópicas del hongo en el aire después de que el suelo haya sido removido por el viento o las actividades humanas. La construcción, la agricultura, la jardinería y otras actividades al aire libre que levantan polvo pueden aumentar las posibilidades de inhalar las esporas. Pero incluso sin esa exposición, las personas pueden infectarse simplemente por vivir en el lugar donde se encuentra el hongo.

4) Los animales también se contagian, especialmente los perros. Los perros constituyen la mayoría de los casos de Fiebre del Valle en los animales domésticos, y los propietarios de perros de Arizona gastan unos 60 millones de dólares al año en diagnóstico y cuidados. El ganado y algunos animales salvajes, como los murciélagos y los coyotes, también pueden padecer la Fiebre del Valle. La Dra. Lisa Shubitz, profesora de investigación asociada en la Escuela de Ciencias Biomédicas Comparadas de la UA, está liderando el esfuerzo para encontrar un tratamiento eficaz y asequible y opciones de vacunación para los animales.

5) La ayuda está en camino. Aunque actualmente no hay cura, hay algunos medicamentos que se muestran prometedores para tratar la Fiebre del Valle en animales y personas. El VFCE está trabajando para obtener la aprobación federal para llevar a cabo ensayos clínicos con un medicamento llamado nikkomycin Z (NikZ para abreviar) que los investigadores creen que puede ser una cura para la Fiebre del Valle. (Pequeños estudios con NikZ en perros ya han mostrado resultados positivos y efectos secundarios mínimos). El VFCE también está uniendo fuerzas con la Universidad de Duke para estudiar si el medicamento antifúngico existente, el fluconazol, puede ayudar a las personas con neumonía por la Fiebre del Valle.

En Arizona, es la Semana de Concienciación sobre la Fiebre del Valle (que se celebra anualmente durante la segunda semana de noviembre), y este año el programa de actividades y oportunidades de aprendizaje se ha ampliado mucho más allá de siete días. Únase a nosotros para concienciar sobre esta enfermedad poco conocida y avanzar hacia un futuro en el que la Fiebre del Valle sea una enfermedad fácilmente tratable para los humanos y nuestros compañeros animales.

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