Cómo ser paciente mientras esperas el amor

Cuando era un estudiante de primer año de la universidad con ojos de estrella, un estudiante de último año al que admiraba mucho me confió: «Nunca he tenido novio. Ni siquiera he tenido una cita». Lo dijo en un susurro, como si no pudiera tener un secreto más vergonzoso.

Lo archivé en mi memoria y me dije: «No voy a salir de aquí sin una relación de verdad». Cuando alguien que no conocía bien me invitó a salir, le dije que sí sin siquiera pensarlo, porque en absoluto iba a dejar la universidad sin salir.

Como ya habrás adivinado, no acabó siendo precisamente el mejor año de mi vida.

Aún así, la paciencia no es el hábito favorito de nadie. Esperar a conocer a ese desconocido e importante alguien… no es fácil. No tienes ni idea de cuánto tiempo vas a tener que esperar, y se hace difícil acallar esa vocecita que empieza a preguntar: «¿Y si nunca ocurre?»

Si esa voz se hace más fuerte, y te estás desanimando, entonces escucha, porque esto es importante.

No estás incompleto

No te falta tu «otra mitad». Tú eres tú, tengas o no a alguien con quien enviar mensajes de texto hasta la noche. Y eres suficiente. En realidad, las personas que se consideran incompletas sin su pareja ejercen mucha presión insana en una relación. Básicamente, has hecho a otro ser humano responsable del significado y la satisfacción de tu vida, y eso es mucho pedir. Independientemente de lo que pueda cambiar cuando empiezas a salir con alguien, tu valor como persona no se duplica de repente.

Nadie va a aparecer y hacerte sentir más segura, atractiva o digna

¿Un novio te recordará que eres hermosa? Claro, eso espero. Una novia que te admire, ¿te ayudará a sentirte más segura de ti misma? Probablemente, sí. Pero si esperas que otra persona entre en tu vida y cambie totalmente la forma en que te ves a ti misma, te vas a decepcionar. Por muy intensa que sea la relación, eso no es algo que pueda hacer otra persona. Nosotros aportamos nuestra propia confianza, nuestra propia autoestima, nuestro propio sentido de la valía. Si no tienes todo eso, esas inseguridades entran en la relación contigo. Si ya crees que no vales mucho, no vas a creer a tu pareja cuando te lo diga. Así que no esperes. Ahora es un buen momento para empezar a trabajar en amarte a ti mismo.

Tu vida tiene sentido tal y como es

Si todavía te estás preguntando cómo será tu vida, a quién conocerás, dónde acabarás, no hay nada malo en ello. Pero tu vida ahora mismo es tan importante y valiosa y hermosa y real como lo será tu vida futura. Todavía no has encontrado a tu alma gemela, pero eso no significa que esta parte de tu vida se limite a esperar. Sería un mundo bastante triste si sólo pudiéramos ser felices, estar verdaderamente vivos, estar satisfechos, cuando todas las piezas de nuestra vida hubieran encajado. El hecho de que sepas que serás feliz cuando hayas encontrado a la persona indicada, no significa que no puedas ser feliz ahora también.

Todo el mundo pierde cuando la impaciencia manda

Interesantemente, este error es lo suficientemente popular como para aparecer en un montón de canciones pop. Estoy pensando en «Somebody to Love» de Queen, o más recientemente, en «Love Somebody» de Maroon 5, donde Adam Levine canta: «Realmente quiero amar a alguien / Realmente quiero bailar toda la noche». El mensaje es tentador. Cualquiera sirve: sólo necesitas a alguien -cualquiera- que esté dispuesto a amarte y a aceptar tu amor. El resto se hará por sí solo. La verdad es que el amor sólo es amor cuando es personal. Tener «alguien a quien amar» no es ni remotamente lo mismo que amarle a él, a ella, en toda su gloria única e insustituible.

Pero en realidad no quieres amar a cualquiera. Quieres enamorarte de una persona con la que puedas comprometerte a largo plazo. No te casarías con alguien sólo porque quieres ser padre – así que no salgas con alguien sólo porque quieres ser importante para alguien. Si tus elecciones de citas no son profundamente personales, todo el mundo va a sufrir.

En realidad no tienes el control aquí

Pregúntale a cualquier pareja que conozcas, y habrán tenido esa conversación surrealista en la que se dan cuenta de cuántas piezas tuvieron que estar en su lugar para que se conocieran. Si la clase a la que él quería ir no estuviera ya llena, si ella no hubiera estado ese día en la fiesta… hay una infinidad de «si» que unen a las personas. El hecho es que, por mucho que nos expongamos, por mucho cuidado que pongamos en nuestros perfiles de sitios de citas, la vida es un misterio. No podemos controlar realmente a quién vamos a conocer, ni cuándo. Pase lo que pase, puedes apostar que será una sorpresa. Así que no tengas miedo de buscar el amor, pero tampoco te frustres. Al final, no depende realmente de ti.